La guerra y el tiempo

Oleksandr Pronkevych
Oleksandr Pronkevych CATEDRÁTICO DE LITERATURA ESPAÑOLA EN LA UNIVERSIDAD DE MYKOLAIV

INTERNACIONAL

Un reloj muestra la hora en un edificio de viviendas bombardeado en Kiev
Un reloj muestra la hora en un edificio de viviendas bombardeado en Kiev SERHII NUZHNENKO | REUTERS

27 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En la época de la guerra el calendario no funciona. La vida se divide en lo que había antes y en lo que pasó después. Y la fecha que distingue estas etapas es el 24 de febrero, el inicio de la invasión rusa. Los cambios de meses no tienen ningún sentido. Una doctoranda mía que estudia la representación de la temporalidad en las novelas autobiográficas escritas por testigos del Holocausto me dice: «Me siento congelada en el 24 de febrero». Otra conocida mía, la periodista de la ciudad de san Nicolás, cree que febrero del 2022 no se ha acabado. Para ella el 26 de mayo, la fecha en la que escribo, es el 120 de febrero, porque la guerra es nuestro febrero eterno. Los días de la semana también se han borrado. Vivimos «el día que dura más que un siglo», como solía decir un poeta de mi vida anterior. Es curioso que en los textos de mi diario que mando a La Voz de Galicia casi no uso fechas porque calculo el tiempo en días desde el comienzo de la guerra. Mis redactoras siempre ponen fechas cuando mis escritos salen para que el proceso de lectura sea más cómodo para la gente que sigue actuando en otro tiempo —en el tiempo de la paz—.

Lo que realmente existe es la división del tiempo en días y noches. Mi amigo poeta Yuriy Liubarov, que en estos momentos está en Mykolaiv, comentó en su página de FC esta rotación de horas diurnas y nocturnas en un post irónico: «En el ojo del hombre hay palitos y matracitos. Son ellos los que ven el mundo y transmiten al cerebro la información que recoge el ojo. Los palitos funcionan en la oscuridad de la noche, los matracitos trabajan en el día, cuando hay mucha luz. Los matracitos producen la percepción multicolor del mundo, los palitos ven la realidad en blanco y negro. Por eso todos los gatos en la noche tienen el color gris. Estamos en la guerra ahora, en la plena oscuridad del alma. Por eso el mundo ahora es blanco y negro para mí».

Poniendo aparte la ironía exquisita de mi amigo, debo confesar que un día «que dura más que un siglo» es un desafío. Te bombardean noticias alarmantes, te duele el cuerpo, te torturan angustias. El día se parece a otros días. Es espera interminable que congela el tiempo. Y es lo que siento yo, un refugiado, en condiciones más o menos «normales». Solo puedo imaginarme cómo pasa el tiempo durante un día para los que están en el frente, en sótanos bajo bombardeos, en cautiverio ruso. La noche también es un desafío: pensamientos, temores, alarmas, sonidos, remordimientos te atacan y nunca te dejan descansar.

El tiempo también obedece las leyes de la guerra.

 

Anteriores entregas

26 de mayo Releyendo mi diario

25 de mayo Moisés

24 de mayo ¿Adiós Pushkin?

22 de mayo La tragedia de la Mariúpol artística

21 de mayo Iván Frankó, el divulgador de la literatura española en Ucrania

20 de mayo El genocidio en Ucrania

18 de mayo Carta de un soldado: «Me siento feliz en Mykolaiv»

17 de mayo «Stefania», el homenaje a la madres de Kalush Orchestra

16 de mayo Nostalgia

14 de mayo Los desastres de la guerra (versión siglo XXI)

13 de mayo Mi Galicia

12 de mayo Un congreso cultural pospuesto

11 de mayo El desfile de Putin y el esturión podrido

9 de mayo Gregorio Skovorodá

8 de mayo Regalos para la fiesta

7 de mayo La guerra patriótica de Ucrania

4 de mayo Ucrania celebrará el 8 de mayo el Día de la Victoria

3 de mayo Historia del día de la victoria

1 de mayo Anabel

30 abril La resurrección de Ucrania

29 de abril Otra vez sobre el Instituto Cervantes en Moscú

28 de abril Escaparse de la zona ocupada

27 de abril El «Guernica» de Picasso

26 de abril La resistencia al invasor, en los memes de la Pascua ortodoxa

24 de abril El Día del Libro

23 de abril La tragedia del sur de Ucrania

22 de abril El Jueves Limpio

21 de abril Una parábola sobre las burbujas

20 de abril El Martes Grande en Ucrania

19 de abril La Pascua de Resurrección y el Domingo de Palma en Leópolis

18 de abril Las noticias de Mykolaiv

15 de abril Las diosas enfurecidas

13 de abril Hobbit y Gandalf

12 de abril La primavera

11 de abril La batalla por el «borsch»

 10 abril Mi facultad en la guerra

9 de abril Folclore de la guerra

8 de abril El escándalo de una traducción

7 de abril ¿Qué es la rusofobia?

6 de abril Sigo recibiendo cartas

5 de abril El genocidio y la cultura rusa

4 de abril El destino de una familia hispano-ucraniana

3 de abril: Esperando la ofensiva rusa sobre el Dombás

2 de abril: Proyección interrumpida de películas

1 de abril: Oda al teléfono celular

31 de marzo: Llorad y rezad por Petro

30 de marzo: Cómo derrotar al enemigo muy rápido y con pocas bajas

29 de marzo: El 28 de marzo

28 de marzo: ¿Podemos repetir?

27 de marzo: Un primer balance de los 30 días de la invasión rusa

26 de marzo: Humor en la guerra

25 de marzo: Educación sentimental

24 de marzo: Una pregunta maldita

23 de marzo: Nuevos bombardeos en la ciudad de san Nicolás

22 de marzo: Las familias rotas que deja el conflicto

21 de marzo: Imbuidos del espíritu quijotesco

20 de marzo: La carta de mi estudiante

18 de marzo: Pensando en mi universidad

17 de marzo: Así intentaron silenciarme con porno ruso

15 de marzo: Golpea a los tuyos para que otros se asusten

14 de marzo: El domingo siempre es domingo

13 de marzo: Día 15. ¿Debe cerrar el Instituto Cervantes de Moscú?

12 de marzo: El papel de los hispanistas de Ucrania en la guerra con Rusia

11 de marzo: Mi encuentro en Leópolis con el periodista de La Voz de Galicia

10 de marzo: Nos hicimos refugiados

8 de marzo: Las últimas horas en la ciudad de san Nicolás

7 de marzo: Protegidos por san Nicolás

6 de marzo: La ciudad de san Nicolás

5 de marzo: Ucrania: dos referencias literarias

4 de marzo: Por qué ha fracasado la guerra relámpago

 3 de marzo: Ucrania resiste y vive

 2 de marzo: Mis peores temores

 1 de marzo: El columpio de esperanzas y temores

 28 de febrero: Tanques en Mykolaiv

 27 de febrero: Rezad por Kiev

 24 de febrero: «¡Feliz cumple, profesor!» (Sé que puede ser el último de mi vida)