Los efectos de la guerra en el medio ambiente

Oleksandr Pronkevych
Oleksandr Pronkevych DIARIO ÍNTIMO DE LA GUERRA

INTERNACIONAL

Eduard y su perro, entre las ruinas de su vivienda en Yitomir (Ucrania)
Eduard y su perro, entre las ruinas de su vivienda en Yitomir (Ucrania) Pablo Medina

24 jul 2022 . Actualizado a las 16:24 h.

Antón ama el cine. Nos conocimos hace casi quince años en un festival que él organizaba. Escribí para las revistas que Antón editaba y le pedía consultas sobre el cine ucraniano de vez en cuando. Antón se fue a la guerra y está publicando en su página de Facebook una crónica interesantísima que se titula Los libros del frente: sus testimonios de la guerra están presentados a través de los comentarios sobre los libros que está leyendo. Abajo reproduzco los fragmentos de su texto más reciente.

«Un granjero del Dombás nos pidió que le ayudáramos a matar su ganado. La guerra había destruido casi todo y el granjero tuvo que o aniquilar a sus vacas o refugiarse al otro sitio dejándolas a morir. Aquí casi cada día podemos oír mugidos de las vacas y balidos de las ovejas abandonados por sus amos. Y es horroroso.

En otro sitio apagábamos un fuerte incendio en un campo. El fuego con la velocidad vertiginosa devoraba la hierba y se levantaba en el aire como una nube negra con el olor sucio. Disponíamos solo de espadas y ramas de árboles que habíamos cortado rápidamente mientras corríamos a intentar sofocarlo. Apagamos la hierba baja, sin embargo, en el otro lado de campo el fuego se propagó al trigo y el incendio se había extendido. Y no podíamos hacer nada con el fuego. La razón de este desastre es la granada de mortero que no había dado al blanco.

Una vez por la noche yo estaba patrullado y contemplaba durante mucho tiempo el espectáculo muy hermoso —el mar de luces rojas se extendía en el cielo sobre Lysychansk. "¡Qué ocaso tan extraordinario!” — pensaba yo. En una media hora cuando el sol debía estar sentado bajo el horizonte, seguía viendo las luces rojas. Yo comprendí que yo estaba mirando hacia el este no el oeste y que el ocaso era una extravagancia de bombas de fósforo.

Son algunos ejemplos cómo la guerra afecta el medio ambiente. Los expertos en ecología afirman que respiramos el aire de tan mala calidad como si estuviéramos muy cerca de una planta metalúrgica que está emitiendo humos de sus chimeneas a toda ponencia. Uno de los libros que tengo conmigo en el frente es el estudio maravillo de Bill Gates Cómo evitar un desastre climático en que se proponen métodos efectivos para reducir a cero las emisiones nocivas. Sin embargo, todo lo que está escrito en el libro tiene sentido en la época de la paz y es absolutamente inútil en la época de la guerra.

En la foto que publiqué se puede ver la portada del libro y un pedazo de proyectil. Estos pedazos vuelan a nosotros cada día. Son de aluminio. El punto de ebullición de aluminio es 2.470 grados. En el momento de la explosión el metal está hirviendo produciendo las emisiones nocivas de gases y de polvo en dosis letales. Es el aire que respiramos. Y no está mal. Lo peor es dejar de respirar para siempre».

  

 Anteriores entregas

22 de julio Salvando al soldado gato

21 de julio La boa y el elefante

19 de julio ¿Será Ucrania una nueva Atlántida?

17 de julio Historia de Ucrania en cuatro mapas

16 de julio El terror aéreo

14 de julio Masyanya. Episodio 162

13 de julio Natalena Koroleva, la escritora ucraniana española

12 de julio «Ukraïner» en español

10 de julio David y Goliat

7 de julio ¿Por qué Mariúpol ha sufrido tanto?

6 de julio Conversación bajo la tormenta bíblica

5 de julio Iya kiva

4 de julio Saludos desde el sur de Ucrania

3 de julio Esqueletos en el armario

2 de julio ¿Adónde hemos llegado?

1 de julio Santa Teresa de Ávila y la cultura ucraniana

30 de junio El desfile de las orquestas bajo el sonido de las alertas aéreas

28 de junio El doctor Jekyll se quita la máscara

27 de junio Triste final de curso universitario en este 2022

26 de junio Ucrania renovará Europa

23 de junio La noche antes del examen

22 de junio El regreso a Europa

21 de junio El genocidio no es un pretexto informativo

20 de junio Cuando el helecho florece

18 de junio No es fácil hablar sobre la guerra

17 de junio Los dibujos animados contra la guerra

16 de junio Mirando vídeos de mis estudiantes

15 de junio El vals de la despedida

12 de junio Ucrania en la revista TTAK

10 de junio Los girasoles, el símbolo de Ucrania

9 de junio ¿Es Ucrania nacionalista?

7 de junio Guerra, ¿cómo te llamas?

5 de junio Pushkin ha vuelto

4 de junio Escuchen las voces de Ucrania

3 de junio El verano de nuestra victoria

2 de junio El arte de pasar el sábado en Mykolaiv

31 de mayo ¿Es Rusia fascista?

30 de mayo Sobre los asuntos eclesiásticos

29 de mayo Lesya Ukrainka

27 de mayo La guerra y el tiempo

26 de mayo Releyendo mi diario

25 de mayo Moisés

24 de mayo ¿Adiós Pushkin?

22 de mayo La tragedia de la Mariúpol artística

21 de mayo Iván Frankó, el divulgador de la literatura española en Ucrania

20 de mayo El genocidio en Ucrania

18 de mayo Carta de un soldado: «Me siento feliz en Mykolaiv»

17 de mayo «Stefania», el homenaje a la madres de Kalush Orchestra

16 de mayo Nostalgia

14 de mayo Los desastres de la guerra (versión siglo XXI)

13 de mayo Mi Galicia

12 de mayo Un congreso cultural pospuesto

11 de mayo El desfile de Putin y el esturión podrido

9 de mayo Gregorio Skovorodá

8 de mayo Regalos para la fiesta

7 de mayo La guerra patriótica de Ucrania

4 de mayo Ucrania celebrará el 8 de mayo el Día de la Victoria

3 de mayo Historia del día de la victoria

1 de mayo Anabel

30 abril La resurrección de Ucrania

29 de abril Otra vez sobre el Instituto Cervantes en Moscú

28 de abril Escaparse de la zona ocupada

27 de abril El «Guernica» de Picasso

26 de abril La resistencia al invasor, en los memes de la Pascua ortodoxa

24 de abril El Día del Libro

23 de abril La tragedia del sur de Ucrania

22 de abril El Jueves Limpio

21 de abril Una parábola sobre las burbujas

20 de abril El Martes Grande en Ucrania

19 de abril La Pascua de Resurrección y el Domingo de Palma en Leópolis

18 de abril Las noticias de Mykolaiv

15 de abril Las diosas enfurecidas

13 de abril Hobbit y Gandalf

12 de abril La primavera

11 de abril La batalla por el «borsch»

 10 abril Mi facultad en la guerra

9 de abril Folclore de la guerra

8 de abril El escándalo de una traducción

7 de abril ¿Qué es la rusofobia?

6 de abril Sigo recibiendo cartas

5 de abril El genocidio y la cultura rusa

4 de abril El destino de una familia hispano-ucraniana

3 de abril: Esperando la ofensiva rusa sobre el Dombás

2 de abril: Proyección interrumpida de películas

1 de abril: Oda al teléfono celular

31 de marzo: Llorad y rezad por Petro

30 de marzo: Cómo derrotar al enemigo muy rápido y con pocas bajas

29 de marzo: El 28 de marzo

28 de marzo: ¿Podemos repetir?

27 de marzo: Un primer balance de los 30 días de la invasión rusa

26 de marzo: Humor en la guerra

25 de marzo: Educación sentimental

24 de marzo: Una pregunta maldita

23 de marzo: Nuevos bombardeos en la ciudad de san Nicolás

22 de marzo: Las familias rotas que deja el conflicto

21 de marzo: Imbuidos del espíritu quijotesco

20 de marzo: La carta de mi estudiante

18 de marzo: Pensando en mi universidad

17 de marzo: Así intentaron silenciarme con porno ruso

15 de marzo: Golpea a los tuyos para que otros se asusten

14 de marzo: El domingo siempre es domingo

13 de marzo: Día 15. ¿Debe cerrar el Instituto Cervantes de Moscú?

12 de marzo: El papel de los hispanistas de Ucrania en la guerra con Rusia

11 de marzo: Mi encuentro en Leópolis con el periodista de La Voz de Galicia

10 de marzo: Nos hicimos refugiados

8 de marzo: Las últimas horas en la ciudad de san Nicolás

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6 de marzo: La ciudad de san Nicolás

5 de marzo: Ucrania: dos referencias literarias

4 de marzo: Por qué ha fracasado la guerra relámpago

 3 de marzo: Ucrania resiste y vive

 2 de marzo: Mis peores temores

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