La Marea y Ferreiro se atan a la investigada Claudia Delso

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

La concejala es una pieza clave del núcleo duro del alcalde, ya que dirige el área de Participación, estratégica para el partido. El presupuesto que maneja casi se multiplicó por nueve desde el 2016

26 ene 2019 . Actualizado a las 21:23 h.

Ni Xulio Ferreiro ni la Marea Atlántica quieren que la concejala Claudia Delso, investigada por un presunto delito de prevaricación administrativa en la cesión de usos de la cárcel provincial, deje su cargo en el gobierno.

La coordinadora de la Marea tiene «absoluta confianza» en el trabajo de Delso, y otro tanto ha dicho Xulio Ferreiro, que no descarta que la titular de Participación le acompañe en la lista de las municipales de mayo. Que esté investigada, la figura jurídica equivalente a imputada, «non ten nada que ver, non vai influir».

El alcalde y la coordinadora de la Marea aseguran que no se dan las condiciones que marcan el programa electoral y los códigos éticos de la Marea -el vigente desde el 2015 y el que entrará en vigor a partir de mayo-, que afirman que los cargos electos, personal de confianza y cargos directivos de la Marea «comprométense a renunciar de forma inmediata ante a imputación xudicial de delitos relacionados con corrupción, prevaricación, tráfico de influencias» y otros.

Los motivos por los que ni el alcalde ni la Marea quieren prescindir de Delso son varios. En primer lugar, la titular de Participación forma parte del núcleo duro del alcalde. Fue una de las componentes del colectivo Lanzadeira, que en el 2018 impulsó una reforma de las normas internas de la Marea que blindaba la futura candidatura del alcalde y su capacidad -y la de sus asesores- para hacer la lista electoral.

Delso ha sido además la concejala que más ha visto crecer el presupuesto que maneja. En las primeras cuentas redactadas por la Marea, las del 2016, su área contaba con 1,2 millones de euros. En el 2017, asumió las competencias de Informática, Innovación e Desenvolvemento Tecnolóxico e Interior, que estaban en manos de la titular de Facenda, María Eugenia Vieito, y los fondos a su cargo pasaron a rozar los 7,8 millones. Su asignación siguió creciendo, y en el presupuesto de este año contará con casi 8,9 millones de euros, 100.000 euros más que la concejalía de Emprego que gestiona Alberto Lema.

Delso dirige además un área clave: Participación, de la que la Marea ha hecho bandera. Pero su modelo para que los ciudadanos tengan más voz en las decisiones no ha estado libre de polémica. 

Del Dillo Ti a los firmantes

El programa estrella, el Dillo Ti, está considerado una actividad propagandística por la junta electoral, que lo vetó en el 2016 porque vulnera el artículo 50.2 de la ley de Elecciones Generales. El gobierno local también minimizó en público el gasto que supone ese programa y el llamado A Porta Aberta. Las cifras de la Marea fueron desmentidas cuando el BNG hizo públicas en mayo del 2016 una serie de 27 facturas por más de 144.000 euros, una cantidad más elevada que la que admitía el equipo de Xulio Ferreiro.

La concejala también ha estado en el punto de mira por los contratos a firmantes del manifiesto de la Marea del 2015. Entre el 2016 y el 2017, el gobierno local otorgó más de 330.000 euros a rubricantes de ese texto. Más de la mitad de los fondos, 170.000 euros, salieron del área de Delso.

Lo mismo ocurrió con parte de los programas iniciados por la concejalía. El caso más sonado fue el del laboratorio ciudadano Co-Lab. La mitad de los fondos destinados a proyectos, mediación y comunicación de esa iniciativa -47.190 euros de 94.673- fueron adjudicados a firmantes.

A la vista de esos datos, el PP acusó al gobierno local de intentar organizar una «red clientelar» con fondos públicos. El gobierno local se defendió diciendo que no puede vetar que alguien opte a un contrato público por haber firmado un manifiesto político.

En la práctica totalidad de los casos se trataba de contratos menores, que se tramitan sin publicidad ni libre concurrencia. Esquerda Unida, hoy integrada en la Marea, los describía cuando gobernaba el PP de forma gráfica como contratos «a dedo».

La Marea se comprometió en su programa a usar los contratos menores solo en casos excepcionales, pero en el 2017 se firmaron más en María Pita que en el Ayuntamiento de Madrid. La concejalía de Delso no es una excepción. Solo entre el 1 de enero y el 30 de septiembre del 2018 firmó 250 contratos -más de uno por día laborable- que sumaban 415.000 euros con 138 empresas.

Otro motivo que explica la continuidad de Delso es que su marcha ahora sentaría un precedente que podría afectar a otros miembros del gobierno en los próximos meses. El caso de la cárcel acaba de empezar, y es posible que se investigue a otros ediles. Además la Fiscalía mantiene abiertas diligencias penales por el caso de la compra irregular de dos inmuebles a un afín a la Marea, que también podría llegar a los tribunales y afectar a otros concejales. El pleno ya ha exigido por unanimidad de la oposición el cese de los ediles que participaron en esa operación, Alberto Lema y Xiao Varela, otro miembro del núcleo duro del alcalde.