Los vigueses, que suman cinco goles en nueve jornadas, no habían marcado tan poco desde el curso 92/93, cuando a estas alturas llevaban cuatro para llegar al final de liga con 25 tantos a favor
El 10 no solo rompió su sequía goleadora ante el Athletic, sino que duplicó su número de remates e intervenciones en el juego, además de evidenciar su influencia en el fútbol de ataque del Celta