Esperando la ofensiva rusa sobre el Dombás

SERHII NUZHNENKO

El tema candente del momento actual es la nueva ofensiva rusa en el este. Al fracasar en Kiev, Járkov, Mykolaiv, el invasor quiere cercar y aniquilar al Ejército ucraniano en la zona de Dombás. Es la victoria que Vladimir Putin intentará vender a su pueblo el 9 de mayo como un triunfo definitivo. Para realizar su plan, los generales rusos están recopilando recursos humanos y armas por todas partes. Los orcos han intensificado los bombardeos sobre las ciudades del centro y el este de Ucrania. A la lista de las ciudades-víctimas se han agregado Dnipró, Kremenchug y Poltava. Una lluvia de misiles, cohetes y bombas están cayendo sobre nuestras tropas.

Sin embargo, la ofensiva rusa todavía no se ha iniciado no porque las pérdidas que nuestros soldados han causado al Ejército de Putin sean enormes y numerosas, sino porque no es fácil que repongan rápido sus tropas. El jueves Rusia anunció el reclutamiento de primavera. Las oficinas de guerra están reclutando a reservistas, pero, a pesar de sus mensajes de patriotismo, el número de idiotas que tienen ganas de convertirse en carne de cañón no es suficiente para lanzar una ofensiva efectiva. La moral de los soldados y oficiales es baja. Por nuestra parte, tenemos reservas, pero son limitadas. Nuestros aliados occidentales nos están suministrando armas, pero el proceso es tan lento que tememos que, antes de que estos suministros lleguen, se acabe la guerra. Además, no disponemos de armamento pesado para iniciar la contraofensiva. Y todos los políticos, generales y analistas coinciden en que la batalla en Dombás determinará el resultado de la guerra.

No debe sorprender que este momento sea muy oportuno para que el diablo y la muerte mezan su columpio de esperanzas y temores con una fuerza loca, y para que los corazones de los ucranianos se estén llenando de inquietud dolorosa. ¿Ganaremos o perdemos? ¿Nuestro ejército derrotará a los rusos, o Putin, el enano maldito, tiene todavía poder suficiente para estrangular a Ucrania? ¿Se terminará la guerra o la venceremos?

Quiero que mis lectores comprendan qué significativos son para nosotros los conceptos «terminar la guerra» y «vencer la guerra». Terminar la guerra lo antes posible es lo que espera el mundo de nosotros. A los que no están involucrados les importa que se acabe el derramamiento de sangre para poder olvidarse de Ucrania. No les preocupa que firmar la tregua que reconozca la anexión de Crimea y Dombás y perder los nuevos territorios ocupados sería para nosotros una humillación profundísima y un trauma duradero. A los ucranianos les queda una única opción: derrotar al ejército ruso y quebrar la columna vertebral de su máquina militar. Lo digo porque Putin nunca renunciará a su deseo de exterminar Ucrania y los ucranianos. Los que esperan que la guerra se acabe pronto, están equivocados. Lo que se puede aproximar pronto es nuestra victoria. Por eso, pedimos las armas pesadas a los nuestros aliados occidentales.