La nieve y el hielo toman el relevo al viento y la lluvia en el primer temporal del año

La Voz REDACCIÓN

GALICIA

Han provocado problemas de circulación y varios accidentes de tráfico con heridos. Un tren ha descarrilado en Silleda, sin daños personales. El viento ha vuelto a tumbar árboles, postes y farolas. De madrugada también hubo cortes de luz. El temporal que arrancó en la medianoche del lunes acumula ya más de 1.500 incidencias en Galicia

18 ene 2023 . Actualizado a las 21:36 h.

Tercera jornada del temporal que azota a Galicia, y las incidencias registradas desde que comenzó en la medianoche del lunes superan ya las 1.500 (1.513 en concreto), según datos del 112 contabilizados hasta última hora de la tarde. Ese balance no incluye, por ejemplo, el descarrilamiento esta tarde en Silleda de un tren que cubría la ruta entre Ourense y Santiago. Sucedió hacia las 18.20 de la tarde, por las piedras caídas a la vía a causa de un desprendimiento. No resultó herido ninguno de los 17 ocupantes.

El hielo, el granizo y la nieve se han convertido en los grandes protagonistas este miércoles. De hecho, de las 285 incidencias registradas hoy, 111 fueron por nieve y 7 por placas de hielo. Las nevadas han afectado a distintas carreteras, provocando problemas de circulación, sobre todo en las primeras horas de la mañana. De hecho, tanto en la A-6 como en la A-8 se activaron alertas amarillas que prohibieron el paso de vehículos pesados, por lo que la Guardia Civil procedió ya al inicio de la jornada a «embolsar» camiones en ambas autovías, desviándolos hacia zonas habilitadas.

En la Autovía del Cantábrico, la zona afectada temporalmente fue la del Alto do Fiouco, en Mondoñedo. Pero las mayores complicaciones se han dado en la A-6. Aunque pasadas las 11.30 quedó completamente restablecido el tráfico de Lugo hacia León, a lo largo de la mañana la Autovía del Noroeste estuvo cortada en distintos puntos, en tramos que afectaron tanto a Pedrafita como al enlace entre Nadela y Becerreá. Lo peor vino poco después de las diez de la mañana, cuando las nevadas se intensificaron, y fue necesario cerrar la circulación para que los operarios pudieran despejar los viales y permitir que los vehículos siguieran camino después. La vía ya había estado cerrada unos minutos a primera hora, porque un camión se quedó atascado en la salida de Pedrafita do Cebreiro.

No fue el único vehículo momentáneamente atrapado por la capa blanca. En Sarreaus (Ourense), el conductor de un autobús que circulaba por la OU-113 hacia las siete de la mañana dio aviso de que no podía reanudar la marcha, hasta que operarios de conservación de carreteras procedieron a limpiar la vía. Algo más tarde, hacia las 8.40, en Os Blancos (Ourense), tres vehículos eran incapaces de seguir circulando por la OU-1112 a partir del kilómetro 6. Algo similar ocurrió en la DP-2104 en Cerceda (A Coruña). 

En Melide, varios camiones atrapados en la nieve tuvieron que ser auxiliados por un tractor tras quedar detenidos por causa del hielo.

Difícil traslado de un enfermo en Sarria y 50 vecinos atrapados en Cualedro

En general, la situación es complicada en las carreteras secundarias de la montaña lucense, con vías cortadas por árboles desplomados por el peso de la nieve, pero también con dificultades por la aparición de placas de hielo y por la propia acumulación de nieve.

Sucede, por ejemplo, en Pedrafita, donde su alcalde, José Luis Raposo, reconoció a EFE una situación «dura» esta mañana en la localidad: «Está nevando a todo nevar e hai unha xeada tremenda, practicamente todas as estradas do concello están afectadas, houbo máis neve que noutras ocasións, pero o xeo é perigoso, e tamén hai árbores caídas por todas partes». El regidor, que pasó media noche a bordo de un camión quitanieves, tuvo que ayudar a trasladar a una persona que enfermó hacia las tres de la mañana: «De noite daba pánico sair á estrada. Ao final conseguimos sacar á persoa da casa, trasladárona en todoterreo unha parte do camiño, e logo recollina eu no camión», ha explicado.

En el municipio ourensano de Cualedro, la aldea de Baldriz, con unos cincuenta vecinos, quedó incomunicada por la caída de un pino, que se vino abajo por el peso de la nieve acumulada. El alcalde, Luciano Rivero, confirmó a Europa Press que tuvo que contactar con Protección Civil para que cortasen el árbol y pudiese pasar la máquina quitanieves del Ayuntamiento. El paso a la aldea quedó reabierto hacia las once menos veinte de la mañana.

En Becerreá, el pueblo de Acevo también quedó incomunicado por la nieve hacia las once de la mañana.

El temporal ha afectado también de manera notable a las clases. Más de 7.200 alumnos de las zonas de Lugo y Ourense afectadas por la alerta naranja por nevadas (la montaña de ambas provincias y el sur ourensano) no acudieron a las aulas este miércoles, según datos proporcionados por la Consellería de Educación. La suspensión del transporte escolar decretada por la Xunta en estas tres áreas afectó a 121 centros (67 lucenses y 54 de Ourense). De ellos, 48 optaron por suspender directamente las clases en esta jornada. Pero además, el mal tiempo también causó dificultades a los escolares de otras zonas, como los de la comarca de O Deza. En concellos como Rodeiro, Agolada y Dozón apenas ha habido asistencia a clase, porque los autobuses escolares no pudieron salir por la nieve.

De cara a este jueves, la Xunta ya ha eliminado las restricciones, y se recuperará el transporte escolar en toda Galicia, dada la mejoría de las previsiones meteorológicas.

Accidentes múltiples por el hielo y el granizo

El 112 recibió avisos por el efecto de las nevadas en diversas carreteras. Así, hacia las cuatro y media de la madrugada les comunicaban que en Riós (Ourense) se había cortado al tráfico de vehículos pesados la A-52 en su kilómetro 150, porque la nieve hacía difícil circular. También recibieron avisos por la presencia de nieve en la AP-9 a la altura de Mesía.

El mal tiempo parece estar detrás de la sucesión de accidentes que se produjeron precisamente en la Autopista del Atlántico, aunque a su paso por los municipios de Neda y Fene. Los siniestros fueron cuatro, implicaron a un total de trece vehículos y obligaron a trasladar a cuatro personas a centros hospitalarios. Al menos dos de ellos, producidos casi simultáneamente a la altura del túnel de O Sartego, se produjeron cuando caía una importante granizada.

El fuerte pedrisco también fue el responsable de hasta seis salidas de vía producidas en la AP-9 a la altura de Ordes. Dos de los implicados necesitaron asistencia sanitaria.

Además, el hielo y el granizo provocaron dos accidentes de tráfico múltiples en Ponteareas (Pontevedra). Ocurrieron en la A-52. Uno de ellos implicó a tres coches, pero no hubo heridos. El otro fue una colisión de cuatro vehículos, y el 061 tuvo que trasladar a dos personas.

Las bajas temperaturas, además de estos problemas, también están dejando las primeras estampas blancas del año en los municipios del área de Vigo, como O Covelo o A Cañiza.

Árboles, postes y farolas caídas

No solo la nieve está haciendo complicado circular por las carreteras gallegas. En Vilalba (Lugo), una importante cantidad de tierra y piedras cortó casi por completo al tráfico la LU-P-6502 en el kilómetro 35. En la LU-636 que une Becerreá y Sarria un árbol afectaba a la circulación en el kilómetro 29, y otro árbol cortó la carretera que va de Toro a Laza en la provincia de Ourense.

Y es que el viento volvió a ser intenso esta madrugada, aunque amainó ligeramente con respecto a los días anteriores. Solo cuatro estaciones de Meteogalicia han registrado este miércoles ráfagas de más de cien kilómetros por hora: la de Ancares, en Cervantes (126,2 km/h); la de Lardeira, en Carballeda de Valdeorras (107,7); la de Cabo Udra, en Bueu (102,3); y la de Lira, en Carnota (100,7).

Así las cosas, en Vigo un particular avisó a los bomberos hacia las cinco y media de la madrugada porque un poste había caído sobre su vehículo. Antes, hacia las dos, y en A Coruña, una farola cayó sobre un coche en el barrio de Elviña. En Tomiño, un turismo colisionó contra un árbol caído en la carretera. En ninguno de estos casos hubo que lamentar daños personales. Ya en Ortigueira, una familia llamó al 112 pasadas las ocho de la mañana porque un árbol caído les impedía salir de su vivienda.

Desde la Xunta han asegurado que están «vixiantes» ante las posibles afectaciones que el temporal tiene y pueda tener en las carreteras autonómicas, sobre las que está activo el plan de protección invernal. La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, se ha mostrado, sin embargo, preocupada por ciertas carreteras de titularidad estatal, especialmente por la A-6, en la que la circulación ya estaba afectada desde hace meses por el desplome de un viaducto. «Advertimos no verán que non ter unha vía alternativa ía complicar a circulación en inverno, e estamos a velo, coa A-6 pechada e a alternativa pola nacional con moitos problemas», ha señalado Vázquez, recordando que esta autovía es «a principal vía de acceso a Galicia», por lo que los problemas afectan no solo a particulares, sino también al transporte de mercancías. 

Cortes de luz y una veintena de ríos en alerta

Más allá de problemas de circulación, durante la madrugada también se recibieron avisos de distintas zonas de varias localidades por cortes de luz. Sucedió, por ejemplo, en al menos tres calles de Vilagarcía (Pontevedra), y también en el lugar de Rus, en Carballo (A Coruña). En algunos municipios de Os Ancares, como Becerreá, refieren que están sufriendo apagones constantes.

Tras la jornada del martes, marcada por las inundaciones en diversos puntos de Galicia, con situaciones tan espectaculares como la vivida en Begonte, donde hubo que rescatar a varios vecinos con zódiacs y motos de agua, la Xunta mantienen en alerta por posibles desbordamientos casi una veintena de ríos: son el Ladra a su paso por Insua, el Neira en O Páramo, el Sil en O Barco de Valdeorras, el Miño a su paso por Lugo, A Peroxa y Ourense, el Avia en Ribadavia, el Miño en la zona de Salvaterra, el Tea en Bouza Do Viso, en Ponteareas, el Louro en Tui, el Ladra en la citada Begonte, el Ouro a su paso por Foz, el Covo en Cervo, el Mera en Ortigueira, el Eume-Ribeira en As Pontes, el Mandeo a su paso por Aranga y Betanzos, el Mendo también en Betanzos, el Tambre en la zona de Oroso, el Furelos a su paso por Santiso, el Lérez en Pontevedra y el Oitavén en Soutomaior.

Río Miño muy crecido en Ourense
Río Miño muy crecido en Ourense Santi M. Amil

Este miércoles no se han reportado inundaciones de importancia, pero todavía pueden verse imágenes llamativas, como las que deja el Miño a su paso por Ourense. De hecho, este curso fluvial se quedó a menos de tres metros de llegar a la N-120 durante esta madrugada. No sucedía algo así desde diciembre del año 2000.

Entre tanto, en los puntos más afectados de los últimos días tratan de recuperar la normalidad. En Begonte los vecinos desalojados han ido volviendo a sus casas, tras bajar de manera considerable el nivel del río Ladra. El regreso ha sido duro para muchos de ellos, por los importantes daños que el agua ha dejado en sus viviendas. «No sirve nada, está todo para tirar», le ha dicho hoy una mujer al periodista de La Voz Xosé María Palacios.

En Pontevedra, la Diputación provincial ha comenzado los trabajos para tratar de reabrir la carretera que el martes se hundió en Campañó debido al temporal, haciendo que una joven profesora resultase herida. Han advertido que será una actuación «de envergadura», pero que resulta «prioritaria», para poner la vía en servicio «en el menor plazo posible, pero siempre que se pueda hacer con total seguridad».

El mal tiempo también causó el martes un importante socavón en la N-120 a su paso por Rubiá (Ourense). El agujero se comió parte de un carril, y la inestabilidad afecta ya al segundo, por lo que los vehículos que quieren circular entre O Barco de Valdeorras y Ponferrada tienen que alternarse para hacerlo por el único que queda hábil para los dos sentidos.