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Bruselas lanzará en el 2023 su plan para reducir la dependencia de la pesca del gasoil

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

ACUICULTURA

CARMELA QUEIJEIRO

Lanza una consulta para recabar opiniones e ideas para abordar la transición energética del sector pesquero y acuícola

10 nov 2022 . Actualizado a las 04:45 h.

No hace falta que se lo digan porque lo sufren en sus cuentas de explotación. La pesca y la acuicultura de la UE son, como otros sectores, rehenes de los combustibles fósiles. Necesitan hidrocarburos para sus barcos, gasoil, gasolina, fuelóleo o gas natural licuado. Casi 2.000 millones de litros, calcula Bruselas. Las gamelas eléctricas aún se están probando y las velas rígidas que llevan algunos ayudan, pero no libran a los barcos de un diésel marino que está por las nubes. Por eso ha sido uno de los sectores más afectados por la carestía del combustible incluso antes de la guerra en Ucrania.

Aunque «la UE reaccionó de inmediato y adoptó una serie de medidas de apoyo a la crisis para apoyar al sector, permitiéndole mantener su rentabilidad general en el 2022», es preciso reducir esa dependencia, aunque sea a largo plazo, para que el sector sea «resistente y sostenible», apunta la Comisión Europea en el comunicado con el que anuncia la apertura de una consulta pública para recabar ideas para impulsar la transición energética del sector y reducir su impacto ambiental.

Estrategia a largo plazo

Esas aportaciones contribuirán a la iniciativa a largo plazo que prevé lanzar a principios de año para reduciendo las necesidades energéticas y aumentando el uso de fuentes de energía limpias y alternativas. El plan prevé ayudar a eliminar las barreras actuales para la adopción de tecnologías energéticamente eficientes.

Para alentar la transición energética en este sector cautivo, la Comisión Europea prevé implicar a todos los agentes —oenegés, pescadores, acuicultores, constructores navales, productores de equipos, institutos de investigación, proveedores de energía renovable y puertos— para cerrar las brechas en conocimiento, tecnología e innovación, asegurar el apoyo financiero adecuado y garantizar las habilidades y la mano de obra adecuadas, aptas y adaptadas a la transición energética en el sector de la pesca y la acuicultura de la UE.

Bruselas reconoce que entre el 2009 y el 2014, el sector redujo su consumo energético en más de un 15 %, algo que achaca a la recuperación de las poblaciones de peces. Sin embargo, la tendencia positiva se ha estancado, por lo que se precisa «un nuevo impulso para esfuerzos más coordinados entre las partes interesadas».