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Quemados con el combustible

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

María Pedreda

Por su coste, por si se prohíbe su exención fiscal, por si se le grava con un impuesto... La pesca arde con un gasoil que amenaza con inflamar el 2022

02 ene 2022 . Actualizado a las 16:36 h.

El barril de brent se ha convertido en la nueva pesadilla del sector pesquero, ya bastante desvelado por la falta de relevo generacional y del recorte de cuotas. Ya le ha dado el 2021, con una subida entre enero y diciembre que, en cálculos de la patronal de la pesca española, Cepesca, alcanza un 44,44 %. Y podría amargarle todo el 2022 si se alían los astros de la geopolítica, con los arreglos comerciales que se tejen en la OMC y con el repintado de verde que está dando Europa a sus sectores económicos para llegar antes que nadie a la neutralidad carbónica. Si finalmente se alinean, será el sector pesquero el que quedará carbonizado.

subvenciones nocivas

La OMC jugando a «hundir la flota». El litro de combustible para el sector pesquero roza ahora los 60 céntimos de euro, casi el doble de lo que costaba en el mismo mes del 2020: 36 céntimos. Ni que decir tiene que eso ha hecho mella en los costes de explotación de todos los segmentos de flota en general, pero del arrastre en particular. De prosperar la línea dura, esa que busca en la Organización Mundial de Comercio (OMC) que las exenciones fiscales y bonificaciones al combustible profesional sean vistas como subvenciones nocivas que alientan la sobrepesca y la actividad ilegal y por tanto deben estar prohibidas, el sector pesquero está perdido. Si un barco tiene que pagar el litro de gasoil igual que lo paga un turismo, los palangreros entrarían en pérdidas, al igual que el enmalle y el arrastre de litoral; la bajura vería reducido un 20 % su beneficio y los arrastreros de Gran Sol y gran altura directamente tendrían que amarrar, según el análisis del grupo de Economía Aplicada de la Universidade de Santiago. Y aunque el covid anuló la Conferencia Ministerial en la que, tras veinte años de discusiones, iba a tomarse una decisión sobre los subsidios pesqueros, tanto la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, como el presidente de las negociaciones, el embajador colombiano Santiago Wills, quieren cerrar definitivamente el asunto en marzo. Desde el sector critican que la institución se haya puesto a jugar a hundir la flota solo por sacar adelante un asunto y sacudirse esa mala imagen de escasa capacidad de concluir acuerdos.

Objetivo 55

Gravar el gasoil y los combustibles fósiles. Con un ojo en Ginebra, el otro está puesto en Bruselas. Allí es donde se prepara la mezcla para dar con el verde fuerte que quiere para su economía en el 2050. Para conseguirlo se ha fijado el Objetivo 55 (Fit for 55). Porque ese es precisamente el porcentaje de emisiones que quiere reducir de aquí al 2030. Claro que para eso pretende aplicar un impuesto a los combustibles fósiles, que, según calcula la patronal comunitaria Europêche, gravaría con 14 céntimos el litro de un combustible cuyo precio ya está desbocado. Con esos dos frentes, al sector pocos ojos le quedan para atender a Ucrania, Kuwait, Nigeria, Venezuela o cualquier otro punto en el que los líos geopolíticos puedan hacer explotar el precio del brent.

europa azul

Retoques en lugar de reforma de la PCP. En Bruselas también toca elegir el azul que se quiere para la política común de pesca (PCP), que, según el calendario decenal que sigue, tendría que renovarse en el 2023 y, por tanto, en este 2022 debería ir perfilándose. Sin embargo, «la Comisión no quiere hacer una revisión profunda, sino pequeños cambios» en la que ahora está en vigor, apunta Javier Garat, secretario general de la patronal pesquera. Una lástima para un sector que vería de buen grado una nueva redacción para la obligación de desembarque y un subrayado en la parte social y económica cuando menos tan grueso como el de la medioambiental. Más ambicioso se muestra Torcuato Teixeira, secretario xeral de la Fundación Rendemento Económico Mínimo Sostible e Social (Fremss), que apunta a la necesidad de «revisar de unha vez por todas a estabilidade relativa», la clave de reparto que tiene a España siempre escasa de merluza, rape, cigala y sin siquiera un kilo de bacalao.

¿El superaño por fin?

Citas pendientes para la pesca. El 2020 iba a ser el superaño para la pesca. Se quedó en el superaño del covid. Pasó entonces el testigo al 2021, que entre deltas y ómnicrons también ha tenido que ceder turno. Así que, si no lo impide cualquier otra variante con nombre de letra griega, este 2022 debería ser ese año repleto de citas capitales para el sector pesquero. Tan decisivas como la Conferencia de los Océanos, que buscaba dar un impulso hacia la consecución de masas de aguas sanas; la Convención sobre Biodiversidad, que marcará objetivos para proteger las especies en agricultura, silvicultura, pesca, turismo y gestión del agua; la reunión del comité de pesquerías de la FAO (COFI), en la que se formulan recomendaciones mundiales para Gobiernos, organizaciones regionales de pesca, oenegés, sector, etcétera, y la temida Conferencia Intergubernamental sobre Biodiversidad Marina en Alta Mar (BBNJ, por sus siglas en inglés), de la que tiene que salir un acuerdo jurídicamente vinculante para proteger los recursos genéticos en alta mar y que afectará a actividades como la minería, la pesca, los hidrocarburos, la biotecnología, la energía eólica marina... La eólica marina. Eso merece punto y aparte.

 

eólica offshore

Lucha de gigantes. El Ministerio de Transición Ecológica cerró el año diseñando una hoja de ruta para la energía eólica marina, un sector emergente que pretende exprimir al máximo para contribuir a reducir una factura eléctrica que ahora está desbocada. Y el sector pesquero arranca el año diseñando también su propia hoja de ruta para que esos gigantes que son molinos no invadan las zonas de las que extraen rapes, merluzas, besugos o fanecas con las que alimentar de forma saludable a la población. Se avecina así una lucha de gigantes por convertir el aire, no en gas natural —si se permite el guiño a Antonio Vega, sino en electricidad. Que está carísima precisamente por ese gas natural.

ley de pesca sostenible

Una sostenibilidad de tres patas. También en clave nacional está la Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera, cuya tramitación parlamentaria debe empezar en este 2022, que viene a sustituir a una normativa por la que ya han pasado veinte años y dos reformas de la política pesquera comunitaria. Especial atención pondrá el sector en ese mecanismo de optimización de cuotas, ahora que se ha regresado de Bruselas con menos posibilidades de pesca.

La bajura sabrá si debe embarcar las tabletas que quiere el reglamento de Control Pesquero

Acumula retraso y todavía está en el trílogo —Parlamento, Consejo y Comisión—, pero este año debería ser el de la aprobación de la reforma del reglamento de Control Pesquero, ese que levantó ampollas en todo el sector con su empecinamiento en meter cámaras a bordo, pero en particular entre los profesionales de la bajura y el marisqueo, que se ven embarcando dispositivos de geolocalización y tabletas para enviar desde el barco unos datos que facilitan nada más llegar a puerto.

arrastre

En el punto de mira. Si hay un segmento de flota que ve con especial preocupación su futuro, ese es el arrastre. Y no solo por la pira que amenaza con desatar el combustible, sino por la inquina que se está alentando contra un arte de pesca que, defienden sus armadores, está perfectamente regulada y fuera de las áreas sensibles. Por el momento va ganando la corriente ambientalista que demoniza esta forma de pescar, la única para capturar rape, por ejemplo. Tanto es así que su mensaje ha calado incluso en el comisario de Pesca, Virginijus Sinkevicius, que dice sin ambages que «la pesca de arrastre de fondo es la actividad más perjudicial para el fondo marino» y no duda en fotografiarse apoyando a ambientalistas que quieren prohibirlo. Esas presiones no son casuales: en este primer trimestre toca desarrollar el plan de acción para proteger los ecosistemas marinos, donde se dictará sentencia sobre el arrastre.

portugal

Descanso semanal. Después de años demandándolo, el arrastre de litoral gallego se medirá en igualdad de condiciones al portugués —mucho de capital gallego— que faena en el Cantábrico. Portugal y España han publicado ya el acuerdo de pesca que impone el descanso semanal a los arrastreros portugueses que operan en aguas españolas e impone las mismas reglas para ambas flotas. ¿Ocurrirá como en el 2014, que se anunció el descanso semanal para los lusos y no llegó a entrar en vigor? Teixeira dice que no. Esta vez el texto se ha puesto negro sobre blanco en los dos países.

crisis de la mejilla

Santuarios. Tampoco más cerca de la costa están las aguas calmadas. El plan de explotación del percebe, con vedas para extraer mejilla y santuarios para el crustáceo, será el punto de partida de nuevas acciones para los bateeiros, que quieren recuperar el control sobre la cría para sus bateas.