La comida kosher traspasa la pantalla

SABE BIEN

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El éxito de series como «Unorthodox» ha disparado las búsquedas vinculadas a la alimentación de la comunidad judía y sus controvertidas normas

29 sep 2022 . Actualizado a las 17:21 h.

 Nadie recordará este mes de abril por ser el momento en el que las plataformas en streaming consiguieron mediatizar la vida de los judíos ultraortodoxos. Pero, así ha sido, y las búsquedas sobre las costumbres que impone la Torá se han multiplicado en Google. Entre ellas, las relacionadas con la comida kosher. Aunque los datos revelan que el interés por este tipo de alimentación, la apropiada según las leyes toraicas y talmúdicas, ya se había disparado -en Estados Unidos, según la organización de noticias Quartz, pese a que la población judía representa el 2% del total, hasta un 41 % de los alimentos envasados en este país tienen certificación kosher-, es ahora cuando todo el mundo quiere saber en qué consiste.

Lo primero es poner sobre el tapete que aunque en España no existe una amplia representación, hay otros puntos del globo en los que hasta las grandes cadenas se pliegan a este modo de alimentación. Es el caso, por ejemplo de Argentina. Con la colectividad judía más numerosa de América Latina, Buenos Aires es la única ciudad fuera de Israel en la que McDonald's abrió un local de hamburguesas que respeta el sabbat -descanso de la actividad comercial desde el viernes por la tarde hasta la noche del sábado-y adecúa sus menús a lo que rige la tradición judía. Da pérdidas, pero sigue en pie.

Para empezar, la comida elaborada en este establecimiento, y en general en el resto de locales que ofrezcan comida kosher, debe ser preparada por personal de la comunidad. Que, por supuesto, deben tener muy claros los preceptos.

En primer lugar hay que conocer el listado de animales que está permitido consumir. Es sencillo si se tienen en cuenta un par de reglas: solo son aptos los rumiantes y aquellos que tienen la pezuña partida. El cerdo, por ejemplo, no cumple esta norma. Sí es kosher, sin embargo, la vaca. En cuanto a las aves se explicita un listado de aquellas que pertenecen al grupo de las impuras, bien es cierto que suelen ser de consumo infrecuente.

Carnes y lácteos separados

Otro dogma que complica la tarea en la cocina es el hecho de que las carnes y los lácteos no pueden en ningún caso formar parte de la misma elaboración. Pero hay más: no pueden ni compartir plato ni recipiente a la hora de cocinarlos; de ahí que sea muy habitual que en las casas judías haya una vajilla para tratar productos lácteos y otra para las carnes. ¿A qué se debe esta restricción? «No cocinarás a la cría en la leche de su madre», dicta la Torá. Tan en serio se toman esta regla que los judíos esperan hasta seis horas tras comer carne antes de consumir productos lácteos. Por poner algunos ejemplos esto limita la ingesta de platos tan recurrentes como una lasaña o una sencilla hamburguesa con queso.

En el mundo marino tampoco se quedan cortos en reglas. Solo se pueden comer los pescados con aletas y escamas, o lo que es lo mismo: el salmón, el mero o la sardina. Un habitual de otras cocinas como puede ser el pez espada no es apto en la alimentación kosher. Y esta restricción, claro, toca directamente al marisco. De todo tipo. Tanto los crustáceos como los bivalvos están prohibidos. Los alimentos aptos se pueden acompañar, eso sí, de ingredientes neutros como la verdura.