Pushkin ha vuelto

Oleksandr Pronkevych
Oleksandr Pronkevych CATEDRÁTICO DE LITERATURA ESPAÑOLA EN LA UNIVERSIDAD DE MYKOLAIV

INTERNACIONAL

Un busto del poeta ruso Alexander Pushkin, en medio de la invasión rusa de Ucrania, en Odessa.
Un busto del poeta ruso Alexander Pushkin, en medio de la invasión rusa de Ucrania, en Odessa. ALEXANDROS AVRAMIDIS | REUTERS

06 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Pushkin ha vuelto. Justo en vísperas del 6 de junio, cuando se celebra su cumpleaños. Ha vuelto a Jersón, no a Mykolaiv. Los ocupantes han puesto una pancarta enorme con el lema: «Jersón es la ciudad con la historia rusa». «Pushkin visitó Jersón el 18 de septiembre durante su viaje desde Simferópol a Chisináu y otra vez en 1824. Su abuelo fue uno de los fundadores de la ciudad». La explicación en la pancarta está dirigida a los soldados analfabetos del Ejército ruso, porque los locales lo saben todo sobre los encuentros fugaces del poeta con Jersón. Putin y sus ideólogos piensan ingenuamente que el mundo aceptará esos hechos como argumentos para exterminar por completo todo lo ucraniano, incluso a los propios ucranianos. Sin embargo, hoy me preocupa otro tema: el uso de la imagen del poeta como telón de fondo de la historia.

En la URSS tardía existía la tradición de presentar a Aleksandr Pushkin como símbolo de la nobleza espiritual, una idea que afinó con precisión Bulat Okudzhava (1924 ? 1997), el cantautor entre los precursores de lo que se denominó la canción de autor rusa. «El fotógrafo está tomando una foto de una familia con el monumento a Pushkin al fondo», cantaba Okudzhava. El hecho de tener cerca a Pushkin purificaba a los que querían guardar en la memoria ese toque de su aura sagrada. El fondo (la imagen del poeta) convertía «todas nuestras tonterías y travesuras pequeñas» en algo «encantador». En realidad, este milagro solamente era accesible a un selecto grupo de hombres y mujeres que «sabían comprender».

Las circunstancias en que Pushkin ha vuelto a Jersón son totalmente distintas. La región lleva tres meses viviendo bajo la ocupación rusa. He comentado la situación en Jersón y los territorios alrededor de la ciudad en mis escritos anteriores. Por desgracia, la vida no mejora. Al contrario, todo va de mal en peor. Los ocupantes han desconectado internet y los operadores móviles ucranianos y han cerrado herméticamente las salidas en los caminos que llevan a la zona controlada por Ucrania. Los exmilitares ucranianos, los activistas, los representantes de las autoridades locales que renuncian a colaborar con los ocupantes se encuentran en campos de filtración, cárceles o sótanos. Mis estudiantes que se quedaron en la región no dan señales durante varias semanas. A nosotros llegan noticias que toda la zona se ha convertido en una jaula de muerte, en un gueto de torturas.

Como solían decir mis amigos rusos de San Petersburgo, «Pushkin es nuestro todo, Putin es nuestro siempre». ¿Podrá la Rusia de un Pu (Putin) purificarse usando la imagen del otro Pu (Pushkin)?». Los ocupantes creen que sí. Yo, en cambio, estoy seguro de que no porque «las travesuras pequeñas» han crecido hasta ser crímenes grandes, el genocidio del pueblo ucraniano. La guerra ha enturbiado el fondo —la imagen del poeta— con la sangre ucraniana.

Pushkin ha vuelto, ¿pero a qué precio?

 

 

Anteriores entregas

4 de junio Escuchen las voces de Ucrania

3 de junio El verano de nuestra victoria

2 de junio El arte de pasar el sábado en Mykolaiv

31 de mayo ¿Es Rusia fascista?

30 de mayo Sobre los asuntos eclesiásticos

29 de mayo Lesya Ukrainka

27 de mayo La guerra y el tiempo

26 de mayo Releyendo mi diario

25 de mayo Moisés

24 de mayo ¿Adiós Pushkin?

22 de mayo La tragedia de la Mariúpol artística

21 de mayo Iván Frankó, el divulgador de la literatura española en Ucrania

20 de mayo El genocidio en Ucrania

18 de mayo Carta de un soldado: «Me siento feliz en Mykolaiv»

17 de mayo «Stefania», el homenaje a la madres de Kalush Orchestra

16 de mayo Nostalgia

14 de mayo Los desastres de la guerra (versión siglo XXI)

13 de mayo Mi Galicia

12 de mayo Un congreso cultural pospuesto

11 de mayo El desfile de Putin y el esturión podrido

9 de mayo Gregorio Skovorodá

8 de mayo Regalos para la fiesta

7 de mayo La guerra patriótica de Ucrania

4 de mayo Ucrania celebrará el 8 de mayo el Día de la Victoria

3 de mayo Historia del día de la victoria

1 de mayo Anabel

30 abril La resurrección de Ucrania

29 de abril Otra vez sobre el Instituto Cervantes en Moscú

28 de abril Escaparse de la zona ocupada

27 de abril El «Guernica» de Picasso

26 de abril La resistencia al invasor, en los memes de la Pascua ortodoxa

24 de abril El Día del Libro

23 de abril La tragedia del sur de Ucrania

22 de abril El Jueves Limpio

21 de abril Una parábola sobre las burbujas

20 de abril El Martes Grande en Ucrania

19 de abril La Pascua de Resurrección y el Domingo de Palma en Leópolis

18 de abril Las noticias de Mykolaiv

15 de abril Las diosas enfurecidas

13 de abril Hobbit y Gandalf

12 de abril La primavera

11 de abril La batalla por el «borsch»

 10 abril Mi facultad en la guerra

9 de abril Folclore de la guerra

8 de abril El escándalo de una traducción

7 de abril ¿Qué es la rusofobia?

6 de abril Sigo recibiendo cartas

5 de abril El genocidio y la cultura rusa

4 de abril El destino de una familia hispano-ucraniana

3 de abril: Esperando la ofensiva rusa sobre el Dombás

2 de abril: Proyección interrumpida de películas

1 de abril: Oda al teléfono celular

31 de marzo: Llorad y rezad por Petro

30 de marzo: Cómo derrotar al enemigo muy rápido y con pocas bajas

29 de marzo: El 28 de marzo

28 de marzo: ¿Podemos repetir?

27 de marzo: Un primer balance de los 30 días de la invasión rusa

26 de marzo: Humor en la guerra

25 de marzo: Educación sentimental

24 de marzo: Una pregunta maldita

23 de marzo: Nuevos bombardeos en la ciudad de san Nicolás

22 de marzo: Las familias rotas que deja el conflicto

21 de marzo: Imbuidos del espíritu quijotesco

20 de marzo: La carta de mi estudiante

18 de marzo: Pensando en mi universidad

17 de marzo: Así intentaron silenciarme con porno ruso

15 de marzo: Golpea a los tuyos para que otros se asusten

14 de marzo: El domingo siempre es domingo

13 de marzo: Día 15. ¿Debe cerrar el Instituto Cervantes de Moscú?

12 de marzo: El papel de los hispanistas de Ucrania en la guerra con Rusia

11 de marzo: Mi encuentro en Leópolis con el periodista de La Voz de Galicia

10 de marzo: Nos hicimos refugiados

8 de marzo: Las últimas horas en la ciudad de san Nicolás

7 de marzo: Protegidos por san Nicolás

6 de marzo: La ciudad de san Nicolás

5 de marzo: Ucrania: dos referencias literarias

4 de marzo: Por qué ha fracasado la guerra relámpago

 3 de marzo: Ucrania resiste y vive

 2 de marzo: Mis peores temores

 1 de marzo: El columpio de esperanzas y temores

 28 de febrero: Tanques en Mykolaiv

 27 de febrero: Rezad por Kiev

 24 de febrero: «¡Feliz cumple, profesor!» (Sé que puede ser el último de mi vida)