El gobierno local afronta el reto de cumplir compromisos clave antes del 28M en plena reorganización interna por la dimisión de Deus y con la oposición metida en campaña
04 feb 2023 . Actualizado a las 14:08 h.Tras la reciente crisis de gobierno desatada esta semana y a las puertas de la campaña electoral, al ejecutivo de Ferrol le restan poco más de tres meses de mandato, que se le harán, previsiblemente, largos y difíciles. El tiempo apremia para cerrar temas clave antes de que termine la cuenta atrás. Y algunos se revelan prácticamente imprescindibles si Ángel Mato quiere albergar opciones a la reelección. Con una reorganización del ejecutivo en ciernes por la dimisión de la concejala María Teresa Deus y la carrera hacia las urnas desatada, el alcalde está obligado a apurar su proverbial «pasito de buey» para llegar al 28M con una hoja de servicios que incluya alguna de sus prioridades. Su decisión de gobernar en solitario con una minoría de ocho, y pandemia de por medio, pusieron cuesta arriba su cumplimiento. Ahora le restan cien días hasta la campaña para afrontar los retos incumplidos.
El acuerdo clave
Convenio con Defensa. Es la principal cuenta pendiente del mandato. Mato se comprometió a dar carpetazo al convenio con Defensa, el acuerdo de cesión de una decena de propiedades militares desafectadas que se remonta a tres décadas atrás, y que incluye una pieza urbanística clave: el Sánchez Aguilera. El alcalde avanzó su intención de llevar al pleno de este mes la ratificación de ese acuerdo, para el que espera contar con el apoyo del PP, que dejó firmado el acuerdo en 2015 y sobre el que el gobierno actual se ha esforzado en no modificar «ni una coma». Es la única vía posible para sacar adelante un documento al que se oponen expresamente sus supuestos aliados naturales, Ferrol en Común y, especialmente, el BNG. Mato tira de aritmética variable para mirar a la derecha en busca de una hipotética suma de 20 votos —19, si la incorporación de Rafael Fernández Beceiro en sustitución de Mayte Deus no llega a tiempo—. El PP no alfombrará el camino, como ya demostró con la alegación presentada a la reparcelación del Sánchez Aguilera, y sobre la que el gobierno local todavía no se ha pronunciado. No conseguir poner el broche al convenio de Defensa pondría a Mato la campaña cuesta arriba.
Urbanismo
Derribo de la nave provisional y obras en San Francisco. Son el aspecto más visible de la gestión municipal, pero también ejercen de catalizador de la polémica. Tras la suscitada a cuenta de la demolición de las buhardillas del Ayuntamiento dentro de su rehabilitación, y con el macroproyecto de reurbanización millonaria de la calle de la Iglesia en marcha, aunque a menor ritmo del previsto, el gobierno contempla el inicio de dos obras en este tramo final. El más inminente, la reforma de la calle San Francisco, en Ferrol Vello, cuyo contrato ya ha comenzado a correr, pero donde las máquinas todavía no han comenzado a levantar el firme. Y otro que se encuentra todavía en proceso de contratación, es el que incluye el derribo de la nave provisional del mercado y la reurbanización de la plaza. Las elecciones llegarán antes de que pueda verse el resultado, pero Mato aspira a poder anotarse al menos el tanto del inicio de la acción de la piqueta.
Servicios
Contrato de la basura. Regularizar la situación de los servicios sin contrato era una cuestión crucial, muy lejos de haberlo conseguido. El conflicto desatado con el área de jardines es una muestra de ello. En el tramo final el desafío para el gobierno será poder presentar los pliegos para licitar la contratación de la recogida de basura y limpieza viaria, uno de los mayores contratos municipales en cuantía y personal.
Saneamiento
La conexión del rural. Con el conflicto por la depuración enquistado, y judicializado, con Narón, el actual gobierno debe intentar lograr algún avance en otra cuestión relacionada con el saneamiento: la conexión del rural. La histórica demanda de las parroquias era otra promesa crucial en el programa electoral de los socialistas. Tras la cumbre con el presidente de la Xunta en octubre, Rueda y Mato pactaron agilizar los plazos para su llegada. Más de tres meses después, no se conocen avances y si el gobierno local quiere lograrlos antes de mayo tendrá que lidiar con una administración de otro signo. Si nada lo remedia, la cuestión volverá a llenar los mítines de la próxima campaña electoral ferrolana.
Infraestructuras sociales
Residencia de mayores. La infraestructura social que construirá la Fundación Amancio Ortega está todavía pendiente. El Concello logró ceder en este mandato el suelo de O Bertón donde se levantará, pero el inicio de las obras se mantiene pendientes de trámites técnicos entre el Gobierno central y la Xunta.
Recursos humanos
Hacer frente a los problemas de personal. La deficitaria plantilla municipal ralentiza la acción de diversos servicios. Y desemboca en problemas como el surgido en la biblioteca municipal. Intentar lograr la mayor efectividad en estos meses con el personal de que se dispone, y sin conflictos, será uno de los retos de una concejalía que ahora tras la marcha de Deus recayó en Eva Martínez. No en vano, el ejecutivo propone destinar la ayuda del POS Adicional de este año a contratar dos trabajadores para reforzar los servicios sociales.
Deportes
Creación del instituto municipal. Anunciado recientemente, la creación de un Instituto Municipal de Deportes, que ejerza funciones similares a las del patronato suprimido en 2012, por el momento es solo un anuncio. Los estatutos no están presentados, pero no se renuncia a llevarlos a pleno este mandato.
Los plenos
Saber controlar la presión. Las escasas sesiones plenarias hasta mayo ejercerán de palestra electoral. Con el clima de tensión in crescendo, el gobierno tendrá que soportar la presión del incremento de las protestas sociales y los reproches, y votaciones, de la oposición.