La respuesta definitiva: el color no influye en el sabor del mejillón

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Plateresca

Si eres de los que apartas en tu plato los mejillones que tienen un color más pálido, te interesará saber que su aspecto no afecta al sabor y que el hecho de que sean más claros solo se debe a una cuestión de «sexo»

10 abr 2019 . Actualizado a las 10:43 h.

Si cada vez que ves un mejillón algo más pálido de lo normal optas por no comerlo, te estás equivocando. No tiene nada de especial, salvo que se trata de un mejillón macho en su momento de esplendor, es decir, en su madurez. Esta cuestión de sexo es la única por la que se diferencian los mejillones más pálidos del resto, de un naranja intenso, mucho más apetecibles a la vista. Así lo confirma la Denominación de Orixe Protexida (D. O. P.) Mexillón de Galicia que son los que más saben de mejillones gallegos: «En general, tienen una tonalidad anaranjada muy intensa si los comparamos con los criados en otras aguas. Se debe a que las aguas de las rías son muy ricas en fitoplancton, que son las algas microscópicas de las que se alimenta nuestro mejillón. Sin embargo, algunas veces podemos encontrarnos mejillones con una tonalidad crema, debido a que los mejillones machos cuando están maduros tienen esa tonalidad más pálida», indica el consejo regulador.

Así de simple es la explicación que da este organismo ubicado en Vilagarcía y que también destaca que su tonalidad no afecta al sabor de este molusco tan apreciado: «Estas diferencias de color no influyen en el sabor de forma apreciable, ya que todos los mejillones cultivados en las rías se alimentan por igual de esa abundante dieta de microalgas. Así podríamos decir que el mejillón de Galicia sabe a nuestro mar», aclara la institución que regula el sector y que también indica que el tono más pálido es la única característica visible para distinguir el sexo de este molusco: «Sus conchas son iguales y a simple vista solamente podemos diferenciar los machos de hembras cuando están maduros por la coloración de su carne, más pálida en los machos».

Para el consejo regulador el secreto del mejor mejillón del mundo está en el fitoplancton de las rías gallegas y, precisamente, en esa combinación de aguas frías y vientos del nordés que provoca lo que se denomina afloramiento costero: «Todo empieza en primavera cuando los vientos del norte que empujan las aguas superficiales de las rías hacia el océano, permiten la entrada en las rías de frías aguas profundas cargadas de nutrientes. Esas aguas profundas fertilizan nuestra costa y permiten el desarrollo de una ingente cantidad de alimento (microalgas) que es la base de la riqueza marisquera y pesquera de Galicia», aclara esta institución que tiene claro que este afloramiento costero, que se repite todo los años, «es el que ha permitido el notable desarrollo del cultivo del mejillón en Galicia».

Líderes en producción

No en vano los gallegos podemos presumir de que Galicia es la principal región de la Unión Europea en producción acuícola de mejillón gracias a las bateas, «una actividad totalmente natural y con mucha tradición» y de la que viven miles de familias. Además, es líder en el mercado. Esto explica que el año pasado la denominación de origen Mexillón de Galicia alcanzase cifras históricas al certificar 54 millones de kilos de mejillón, un 27 % más que en el ejercicio anterior: «De ese volumen total, una parte se destina al mercado fresco y otra acaba en la industria transformadora», indica el consejo regulador que también subraya que el único mejillón que se puede acreditar su origen cien por cien gallego «es el que porta el sello de la denominación de orixe Mexillón de Galicia».

En cuanto al mejillón de batea y el de roca, el consejo regulador explica que ambos pertenecen a la misma especie, pero se diferencian por su tamaño, forma y gordura de la carne debido al lugar en el que se crían: «Mientras el de batea puede comer en abundancia, ya que permanece siempre sumergido en el mejor sitio posible para alimentarse, el de roca está sometido al ir y venir de las mareas, por lo que permanece fuera del agua parte de la jornada y está expuesto a condiciones ambientales menos favorables. Esto hará que crezca y engorde menos».

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