Sarkozy y Merkel le han cantado a dúo las excelencias del recorte del déficit a poco más de 4 puntos y el presidente español se ha plantado en casi 6, lo que les ha sentado como un vaso de vinagre
Cree que el «peor error» que podría cometer el PSOE tras el congreso de Sevilla es «mirarse al ombligo y ver cómo se reparte el residuo de poder que nos queda»