Iago Aspas recupera su esencia

x.r.c. VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El 10 no solo rompió su sequía goleadora ante el Athletic, sino que duplicó su número de remates e intervenciones en el juego, además de evidenciar su influencia en el fútbol de ataque del Celta

08 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Iago Aspas está de vuelta, no solo por marcar el gol de triunfo ante el Athletic y acudir al rescate de su Celta otra vez en un momento comprometido, sino porque sus números del domingo comienzan a parecerse a los habituales del 10 celeste. En términos globales el moañés firmó su mejor actuación de este curso. «Es importantísimo que Aspas haya vuelto a marcar y que, además, haya generado varias ocasiones claras de remate ante su portero», comentó Fran Escribá, que en más de una ocasión mostró su total tranquilidad con la sequía que arrastraba el goleador celeste.

La mayor diferencia de la productividad del diez aparece en sus disparos a portería en una temporada en donde el juego de ataque del Celta no termina de ser fluido. Aspas llevaba cinco partidos sin disparar al arco rival en más de una ocasión. Esa fue su estadística ante Eibar, Atlético de Madrid y Granada, y solo empeorada en el partido de Sevilla y en la contienda con el Espanyol. De esa situación pasó a los seis remates ante el Athletic Club. Uno de ellos terminó en gol de cabeza (el curso pasado anotó tres de esa parte del cuerpo), otro a un palmo de la cepa del poste, también de cabeza, y un tercero fue bloqueado por Íñigo Martínez cuando el balón ya se dirigía al fondo de las mallas. Aspas protagonizó casi el 50 % de los remates de su equipos, que fueron 13 en total.

Los seis remates son la cifra más alta del moañés en un partido de esta temporada superando los cuatro que había probado ante el Valencia, en el otro triunfo del conjunto celeste. Ante el Real Madrid, en un partido de juego abierto, también probó fortuna en tres ocasiones.

Los pases dados ante la tropa de Gaizka Garitano son otro indicativo importante, aunque en esta ocasión no alcanzaron el máximo de la temporada. En la sobremesa del domingo fueron 45 y en el anterior partido en casa ante el Espanyol 51, aunque la mayoría de ellos de corte horizontal. La cifra más baja del moañés fueron 23 en la primera jornada del campeonato.

Los números del último partido también evidencian un mayor contacto de Iago Aspas con el balón. Por eso se computan cinco pérdidas, repitiendo el tope máximo de la temporada (en Eibar) y tres regates, el segundo mejor baremo en este aspecto. Frente al Sevilla y el Granada había hecho uno más. Lo que no sufre alteración es su media de una falta por partido.

Por encima de la estadística aparecen las sensaciones. Todo el mundo esperaba a Iago en un día tan señalado y el moañés apareció dejándose ver en el centro del campo, combinando con Denis, Rafinha y especialmente Santi Mina, y apareciendo sobre todo en zona de remate, aunque el equipo vigués sigue siendo el que menos tira a puerta de Primera División. Su actuación también aparca el debate sobre la necesidad de contar con un nueve de referencia que le fije a los centrales. Iago ha marcado en 15 de las últimas 18 victorias del Celta como local, una cifra que solo hace corroborar su absoluta influencia en el equipo.

Con su gol al Athletic en la octava jornada el céltico repite la historia de la campaña 17/18 cuando Las Palmas había sido su punto de inflexión. Entonces no marcó a la jornada siguiente (la novena) pero sí lo hizo a continuación de un modo asiduo para terminar aquel curso con 22 dianas. Fue el segundo de los tres pichichis españoles que el 10 del Celta lleva de un modo consecutivo y ahora busca el cuarto, algo que solo ha logrado Quini en los últimos 40 años. De momento Gerard Moreno (Villarreal) y Loren (Betis) le sacan cinco goles de diferencia después de las ocho primera jornadas.

El primer gol del curso y su buena actuación también deben ser el punto de partida para intentar volver a la selección española. Por primera vez Iago se ha quedado fuera en dos listas consecutivas, algo que no le había sucedido con los anteriores seleccionadores. Robert Moreno siguió sus evoluciones en directo en el partido ante el Espanyol, en donde no tuvo su mejor día como el resto del equipo.