Los fieles a Xulio Ferreiro intentan cambiar la Marea Atlántica para controlar la lista electoral

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Marcos Míguez

Las modificaciones dificultarán que las formaciones menos poderosas tengan posibilidad de entrar en la candidatura

26 ene 2018 . Actualizado a las 08:20 h.

Entre hoy y mañana, la Marea Atlántica celebrará su «Marea Viva», un proceso similar al de los congresos de otros partidos. El objetivo de la asamblea es cambiar los documentos fundacionales del partido (código ético, forma de gobierno, y reglamentos de primarias y de elaboración del programa), además de aprobar una estructura estable.

¿Quién promueve las reformas internas?

Todas las reformas están promovidas por un colectivo denominado Lanzadeira, compuesto por 56 personas. Entre ellas se sitúan los fieles del alcalde, que no forma parte del colectivo personalmente, empezando por su jefe de gabinete, Iago Martínez, otros asesores del gobierno local y los concejales Xiao Varela, Silvia Cameán, Claudia Delso, Eugenia Vieito y María García.

¿Quienes faltan?

En el colectivo Lanzadeira no hay miembros destacados de Podemos, tampoco de los veteranos de IU ni del sector oficialista de En Marea, ni de otras formaciones más pequeñas que participaron en la Marea Atlántica en el 2015. Entre los nombres propios llama la atención que no figuran los concejales Daniel Díaz, Alberto Lema, Rocío Fraga y José Manuel Sande. El primero viene de Equo y el segundo de Anova.

Esa formación nacionalista tiene una relación fluida con el núcleo duro de la Marea, pero fuentes del partido señalan que la relación entre Lema y el jefe de gabinete del alcalde, Iago Martínez, no es buena, lo que podría explicar su ausencia. Lo mismo ocurre con Fraga y Sande, a los que las mismas fuentes también atribuyen una capacidad para pensar de forma independiente que les habría ido distanciando del núcleo duro de fieles al alcalde.

¿Qué cambios hay en la elección de la lista?

En el 2015, el reglamento de primarias de la Marea facilitaba la participación de las formaciones pequeñas. El cabeza de lista se eligió por separado, de forma que no arrastrase el voto a una sola candidatura, y las listas eran de doce personas, lo que facilitaba las cosas a los grupos pequeños.

La enmienda de Lanzadeira cambia por completo el sistema. Las candidaturas tendrán que ser de 20 personas exactas, lo que dificultará que se presenten listas de Equo, CxG, Cerna-En Marea. Ahora se votará de forma conjunta al cabeza de lista y el resto de los componentes. Esa reforma es clave, ya que la candidatura encabezada por Ferreiro tiene todas las bazas para barrer cualquier alternativa a sus fieles. Los críticos temen que los daños para la pluralidad de la Marea sean similares a los que ocasionaron en Podemos las criticadas «listas plancha» de Pablo Iglesias.

El sistema de recuento entre las diferentes candidaturas será el D´Hondt, el mismo que se utiliza en las elecciones y que las nuevas formaciones políticas han criticado en numerosas ocasiones por considerarlo injusto. En el 2015 se utilizaron sistemas considerados más proporcionales.

Además, si una candidatura saca el 65 % de los votos obtendrá de forma automática los cinco primeros puestos de la lista electoral definitiva y el reparto proporcional se aplicará a partir del sexto. Esa cláusula está diseñada para blindar aún más la hegemonía del sector de Ferreiro y Martínez.

¿Quienes podrán votar y ser candidatos?

Como en el 2015, podrán votar y presentarse los firmantes del manifiesto de la Marea, pero las nuevas reformas incluyen nuevas restricciones a los candidatos.

Se mantiene la prohibición de que los candidatos tuviesen cargos electos en anteriores gobiernos locales. Esa cláusula, según fuentes del partido, se planteó para vetar a exconcejales del BNG como Mario López Rico, que está en la dirección de En Marea y ha respaldado a Luis Villares, una de las bestias negras del sector Martínez-Ferreiro.

Pero además ahora se ha incluido otro veto a las personas electas «en calquera momento» en candidaturas al Congreso, el Senado y el Parlamento de Galicia. Ese cambio descarta a tres posibles candidatos que son parlamentarios en Madrid por En Marea: Miguel Anxo Fernán Vello, Pancho Casal y Antón Gómez-Reino. El tercero, próximo a Pablo Iglesias, fue uno de los impulsores de la Marea Atlántica, pero según fuentes del partido su relación con Martínez también se ha erosionado en estos años.

Por esa vía también se deja fuera de juego al exparlamentario del BNG Carlos Aymerich.

¿Qué otros cambios hay?

Las reformas en otros apartados son numerosas, pero destacan algunas. Las alianzas en la Diputación se limitarán a fuerzas municipalistas, lo que descartaría pactos con formaciones que vayan con la marca gallega En Marea.

Con el código ético anterior era incompatible ser cargo electo o asesor en la Marea y tener cargos orgánicos en otro partido. Esa cláusula forzó a Alberto Lema a dejar la dirección local de Anova. El nuevo código ético restringe esa limitación a los cargos electos, lo que permitirá a Iago Martínez compatibilizar el ser jefe de gabinete con su puesto en la ejecutiva de En Marea, como ya venía haciendo.

Además el reglamento recoge que los cargos electos de la Marea «deben ser leais aos acordos e actuarán como unha soa voz tanto nas súas manifestacións públicas como na súa toma de decisións ou á hora de votar».