La Audiencia Nacional cierra el círculo sobre Sito Miñanco con la apertura del juicio por las cuatro toneladas de la operación Mito

Serxio González / Javier Romero VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Sito Miñanco asiste al juicio por blanqueo de capitales que la Audiencia Provincial de Pontevedra siguió contra él y varios de sus familiares en el 2018
Sito Miñanco asiste al juicio por blanqueo de capitales que la Audiencia Provincial de Pontevedra siguió contra él y varios de sus familiares en el 2018 OSCAR VíFER

El último de los grandes señores gallegos de la cocaína se arriesga a permanecer en prisión hasta ser un octogenario. También se ha procesado a su abogado Gonzalo Boye, que defendió a Carles Puigdemont

19 ago 2023 . Actualizado a las 14:10 h.

En 1983, un precoz veinteañero surgido de Cambados conocía por primera vez el interior de un calabozo, llevado por su afición al movimiento de tabaco de contrabando. Cuarenta años más tarde, José Ramón Prado Bugallo, mucho más conocido como Sito Miñanco, está a punto de ver cómo el círculo de su propia leyenda se cierra sobre él. Lo hará la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que acaba de acordar la apertura de juicio oral contra las 49 personas y las cinco entidades jurídicas involucradas en la operación Mito.

Dos alijos —de 3,8 toneladas de cocaína, incautadas en noviembre del 2017 a bordo del buque Thoran a un paso de las Azores, y 616 kilogramos más que un mes después viajaron desde Colombia hasta Holanda en un contenedor— fueron el detonante para que la Brigada Central de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía cayese, el 5 de febrero del 2018, sobre la tupida y extensa red internacional cuyo liderazgo se le atribuye a Miñanco.

El tiempo no perdona a nadie y, de producirse, la cuarta condena a la que se asoma el último de los grandes señores gallegos de la coca será la definitiva. Los cargos que María Tardón, la jueza titular del Juzgado Central número 3 de la Audiencia Nacional que instruyó la causa, desgrana en un auto de 75 páginas incluyen la pertenencia y jefatura de organización criminal, blanqueo de capitales, reincidencia, utilización de medios sofisticados para entorpecer el trabajo policial y delitos contra la salud pública de extrema gravedad. Suficiente como para granjearle de 15 a 18 años de prisión. Miñanco, que en septiembre cumplió 67 años, perdería de vista las rejas siendo ya un octogenario.

El trabajo de la magistrada y la Fiscalía Antidroga perfila al capo arousano no como un simple importador de cocaína en grandes cantidades, sino como un verdadero mayorista para los clanes colombianos en Europa. El cabecilla de una franquicia que la policía no dudó en situar, en el momento de su caída, como la principal organización dedicada al narcotráfico en el Viejo Continente. Según la investigación, sus tentáculos se extendían a las mafias búlgaras y mexicanas, más allá de la conexión colombiana que le proporcionaba su principal alimento. Todo se sustentaba sobre una heterogénea plantilla de personal integrada por gallegos, españoles, ciudadanos sudamericanos, holandeses y de los países del Este, en su enraizamiento en la ría de Arousa, Algeciras, Marbella y Madrid, y en su capacidad logística. La inversión en tecnología tampoco era una minucia. Aunque no sirvió para eludir a la policía, la red poseía un sistema de comunicaciones de última generación valorado en setecientos mil euros.

Esta inquietud por las innovaciones viene de lejos. Entre otras muchas cosas, Miñanco fue un pionero de la construcción naval aplicada al narcotráfico, que con el paso del tiempo se ha convertido en un próspero negocio ilegal, capaz de alimentar las flotas de los clanes del Mediterráneo desde las Rías Baixas. A él se le atribuye la botadura de la primera planeadora de factura propia dotada de cabina. Corría el año 1989. La operación Mito permitió descubrir cuatro embarcaciones de grandes dimensiones y poderosa potencia en el interior de su empresa fetiche, el astillero O Facho. Una de ellas, la Gran Dama I, con doce metros de eslora y cuatro motores capaces de desarrollar 1.400 caballos, peina ahora las costas mediterráneas bajo la titularidad del Ejército. La vida en el filo tiene estas cosas.

Junto a Prado Bugallo, dentro del que se considera su grupo de cabeza, cayeron en el 2018 su lugarteniente de siempre, Luis Enrique García Arango y David Pérez Lago. También Gonzalo Boye, que fue su abogado hasta el 2019 (también lo fue de Carles Puigdemont), está enredado a fondo en las madejas de la operación Mito. El letrado se sentará en el banquillo por un delito de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico en concurso con un delito continuado de falsificación documental. El auto sostiene que manipuló documentos y contratos para tratar de recuperar 889.620 euros que fueron decomisados en el aeropuerto de Barajas en febrero del 2017, cuando cuatro individuos estaban a punto de volar a Colombia con el dinero cosido en el doble fondo de sus mochilas. La Audiencia Nacional deniega las nuevas diligencias y el sobreseimiento que pretendían varios de los acusados, confirma el auto de conclusión del sumario que había decretado la jueza instructora y abre el procedimiento de juicio oral.

Miñanco es el único de los 49 procesados que continúa encerrado desde aquel lunes, 5 de febrero. El período máximo para que alguien permanezca en situación de prisión provisional se establece en cuatro años, así que el resto de los encausados regresaron a la calle en enero, a la espera de ser juzgados. Al capo cambadés, en cambio, la sentencia firme por blanqueo de capitales que acabó con su patrimonio familiar y arrojó sobre sus hombros otros tres años y tres meses de cárcel le jugó una mala pasada. El horizonte, para él, tiene las medidas del patio de una penitenciaría.