Los últimos cánceres sin cura: «Trabajamos para que el mieloma se convierta en una enfermedad curable»

ENFERMEDADES

La doctora Mariví Mateos, reconocida hace escasos días como la mejor investigadora clínica en mieloma del mundo por la Sociedad Internacional de Mieloma, nos dibuja las barreras que todavía tenemos que superar en la lucha contra esta patología
25 sep 2022 . Actualizado a las 13:24 h.Pocas cosas infunden tanto terror como un diagnóstico de cáncer. Sin embargo, en las últimas décadas la medicina gana batallas a diario a esta terrible enfermedad. El cáncer da miedo, pero el cáncer ya no es lo que era. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), uno de cada dos varones diagnosticados de cáncer logra sobrevivir a la enfermedad —el porcentaje es algo mayor en el caso de las mujeres (61.7 %)—. La estadística es esperanzadora, pero son datos generales. La tasa de supervivencia a cinco años de un cáncer de tiroides (en torno al 90 %) no es la misma que la del cáncer de hígado, que apenas alcanza el 10 % en el caso de las mujeres y el 7 % en los hombres. Igualmente, el pronóstico variará enormemente en función de la fase en la que sea detectada la enfermedad, multiplicándose la esperanza si se halla de manera precoz y reduciéndose drásticamente si aparece la palabra metástasis en la ecuación.
¿Se puede 'curar' una metástasis?
Comúnmente, cuando pensamos en una metástasis, la asociamos a un cáncer que ya no es posible curar. ¿Pero es realmente así?, ¿la metástasis es incurable? «Debemos entender el cáncer metastásico como cualquier tumor que se ha propagado desde el lugar donde se originó (localización primaria) a otras partes del cuerpo. Esta diseminación se realiza a través de la sangre o el sistema linfático», explica la doctora Mónica Granja, secretaria científica de la SEOM y oncóloga médico del hospital clínico San Carlos de Madrid. La profesional indica que, «por lo general», un cáncer metastásico se considera que no tiene curación. Pero la letra pequeña es importante: «Estos tumores se consideran incurables al no ser factible un tratamiento quirúrgico que logre la extirpación completa de toda la enfermedad, pero podemos tenerlos controlados con el tratamiento sistémico (quimioterapia, inmunoterapia o nuevos agentes diana) durante un determinado tiempo que dependerá del tipo de tumor, la extensión del mismo y su biología».
Y tras estas malas noticias, las buenas. Las nuevas técnicas oncológicas permiten, sin embargo, reducir el tamaño de la metástasis y frenar su crecimiento, aliviando los síntomas que produce en el paciente, mejorando su calidad de vida y aumentando su supervivencia. «El desarrollo de la Medicina de Precisión, los nuevos fármacos diana y el desarrollo de la inmunoterapia nos ha servido para cambiar la historia natural de muchos tumores metastásicos, como determinados subtipos de cáncer de mama o cáncer de pulmón, logrando mantenerlos bajo control durante un período prolongado de tiempo al igual que sucede con muchas enfermedades crónicas», comenta Granja.
Y aquí no terminan los avances de la ciencia hoy en día. A la pregunta: ¿siempre es incurable un cáncer con metástasis? La respuesta es no. Hay excepciones con algunos tipos de cáncer. «Existen ciertos tumores metastásicos que podemos curar. Algunos ejemplos son los tumores testiculares, donde el tratamiento combinado con cirugía del tumor primario y quimioterapia posterior ofrece altas posibilidades de curación; o los adenocarcinomas de colon con metástasis hepáticas limitadas en los que la cirugía en combinación con distintas estrategias de quimioterapia puede lograr la curación del paciente», explica la doctora Granja, que añade que podría ser curable «siempre y cuando se pueda extirpar por completo la enfermedad dejando, al menos, un 20-30 % del total del hígado sano».
Cáncer en la sangre
Entre los cánceres que todavía no tiene curación se encuentra uno del que tal vez hayan escuchado hablar poco: el mieloma múltiple. Entre los cánceres asociados al área de hematología, la leucemia o el linfoma de Hodgkin suelen ser los más conocidos entre la población. Pero por muy mal que suene la palabra leucemia, que la enfermedad se localice en la sangre no implica que no sea curable. «Hay enfermedades de la sangre que son curables al 100 %. En hematología hay pacientes con leucemias agudas, enfermedad de Hodgkin, linfomas foriculares o linfoma difuso de células grandes que están completamente curados. El camino de curación es factible en enfermedades hematológicas». comenta la doctora Mariví Mateos, reconocida como mejor investigadora clínica en mieloma del mundo, tras recibir el prestigioso premio Bart Barlogie Award otorgado por la Sociedad Internacional de Mieloma.
No es el caso del mieloma múltiple, un cáncer para el que la medicina todavía no ha logrado encontrar una terapia curativa. El mieloma múltiple es una enfermedad maligna de la sangre de causa desconocida y que afecta fundamentalmente a personas de edad avanzada —aunque también existen pacientes jóvenes—.
¿Qué es el mieloma?
Tanto el linfoma como el mieloma son cánceres que se originan en el sistema inmunitario. El linfoma es un cáncer del sistema linfático mientras que el mieloma comienza en las células plasmáticas. Puede afectar a la capacidad de las células para producir anticuerpos con eficacia.
«Sabemos que el origen del mieloma múltiple está en las células plasmáticas. Las células plasmáticas están dentro de la 'fábrica' de todas las células de la sangre y cuando se convierten en células malignas liberan a la sangre el componente monoclonal o proteína monoclonal», explica con esfuerzo didáctico Mateos sobre una enfermedad tan compleja. ¿Cuáles son sus síntomas? «Los pacientes que lo padecen presentan como sintomatología clínica fundamental y más frecuente la anemia, por lo que suelen encontrarse fatigados. También presentan lesiones en los huesos, que se acompaña con dolor óseo. Esas son las dos manifestaciones más frecuentes», dice.
Pero, ¿por qué el mieloma múltiple se resiste y no puede ser todavía una enfermedad curable? ¿Llegará la cura para este tipo de cáncer? La hematóloga responde: «Estamos trabajando para que el mieloma se convierta en una enfermedad curable, pero es una enfermedad compleja. Aunque la sintomatología que los pacientes presentan es común —anemia, dolores óseos, células plasmáticas tumorales, un componente monoclonal—, detrás de esa presentación cada paciente tiene una enfermedad diferente. Tanto a nivel molecular como a nivel genético. Eso es lo que lo hace tan complejo; no existe una única alteración molecular que nos guíe a la enfermedad. Por eso es difícil de tratar con un fármaco único o que, de partida, dispongamos de una combinación múltiple de fármacos que ayuden a mantener bajo control la enfermedad».
Pese a que se utiliza el adjetivo 'incurable' para determinados tipos de cáncer hematológicos, esta etiqueta no debe asociarse a una muerte inmediata. Por ejemplo, el hematólogo e investigador Alejandro Martín García-Sancho explicó en La Voz de la Salud que los considerados linfomas indolentes de bajo grado de malignidad se suelen considerar incurables y, sin embargo, muchas veces no requieren tratamiento.
«Los linfomas indolentes de bajo grado de malignidad, que es el más frecuente de todos es el linfoma folicular, evolucionan durante durante muchos años. Empezar un tratamiento precozmente frente a él, si no tienes síntomas relacionados, no ha demostrado que mejore la supervivencia porque pasado el tiempo recaerán. Lo habitual es esperar a que el linfoma adquiera una alta masa tumoral o que tengas síntomas relacionados con el linfoma. Ahí es cuando vamos a tratarlo. Dependiendo de los casos, pueden permanecer estables durante muchos años. Hay que tener en cuenta siempre que los tratamientos son tóxicos, que siempre tienen efectos adversos y a veces es peor el remedio que la enfermedad y es mejor dejar sin tratamiento estos casos», nos explicaba.
El mieloma múltiple es incurable, pero no siempre
Parece contradictorio, pero pese a que el mieloma múltiple se considere una enfermedad incurable, hay pacientes que han atravesado la enfermedad a los que, aunque no técnicamente, sí se les considera curados. «Prácticamente todos los artículos que se escriben sobre mieloma empiezan diciendo que es una enfermedad incurable. Sin embargo, en los últimos veinticinco años se han producido avances muy importantes, tanto en el conocimiento de la biología de la enfermedad como en la aparición de fármacos nuevos», comenta Mariví Mateos que sorprende con su siguiente afirmación: «Estoy segura de que en las consultas y en los hospitales tenemos algunos pacientes de mieloma múltiple curados». ¿Cómo es esto posible?
Explica la profesional que se considera incurable por lo impredecible de la enfermedad, sobre la que aún nos queda mucho por saber, pero de la que cada día conocemos más. «El problema es que, a priori, cuando un paciente llega, no sabemos si se va a poder curar o no. Y es algo que vemos de manera prospectiva, una vez que el paciente recibe un tratamiento óptimo, si responde bien y si la respuesta es duradera. En base a esto, al final, podemos decir que ''parece que usted está curado''». Ese es el gran reto, predecir el desarrollo para poder saber con certeza cómo abordar clínicamente a una persona: «Es el salto que tenemos que dar, intentar convertirla en curable o, al menos, intentar buscar marcadores que nos ayuden a predecir qué pacientes se pueden curar».
La supervivencia a un mieloma múltiple dependerá de factores como la edad del paciente o las características biológicas de la enfermedad. En cualquier caso, la supervivencia global ha ido aumentando a lo largo de los años. Una persona joven, que no reúna características de alto y que pueda ser candidato a trasplante puede tener una supervivencia global superior a los diez años.
A falta de este marcador biológico que nos enseñe una hoja de ruta ante este tipo de cáncer, a falta de una cura para todos los pacientes, cada día tenemos más herramientas para prolongar la esperanza de vida de los pacientes.
Los nuevos fármacos prometedores
«Se han desarrollado muchísimos tratamientos. Tenemos tres clases fundamentales de fármacos a los que se exponen, hoy por hoy, prácticamente todos los pacientes de mieloma: los inhibidores de proteasa, los inmunomoduladores y los anticuerpos monoclonales. Recientemente están apareciendo fármacos nuevos, fundamentalmente estrategias de inmunoretarapia dirigidas contra una antígeno que está en la superficie de las células plasmáticos. Es lo más novedoso que se está aplicando hoy a los pacientes con mieloma y los datos que se están reportando son muy positivos, por lo que invita a pensar que, en un futuro, puedan utilizarse en líneas más precoces, incluso como primera línea de tratamiento, y probablemente ese sea el paso para identificar pacientes con mieloma que se puedan curar», comenta la hematóloga Hospital Universitario de Salamanca, recientemente premiada por la gran asociación americana sobre el estudio de esta enfermedad. Todo un reconocimiento a las cosas bien hechas desde muy cerca de donde usted nos lee.