«Hay mucho azúcar oculto y eso hace que la gente se enganche»

Marta Otero Torres
marta otero REDACCIÓN / LA VOZ

SABE BIEN

El experto Miguel Ángel Martínez-González asegura que el pan blanco es el principal problema de alimentación en España

26 sep 2018 . Actualizado a las 10:56 h.

Su último libro, Salud a ciencia cierta (Planeta), presiona la tecla más candente del momento. Con un filtro que analiza las trampas de la industria alimentaria, Miguel Ángel Martínez-González (Málaga, 1957) ofrece las pautas para una vida sana.

-¿Quien tiene la culpa de la obesidad?

-De fondo hay una cultura de sobrealimentación, de exceso de consumismo. A eso se suma la perversidad de las industrias alimentarias, que saben que la población es vulnerable y aprovechan esta tendencia para vender más productos insanos que son baratos y a los que pueden sacar mucho margen.

-Lo del azúcar oculto no es una broma, entonces.

-Nuestra comida está cada vez más procesada, y en ese procesamiento se pone cada vez más azúcar. Las bebidas azucaradas tienen tanta cantidad que les añaden ácido ortofosfórico para que no den náuseas. Hay mucho más azúcar oculto del que parece, y eso hace la gente se enganche. Ese experimento de poner a calentar una coca-cola y ver lo que queda es muy significativo. La gente no sabe que en un bote de cacao en polvo el 70 % del peso es azúcar.

-Dice usted en su libro que los lácteos no son tan necesarios.

-No lo son. Se han vendido como un producto saludable y se ha extendido un mito de que hay que consumir tres raciones al día para que la dieta sea sana. Pero la dieta puede ser sana sin necesidad de consumir tantos lácteos. Aunque el yogur es precisamente es el único lácteo que se podría salvar, porque hay estudios solventes que demuestran que el consumo de yogur puede prevenir la diabetes y la ganancia de peso. Esto se aplica al desnatado y al griego, pero no a los que tienen mucho azúcar así que hay que mirar el contenido.

-¿Y el pan? ¿Es tan malo como dice?

-El pan blanco es el principal problema de la alimentación en España, porque no sabemos comer sin pan. Tomamos un añadido de pan en cada comida y ni lo contamos. El pan se hace del grano del cereal, al se le quita el salvado y el germen y se queda prácticamente con el almidón. El almidón es una molécula compuesta por glucosa en cadena, y nuestro organismo es muy eficaz para transformar rápidamente el almidón en glucosa. Se trata, al final, de un alimento añadido, un carbohidrato de absorción rápida, que produce un pico de glucosa en la sangre. Eso va a agotar el páncreas, sobre todo si hay una situación de sobrepeso, que es lo que tiene el 70 % de los adultos en España.

-Con la cesta de la compra por las nubes... ¿La obesidad no se ceba con las rentas más bajas?

-Claramente, se ha visto en todos los estudios que las personas con nivel educativo y menor poder adquisitivo son a las que más les afecta la obesidad. La industria alimentaria sabe muy bien cómo buscar productos que tengan materias primas muy baratas a las que sacan mucho margen vendiéndolas baratas y la población con menos recursos consume más de esos productos. Estas personas se hacen más vulnerables a las presiones consumistas porque tienen menos recursos educativos para hacerle frente. Creo que este es un tema que está en la base de la epidemia de obesidad.

«Los estudios sobre alimentación tienen que tener financiación pública»

Miguel Ángel Martínez-González asegura que se ha demostrado que cuando los estudios sobre bebidas azucaradas fueron financiados por las grandes compañías «era cinco veces más frecuente que negaran que los refrescos azucarados producen obesidad».

-¿Ya no nos podemos creer nada de lo que nos dicen?

-El problema es que cuando la financiación de los estudios la hace la industria alimentaria está demostrado que se maquillan de alguna forma los datos. Es importante que haya una financiación pública independiente y competitiva, donde todo sea transparente.

-Eso de que el vino es bueno, por ejemplo.

-Se puede decir que el alcohol [vino tinto] puede reducir el riesgo de infarto de miocardio, pero esto no se aplica a gente menor que no está en este grupo de riesgo. Y el alcohol es un problema importante en la gente joven. Un 30 o 40 % de los adolescentes españoles tienen una borrachera al menos una vez al mes. Es una lacra importante que no hemos sabido combatir. Las principales muertes a esa edad pueden ser por suicidio, tráfico y cáncer de mama, y eso si que tiene que ver con el alcohol.

-Otro mensaje de su libro: para perder peso no vale la excusa de la genética ni la constitución.

-Casi nadie está en el peso ideal. La gente se justifica diciendo: «es mi constitución», «es mi genética», pero la genética dice muy poco en el porcentaje de la variabilidad en el peso corporal. También es un mito y no es cierto lo de que es normal engordar con la edad.