Historia del Día de la Victoria
INTERNACIONAL
Nos queda una semana hasta el 9 de mayo. Es la fecha en la que en Rusia se celebra solemnemente la victoria de la URSS sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Las ceremonias festivas reflejan las tendencias ideológicas dominantes en las sociedades soviética y postsoviética. Durante los últimos 78 años, la idea y la mitología del Día de la Victoria han cambiado. La historia breve de estos cambios nos ayudará a comprender el proceso de degradación intelectual y moral de la Rusia de Putin.
Es curioso, pero la gente en Rusia y en el extranjero todavía no sabe que durante muchos años el Día de la Victoria en la URSS no se festejaba. Establecido por Stalin el 8 de mayo de 1945, dos años más tarde, la fiesta fue cancelada y solamente en 1965 fue proclamada como día festivo. Los historiadores nos informan de que la cancelación de la fiesta se explica por razones estéticas: los inválidos con pies y brazos cortados, los veteranos con muletas, los desdichados borrachos y agresivos hacían las calles de las ciudades soviéticas poco atractivas. En aquella época, el Día de la Victoria existía como una fiesta popular, la fecha en que los compañeros de guerra, los familiares de los caídos, los ciudadanos de todas las edades se reunían para honrar la memoria trágica de las muertes de millones y millones.
En 1965, Leonid Brézhnev restauró el Día de la Victoria como fiesta nacional con su elemento central, el desfile militar en la Plaza Roja de Moscú. Al mismo tiempo, continuaban las reuniones espontáneas de los compañeros de la guerra en sitios como la plaza junto al Teatro Bolshói y muchos otros. Los veteranos organizaban sus desfiles informales. Uno de ellos se puede ver en la foto tomada en la avenida Nevski, en Leningrado, en 1975. El espíritu general de la fiesta fue determinado por el dolor por los que perecieron en los combates y la retaguardia y por la idea de acabar con la guerra como fenómeno.
Cuando Putin llegó al poder, el Día de la Victoria empezó a celebrarse como la Pascua de Rusia. Desde el 2005, en los desfiles, además de soldados, toman parte equipos militares que deben asustar al mundo. Con cada nuevo año, el Día de la Victoria se festeja de forma más y más pomposa y se acompaña de la histeria creciente de los medios y de la población. Y por supuesto, de las de mentiras históricas que presentan a Rusia como el único ganador de la guerra contra los nazis. Los veteranos que podían denunciar estas mentiras han fallecido, y los periodistas corruptos de Putin se entregan a la propaganda. Y llegó el momento en que el lema del Día de la Victoria se convirtió en «Podemos repetir». Repetir es iniciar una guerra contra Ucrania, que tanto sufrió la invasión de los nazis. ¡Qué absurda es la historia del Día de la Victoria!
Anteriores entregas
1 de mayo Anabel
30 abril La resurrección de Ucrania
29 de abril Otra vez sobre el Instituto Cervantes en Moscú
28 de abril Escaparse de la zona ocupada
27 de abril El «Guernica» de Picasso
26 de abril La resistencia al invasor, en los memes de la Pascua ortodoxa
24 de abril El Día del Libro
23 de abril La tragedia del sur de Ucrania
22 de abril El Jueves Limpio
21 de abril Una parábola sobre las burbujas
20 de abril El Martes Grande en Ucrania
19 de abril La Pascua de Resurrección y el Domingo de Palma en Leópolis
18 de abril Las noticias de Mykolaiv
15 de abril Las diosas enfurecidas
13 de abril Hobbit y Gandalf
12 de abril La primavera
11 de abril La batalla por el «borsch»
10 abril Mi facultad en la guerra
9 de abril Folclore de la guerra
8 de abril El escándalo de una traducción
7 de abril ¿Qué es la rusofobia?
6 de abril Sigo recibiendo cartas
5 de abril El genocidio y la cultura rusa
4 de abril El destino de una familia hispano-ucraniana
3 de abril: Esperando la ofensiva rusa sobre el Dombás
2 de abril: Proyección interrumpida de películas
1 de abril: Oda al teléfono celular
31 de marzo: Llorad y rezad por Petro
30 de marzo: Cómo derrotar al enemigo muy rápido y con pocas bajas
29 de marzo: El 28 de marzo
28 de marzo: ¿Podemos repetir?
27 de marzo: Un primer balance de los 30 días de la invasión rusa
26 de marzo: Humor en la guerra
25 de marzo: Educación sentimental
24 de marzo: Una pregunta maldita
23 de marzo: Nuevos bombardeos en la ciudad de san Nicolás
22 de marzo: Las familias rotas que deja el conflicto
21 de marzo: Imbuidos del espíritu quijotesco
20 de marzo: La carta de mi estudiante
18 de marzo: Pensando en mi universidad
17 de marzo: Así intentaron silenciarme con porno ruso
15 de marzo: Golpea a los tuyos para que otros se asusten
14 de marzo: El domingo siempre es domingo
13 de marzo: Día 15. ¿Debe cerrar el Instituto Cervantes de Moscú?
12 de marzo: El papel de los hispanistas de Ucrania en la guerra con Rusia
11 de marzo: Mi encuentro en Leópolis con el periodista de La Voz de Galicia
10 de marzo: Nos hicimos refugiados
8 de marzo: Las últimas horas en la ciudad de san Nicolás
7 de marzo: Protegidos por san Nicolás
6 de marzo: La ciudad de san Nicolás
5 de marzo: Ucrania: dos referencias literarias
4 de marzo: Por qué ha fracasado la guerra relámpago
3 de marzo: Ucrania resiste y vive
2 de marzo: Mis peores temores
1 de marzo: El columpio de esperanzas y temores
28 de febrero: Tanques en Mykolaiv
27 de febrero: Rezad por Kiev
24 de febrero: «¡Feliz cumple, profesor!» (Sé que puede ser el último de mi vida)