Jureles en escabeche
Una receta que también se puede hacer con otros pescados azules, como la xarda, ahora de temporada
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Pocos peros se le pueden poner a este método de conservación más allá de tenerle aversión al vinagre. Rápido, sencillo, económico y muy sabroso, un pescado en escabeche sacará de un apuro en noches en las que no nos apetece cocinar. La preparación, que no nos tendrá ocupados más de veinte minutos, aguanta varios días en la nevera y, además, se puede congelar.
En este caso hemos utilizado unos jureles a los queles hemos quitado las cabezas (que hemos guardado en el congelador para utilizar futuros caldos) y nos hemos saltado el paso de la enharinarlos para hacer la receta más saludable. Como acompañamiento puede funcionar unas patatas cocinas o arroz en blanco; aunque el contundente sabor bien permite que los tomemos solos mojando un buen pan.
- Seis jureles
- Una cebolla
- Dos ajos
- Una hoja de laurel
- Dos cucharaditas de pimentón dulce
- Una cucharadita de pimentón picante
- Aceite de oliva virgen extra
- Un chorro generoso de vinagre
- Medio vaso de vino blanco
- Pimienta y sal
Lo primero que haremos será lavar los pescaditos y echarles un poco de sal. Ponemos una sartén con el aceite suficiente para freir y, cuando esté muy caliente, pasamos los jureles (un minuto por cada lado) y reservamos en un plato con papel absorbente.
Cortamos la cebolla en tiras y con un tercio del aceite que hemos usado para freír el pescado la ponemos a dorar. Lo recomendable es dejarla unos diez minutos a fuego medio-bajo. En este punto añadiremos también la hoja de laurel.
Pasado este tiempo ponemos un par de ajos chafados, con la piel, en el mismo aceite y le añadimos el vinagre y el vino blanco. Subimos el fuego para que se evapore el alcohol del vino y tras un minuto lo ponemos prácticamente al mínimos. Aprovechamos entonces para salpimentar y añadir el pimentón dulce y picante. Le damos unas vueltas y apagamos el fuego.
En ese momento incorporamos, preferentemente en una cazuela de barro, los jureles y el escabeche. El pescado cogerá el calor del preparado, y lo dejaremos a temperatura ambiente más o menos una hora. Después podemos meterlo en la nevera y consumir al cabo de unas horas o al día siguiente, que estará aún más rico.
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