Cerveza sin alcohol: esta caña no me engaña

SABE BIEN

La OCU ha analizado las cervezas sin alcohol del mercado, concluyendo que la Estrella Galicia 0,0 es la mejor de esta categoría. Hemos realizado una cata a ciegas entre novatas en estas lides para discernir si, efectivamente, alguna merece la pena

22 ago 2019 . Actualizado a las 13:47 h.

No hay frase más manida entre los periodistas que esa que dice que las mejores noticias están en los bares. Asiduos a las barras, dicen las malas lenguas que alguna vez se ha visto a un plumilla tomando un mosto. Pero sobre la cerveza sin alcohol no hay todavía registros. Por eso, como novatas en estas lides, qué mejor que cuatro treintañeras de La Voz para descubrir qué se esconde detrás de esta bebida que es el recurso habitual de muchas embarazadas en las noches estivales y precavidos conductores amantes de la cerveza. Apostamos por esta fecha, bien pasado el ecuador del verano, para ver si merece la pena lanzarse de lleno a este ¿elixir? o, en todo caso, es mejor optar por un refrigerio de los de toda la vida. Ojo a un dato antes de continuar: casi el 15 % de los litros de cerveza consumidos en el 2017 en España fue cerveza sin alcohol. ¿Será que no es tan mala idea?

Antes de empezar una cata a ciegas con seis latas de cerveza sin alcohol y 0,0 de diferentes marcas es importante matizar la diferencia que existe entre ambas categorías. En el caso de las cervezas sin alcohol uno se puede encontrar hasta un 0,9 % de alcohol (lo que quiere decir que, por ejemplo, quien se tome dos latas de cerveza sin alcohol, al final se estaría tomando el equivalente a una caña normal); mientras que en las que dicen ser 0,0, el etiquetado debe ser escrupuloso con la realidad y, efectivamente, no llevar nada de alcohol. Con estas puntualizaciones hechas, los conejillos de indias comienzan, libreta y boli en mano, a examinar seis vasos de cerveza después de degustar un traguito de una caña de verdad para diferenciar el sabor respecto a sus homólogos sin alcohol.

Las cervezas seleccionadas son: Estrella Galicia 0,0; Aurum 0,0; Mahou sin; San Miguel 0,0; Molen Bier sin y Amstel 0,0. Empecemos. Y un apunte: los vasos de plástico no han favorecido, en absoluto, y como suele pasar, el veredicto.

Comienza la fiesta de la espuma con la que para la OCU es la reina de corazones: la Estrella Galicia 0,0. Las catadoras oficiales de La Voz, pese a la sorpresa generalizada tras desvelarse el misterio, valoraron positivamente su aspecto y doradísimo color, no tanto su espuma y estructura. Habituadas a beber litros de su vigorosa hermana con alcohol echaron de menos algo más de cuerpo en el trago; además, hubo comentarios desalentadores con respecto al olor: mucho más fuerte que el de la cerveza a la que están acostumbradas a consumir en los afterworks. Para gustos...

La cerveza Aurum 0,0 no recibió muchos piropos por parte de la crítica. La ausencia de gas fue un comentario recurrente en la prueba de esta cerveza; aunque la aportación más llamativa fue la de una de las trabajadoras, que aseguró que el trago le sabía a pipas. De color puede decirse que es de las más pasables. 

Si la Aurum sabe a pipas, el problema de la Mahou sin alcohol es, justo, que no sabe apenas. La comparación con un agua con gas fresquita fue inevitable. Aunque alguna, más cruel, comparó esta bebida con el sabor de las litronas de los botellones en el compostelano parque de la Alameda. La conclusión fue demoledora y en una sola palabra: «floja». 

Examinando la Molen Bier comienza a ser habitual escuchar eso de que los olores de estas cervezas echan para atrás a cualquiera. También que el regusto que dejan la mayoría, inexplicablemente para un profano, es a fruto seco. Sin embargo, esta birra gana por goleada en cuanto a la intensidad de sabor, que parece recuerda más al de una cerveza clásica. Bien es cierto que, aseguran, se debe al acentuado matiz del trigo. La escasísima intensidad de la Amstel 0,0 merma los ánimos de estas jóvenes, que comienzan a desistir en esto de pasarse a la versión saludable de la cerveza. Con un tono más anaranjado que el resto, vuelve a quedar patente la ausencia de gas y un olor a, dice una de ellas, «pistacho pasado». Saben tanto estas chicas de frutos secos que quizás el objeto de la cata haya sido un error.

Aroma a alcohol

La que se lleva más piropos es la San Miguel 0,0. Entre otras cosas, mantienen, por ser la que tiene el parecido más razonable a una cerveza con alcohol. De hecho, el aroma que desprende, comenta una de estas catadoras, es precisamente a alcohol. ¿La pega principal? Que sigue resultando muy acuosa si estás acostumbrada a cervezas fuertes, como es el caso de la mayoría de gallegos. 

A la pregunta final tras el test, sobre si voluntariamente pedirían una cerveza sin alcohol, la respuesta es la misma: sí, en caso de no poder tomar alcohol. Un quiero y no puedo que jamás competirá, aseguran, con la clásica, dorada, fuerte y sabrosa caña. 

también en sabe bien