Patrocinado porPatrocinado por

La flota pide que no se le grave el gasoil mientras no tenga alternativa

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

cc

La patronal europea solicita que se cree un grupo de expertos para planear la descarbonización de la flota

31 ene 2023 . Actualizado a las 04:46 h.

Como no sea a remos o a vela, la flota pesquera, hoy por hoy, no tiene otro método de propulsión para desplazarse a los caladeros y realizar su actividad que no sea el uso de un combustible fósil. O gasoil, fueloil o gasolina. Como mucho, gas propano en algunas pequeñas embarcaciones. Electricidad, gas licuado, hidrógeno verde, amoníaco, metanol y otras soluciones que aparecen en el horizonte de la neutralidad carbónica todavía le quedan lejos a la pesca. Demasiado como para hacerla entrar de golpe en la descarbonización. Por supuesto que quiere romper lazos con los combustibles fósiles. Cómo no va a querer, si a raíz de la guerra de Ucrania y la subida del combustible las empresas pesqueras están destinando a abastecerse de gasoil entre el 25 y el 50 % de sus ingresos. Pero sin soluciones combustibles alternativos que llevarse al motor, los anunciados impuestos al gasoil, si se aplican a la pesca, «no impulsarán ninguna transición energética, sino que penalizarán al sector, ya bastante castigado por el coste del litro, apunta en un comunicado Europêche, la patronal de la pesca europea.

«La UE no puede abordar la transición energética de la flota de manera simplista», apunta la entidad —a la que está adscrita la española Cepesca— en la respuesta a la consulta abierta por la Comisión Europea para definir la estrategia rumbo a la descarbonización de la flota que prevé lanzar este año. Europêche hace ver a la Comisión que no tiene ni idea de por dónde tirar. No tiene instrucciones de proveedores de energía ni de responsables políticos sobre tecnologías en las que invertir y, además, alguna de las fuentes alternativas están solo en fase de prueba y no son adaptables a buques de gran altura, que pasan períodos largos en el mar. Ni siquiera la flota de litoral lo tiene fácil, pues las soluciones actuales ofrecen una autonomía limitada, de unas 5 o 6 horas, insuficiente para un día completo de pesca.

Es decir, que la transición energética de la flota necesita un análisis profundo y un asesoramiento certero. Por eso solicita la creación de un grupo de expertos, compuesto por científicos, ingenieros navales y expertos de la industria que asesoren sobre las diferentes alternativas disponibles e identifiquen las más adecuadas para cada segmento de flota.

Porque no solo se trata de la búsqueda de una fuente alternativa viable. Se trata también de la infraestructura de suministro, de la financiación para abordar estos cambios, de la seguridad a bordo y de la necesidad de modificar el tamaño de los buques para poder incorporar nuevas formas de propulsión. Y este último aspecto no es menor, dadas las limitaciones que impone la política pesquera a aumentar la capacidad de los barcos.

Europêche insiste en que es preciso cambiar ese concepto, pues constituye un obstáculo a la descarbonización y a la modernización de la flota. En este sentido, llaman a descontar de la definición de capacidad los denominados GT (toneladas de arqueo) sociales, esas que en el barco van destinadas a cocina, camarotes, aseos o zonas de ocio, que nada tienen que ver con el espacio destinado a bodega o parque de pesca.

Porque, además —y ese sería otro aspecto que los expertos deberían analizar— la senda hacia la neutralidad carbónica también podría venir por la mejora del diseño y eficiencia del buque o la utilización de otras tecnologías complementarias, entre las que citan los buques asistidos por velas, hidrodinámica mejorada, sustitución de mecanismos mecánicos por eléctricos o el uso de materiales más ligeros.