Cumplido medio siglo de la muerte de Franco, recordamos cómo era España en 1975: cómo vivían sus ciudadanos, cómo se organizaba el trabajo y la economía, y cómo se estudiaba en un sistema educativo todavía marcado por la dictadura, antes de que la Transición transformara por completo la vida cotidiana
Poco antes de la muerte del dictador, la Ley General de Educación de 1970 abrió las puertas a la escolarización universal, introdujo nuevas materias, amplió el acceso a la universidad y sentó las bases de un sistema más inclusivo y conectado con Europa, pese a que la influencia ideológica y las desigualdades de género aún marcaban buena parte de las aulas
Cincuenta años después de la muerte del dictador todavía persiste el mito de que «se vivía mejor». Sin embargo, los datos sobre salarios, empleo, vivienda y derechos de las mujeres muestran que España ha avanzado enormemente desde aquella economía marcada por desigualdad, escasez y restricciones sociales
El año en que nuestro país se despidió de Franco, se estrenaron 1500 películas, en la parrilla reinaban «Los payasos de la tele» y Camilo Sesto protagonizaba «Jesucristo Superstar». La cultura de los setenta no solo reflejaba cómo era España: estaba anticipando, casi clandestinamente, cómo sería
La sociedad española que vivió la muerte de Franco hace cincuenta años era más joven, tenía más hijos y se casaba antes. Un país donde las mujeres necesitaban permiso para trabajar o abrir una cuenta bancaria
Los gallegos de entre 14 y 18 años son los que menos vapean de España, pero sigue preocupando esta práctica «porque la consideramos puerta de entrada al cigarrillo convencional»
Cinco de los grandes fuegos que afectaron a la comunidad desde julio se iniciaron en parroquias que tienen recurrentemente alta actividad incendiaria en los últimos años, y el 90 % de ellos, en concellos donde la Xunta plantea medidas preventivas especiales
Casi la mitad de las viviendas perdidas este agosto estaban habitadas y se concentran en una decena de municipios, con Valdeorras convertida en zona cero. Dos de cada tres casas en los pueblos más castigados ya estaban vacías, y su población activa se encuentra entre las más bajas de Galicia
Una persona promedio dedica 150 euros al mes a la compra de alimentos, 23 más que antes de la pandemia, a pesar de que consume 4 kilos menos de productos que en el 2019
Hay 14.437 asentamientos en la comunidad sin menores de quince años, donde solo residen siete vecinos de media por lugar a pesar de sumar en total cerca de 110.000 habitantes