Confirman el procesamiento del abogado de Puigdemont por tratar de blanquear 890.000 euros de Sito Miñanco

Serxio González Souto
S. González VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Gonzalo Boye, en una imagen de archivo en el exterior de la Audiencia Provincial de Pontevedra
Gonzalo Boye, en una imagen de archivo en el exterior de la Audiencia Provincial de Pontevedra LÓPEZ PENIDE

La Audiencia Nacional rechaza el último recurso de Gonzalo Boye y considera que existen indicios de que falsificó contratos para recuperar el dinero, que la policía había intervenido en Barajas

28 jun 2021 . Actualizado a las 22:07 h.

La operación Mito tumbó, el 5 de febrero del 2018, una organización dedicada al narcotráfico que la Unidad Central de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía situaba, directamente, entre las más poderosas del planeta. Aquella investigación colocaba en su cúspide al cambadés José Ramón Prado Bugallo, el legendario Sito Miñanco, que todavía debe ser juzgado por las 3,8 toneladas de cocaína que fueron interceptadas cerca de las Azores, a bordo del buque Thoran, y los 616 kilogramos de material blanco descubiertos en los Países Bajos, en el interior de un contenedor procedente de Colombia. Todo ello, rodeado de un intrincado entramado societario, cuyo objetivo era ocultar los extraordinarios beneficios que obtenía la red, e incluía pagos de comisiones a terceros y correos humanos que movían voluminosas cantidades dinero. Junto a Miñanco cayeron otras 45 personas físicas y cinco jurídicas, cuyo procesamiento ha decretado la jueza María Tardón desde el Juzgado Central de Instrucción número 3. Una de ellas es Gonzalo Boye, entonces abogado del capo arousano, que finalmente se sentará en el banquillo, tal y como acaba de confirmar la Audiencia Nacional.

La Sección Segunda de su Sala de lo Penal desestima el recurso de apelación interpuesto por la defensa del letrado, quien representa los intereses de Carles Puigdemont, entre otros cometidos que le han granjeado una notable celebridad. A Boye se le acusa de un delito de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico, dentro del grupo de Miñanco, en concurso con un delito continuado de falsificación documental. La investigación sostiene que participó, junto a otros dos abogados, en la manipulación de documentos y contratos de compraventa de letras de cambio con la intención de recuperar 889.620 euros que habían sido incautados por la policía en el aeropuerto de Barajas. El dinero, que supuestamente pertenecía a Miñanco, lo transportaban cinco individuos que pretendían volar a Colombia.

No se trataba, por lo visto, de un envío puntual. La Unidad Central de Estupefacientes sostiene que la organización que lideraba el arousano había conseguido activar un sistema estable para el envío dinero al país sudamericano a través de correos humanos, que ocultaban los billetes en el doble fondo de sus maletas. En cualquier caso, lo que a Boye se le atribuye es el intento de falsificar su origen para recobrar aquellos 889.620 euros. En esta fase, argumenta la Sección Segunda de la Sala de lo Penal, no se valora la culpabilidad o inocencia del investigado, sino la existencia de indicios suficientes que justifiquen su procesamiento. Y los encuentra en las diligencias e informes policiales que permiten establecer un vínculo racional entre las acciones del abogado y los delitos que se le imputan. En resumidas cuentas, Boye, que hace años abandonó la defensa de Miñanco, se reunirá con él de nuevo. En esta ocasión, en el banquillo y bajo una misma condición de procesado.