Vivir a la madrileña, comer a la gallega: estos son los restaurantes con el mejor caldo, empanada y pulpo de la capital
SABE BIEN
Locales gallegos que respetan la tradición y otros con aires vanguardistas inundan barrios pudientes y zonas obreras. Estos son algunos de los más recomendables
10 may 2022 . Actualizado a las 13:41 h.Si como dice Isabel Díaz Ayuso, «Madrid es España dentro de España», en materia gastronómica Galicia tiene una parcela más que codiciada. En los barrios más pudientes, pero también en las zonas obreras, mesones, marisquerías y casas de comidas especializadas en platos clásicos de la comunidad forman parte de esa postal idílica de quienes «viven a la madrileña». La reivindicación electoral de la gran vencedora de los últimos comicios, que pasa por el buen comer y el buen beber, es impensable sin esos locales gallegos que riegan el ocio de la capital. Dejando a un lado un mensaje que muchos han cuestionado por su simpleza y frivolidad (sobre todo) en un contexto de pandemia, el medio millón de gallegos que viven en Madrid no pueden quejarse de morriña en lo que al aspecto culinario se refiere. A continuación presentamos algunos de los restaurantes que, por su precio, materia prima y trato al cliente, son referencia para quien quiere dejarse imbuir por la que muchos definen como la mejor cocina del mundo.
Restaurante Muxía
- En Vallecas
Es el restaurante especializado en comida gallega con la mejor nota de El Tenedor en Madrid. Se trata de un local versátil en el que se puede tapear o degustar un contundente menú, en función del gusto del cliente. Reformado en el 2014, la decoración del local no es uno de sus principales atractivos, pero este gaje del oficio se pasa por alto por la extensa carta y sus logrados platos. Por 30 euros uno tiene cuatro opciones de menús diarios que ademas de opciones gallegas, cuentan con elaboraciones de las cocinas vasca y asturiana. Además, hay una alternativa especial llamada ruta gallega que, por este mismo precio, ofrece un surtido de entrantes como empanada, lacó a la gallega, o zamburiñas, que se acompañan de un principal a elegir entre carne o pescado y se remata con una filloa rellena. Los vegetarianos, por cierto, también tienen un hueco en este local.
Bar Carallo
- En el barrio de Salamanca
Es el restaurante gallego más instagrameado de los últimos meses. Local de cabecera de influencers como Alexandra Pereira o Laura Matamoros, se encuentra en la calle Serrano y apuesta en firme por la vanguardia sin renunciar al mejor producto da terra. Con cocina ininterrumpida desde las nueve de la mañana, en este local (cuya terraza quita el hipo) definen su concepto gastronómico como «una fusión gastronómica rebelde, de sabores, texturas y aromas tradicionales del terruño y aguas de Galicia». En la carta destacan las opciones de pulpo, los berberechos de Noia al vapor, la reinterpretación de la empanada de xoubas o las croquetas de lacón acompañadas de grelos.
Restaurante Burela
- En Tetuán
Con pescados y mariscos procedentes de las rías gallegas, este restaurante que lleva más de veinte años en funcionamiento es un básico de los amantes de los productos del mar. Rodaballos, merluzas, lenguados, centollas y percebes, servidos en su consiguiente vajilla de Sargadelos, son un manjar que hará olvidar a muchos que viven en la meseta. La amplia carta de vinos D.O Rías Baixas, D.O. Valdeorras o D.O. Ribeiro redondearán una visita de la que no hace falta salir casi con branquias. Por unos diez euros uno puede irse tan contento con un caldo gallego o una empanada gallega.
Ribeira do Miño
- En Malasaña
Si uno está deambulando por el centro de Madrid y le entra antojo de caldo gallego, que sepa que en este restaurante de la calle Santa Brígida lo tiene a diario por 3,50 euros; prácticamente lo mismo que cuesta una caña en cualquier bar de ese mismo barrio. No obstante, el potencial de este restaurante radica en la variedad de mariscos que ofrece al cliente y su precio: se trata de una de las marisquerías más baratas de Madrid, pues la enchenta para dos personas sale por 43 euros.
As Pedriñas Novas
- En el barrio de Salamanca
La auténtica casa de comidas gallega en el corazón del barrio de Salamanca. La empanada de la casa, las zamburiñas o la zorza son la excusa perfecta para sentirse como en casa, sobre todo, porque acompaña el trato del personal al cliente. La terraza, ahora siempre hasta los topes dada la coyuntura, es su principal reclamo, y está acercando a infinidad de jóvenes madrileños que solo buscan un sitio para tomarse unas cañas a la basta cocina tradicional gallega.
Lúa
- En Chamberí
Bajo el mando de Manuel Domínguez, es el único chef gallego con estrella Michelin fuera de la comunidad. Hijo de pulpeiros de O Carballiño, apostó por darle una vuelta de tuerca a la cocina gallega asumiendo que la gastronomía está condicionada por la globalización. Así, en el restaurante, ubicado en el Paseo Eduardo Dato, como explicó a La Voz hace unos meses, uno puede encontrar desde una carrillera de ternera gallega estofada con curry rojo y parmentier, una raya de Marín que elaboran sobre una sopa de ibéricos, unas bravas de langostinos o un torrezno de pulpo. El precio ronda los 60 euros si uno opta por tirar de carta y asciende a 76 si prefiere el menú degustación.
Ocafú
- Tienen cinco locales repartidos por el centro de Madrid
La versión más informal de La Penela se encuentra entre los favoritos de los coruñeses residentes en Madrid. Puede tener mucha relación el hecho de que cuenten con la mítica tortilla betanceira de este restaurante, su principal reclamo junto a la empanada y la ternera estofada. Los precios además, distan mucho de los de esos restaurantes que inflan el menú por estar localizados en la capital. Para los que añoran los dulces locales esta también es una gran alternativa, pues no podrán escoger entre las filloas rellenas, la tarta de Santiago y el queso de teilla y membrillo.
Garelos
- En Chamberí
«Te acercamos las mejores tradiciones culinarias del corazón de Galicia directamente a ti». Este mensaje, lo primero que uno se encuentra en su web, no es baladí, pues muchos de los que añoraban una buena tortilla betanceira en el confinamiento pudieron matar su antojo gracias a los envíos de este restaurante. La experiencia completa, sin embargo, se vive en el restaurante, donde tampoco falta la vajilla de Sargadelos en la que lucen lustrosos raviolis de pimientos de Padrón con salsa de queso San Simón, unas navajas a la plancha o el cañón de Sanchón (ternera asada), la especialidad. El precio ronda los 35 euros por persona.
La Tita Rivera
- En Chueca
La fuerza con la que Estrella Galicia atrae a las masas, ya la querrían muchos monumentos turísticos para sí. Este espacio de estilo industrial y con una terraza interior que apetece no abandonar nunca, acompaña al local que Hijos de Rivera tienen en Vigo y, desde hace unos meses, en O Portiño (A Coruña). Además de la cerveza y la sidra, este local se ha hecho un hueco en la oferta gastronómica de la capital por los conocidos como «casis», unos bocaditos a caballo entre los baos y los molletes que se rellenan de tortilla, lacón o pulpo á feira.
O Caldiño
- En el barrio de Salamanca
Recio y opulento, este restaurante abrió sus puertas en 1973 de la mano de Modesto Gómez (As Neves, Pontevedra). Con dos espacios bien diferenciados, la estancia en la barra es (era) uno de sus principales atractivos cuando no existía la distancia de seguridad. Ya en la zona de restaurante el comportamiento distendido, más propio de una taberna, deja paso a la formalidad sin que eso suponga perder ni un ápice de disfrute. Los mariscos son la marca de la casa, aunque no falta el caldo gallego ni la empanada. Para hacer la experiencia lo más completa posible, en este local ofrecen vino en cunca.
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