Empezó hace nueve años en EE.UU. y se ha expandido a países como Reino Unido, Francia, Canadá o Alemania. Se llama Glassdoor y es un punto de encuentro en Internet donde la gente cuenta las condiciones de su trabajo de modo anónimo. Ya le llaman el Wikileaks de los recursos humanos. Las firmas más potentes han tomado nota. Invierten recursos en controlar su imagen en esta red. Aún no ha llegado a España. Pero llegará.
Javier Becerra