Con la comida ¿sí se juega?

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Galicia se suma a la moda de los retos gastronómicos imposibles, no aptos para todos los estómagos, que nacen del germen de Crónicas carnívoras

09 oct 2018 . Actualizado a las 11:25 h.

Novecientos gramos de carne, cebolla, bacon, lomo, tomate, lechuga y tortilla. Podría parecer la lista de la compra para una contundente cena con amigos de un sábado noche, pero nada más lejos de la realidad. Todos estos alimentos los debe ingerir una sola persona y en tan solo 45 minutos. Estas son las normas que pone el Restaurante San Martín (Begonte) a los intrépidos que quieran someterse a este reto. ¿El premio? No pagar los 15 euros que cuesta la súperhamburguesa y dos consumiciones gratuitas.

 El San Martín no es el único establecimiento gallego que se ha apuntado a la ya creciente moda de hacer challenges gastronómicos, un juego en el que el comensal es el protagonista y terminarse la comida a tiempo el objetivo. La web  Restaurantes con reto recoge en España más de un centenar de concursos que consisten en devorar bajo la presión del cronómetro. En Galicia, son cuatro los locales que incluye esta página: Hamburguesería Florida (A Estrada), Novo Batel (Vilagarcía), Pizza Tutto (Viveiro) y el ya mencionado Restaurante San Martín de Begonte, aunque algunos, como el Florida, ya no tienen la prueba en activo. Sus retos: desde una pizza con 2 kilos y medio de masa más ingredientes, hasta un bocadillo de tres kilos y medio que cuenta, entre otras cosas, con 12 huevos y 900 gramos de pan.  Pero no son los únicos locales que han sucumbido a este tipo de retos. En junio, dos jóvenes youtubers consiguieron la hazaña de devorar 7 kilos de masa e ingredientes en un Pizza Tutto de Fene de más de 19.000 kilocalorías. Lo tenían que superar en 45 minutos y lo consiguieron en 28. Una marca más que ambiciosa.

Nadie mejor que el creador de Restaurantes con reto, Sezar Blue, para contar qué es lo que atrae a la gente a ingerir esas cantidades masivas de comida. Su afición nació mientras veía el conocido programa Crónicas carnívoras. Bajo el tic-tac del cronómetro conoció al que ahora es su socio, Joe Burgerchallenge, que cuenta con más de 80 retos superados y narra sus aventuras a través de su canal de Youtube. Sezar tiene un palmarés menos abultado, 20 victorias, aunque suficiente para ser ya todo un experto en comer bajo presión. A las inevitables críticas contesta tajante: «La gente dice que esto no es saludable y va los fines de semana y se hincha a cubatas o fuma. Yo voy todos los días al gimnasio, mido lo que me como, no tomo nada frito... Mi estilo de vida es casi de monje budista». Añade también que esta práctica no es, ni mucho menos, habitual. «No es todos los días ni todas las semanas. Nos cuidamos un montón el tema de análisis de sangre,  llevamos todos los controles a rajatabla», confirma. Este control y constancia es necesario también para hacer los retos. «El día de antes debes dilatar el estómago todo lo posible y para eso hay que comer cosas que puedas expulsar fácilmente, como 4 o 5 kilos de sandía», apunta, aunque estos trucos no son infalibles y alguna vez ha sufrido una mala pasada. Su peor reto fue en Vitoria y consistía en comer alitas picantes: «Ha pasado un año y medio y no he vuelto a ser el mismo», concluye.

 Puede parecer divertido enfrentarse a uno de estos retos, pero no es apto para todos. Así lo deja claro la nutricionista Fátima Branco. «Hay que tener la maquinaria lo más preparada posible, aún así, con un estado de salud óptimo, puede conllevar problemas a corto y largo plazo» e indica que una persona sin ningún tipo de preparación puede llegar a sufrir «un corte de digestión o gastritis». La experta alerta también del peligro que puede ocasionar este tipo de challenges en personas con colesterol o glucosa altos, pudiendo derivar en diabetes o hipertrigliceridemia.

Una gran forma de promoción

Estos riesgos no asustan a los cientos de personas que cada año se interesan por estas pruebas y los restaurantes ya ven en estos concursos y retos un gran filón para atraer clientes. En el Novo Batel, en Vilagarcía, estiman que «entre 5 ou 6 persoas ao mes» intentan devorar su bocadillo de 3,5 kilos en menos de una hora «pero aínda non o conseguiu ninguén». La idea les surgió a ellos también a través de Crónicas Carnívoras y Manuel Tourís, dueño del restaurante, cree que el balance ha sido «moi positivo», aunque con el reciente cambio de ubicación del restaurante hay menos demanda. Aún así, «vén xente de toda Galicia só polo reto» aunque «hai moita xente que o fai por parellas», comenta.

Gonzalo Pose, gerente del local estradense Argentinos Burger, concuerda en que este tipo de retos «le da mucha notoriedad a la empresa». Todo empezó «un poco de broma, como una campaña publicitaria» y se perfiló como un gran evento de comer perritos calientes pero con música en directo y actividades. El último concurso fue en el 2015, pero no descartan repetirlo. «Aunque organizarlo era agotador, me quedó la espinita clavada», comenta. Y no es para menos. En su última edición consiguieron reunir en el evento «a más de 3.500 personas de público» y a día de hoy reciben llamadas «desde Madrid o Asturias preguntando si seguimos celebrando el certamen», afirma Gonzalo. «Si lo retomo sería con una nueva perspectiva, con un concepto más definido, que gire entorno a la buena gastronomía, con buenos conciertos», sentencia.