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La UE se agarra al IVA para reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos

M. Cedrón REDACCIÓN

AGRICULTURA

J. M. CASAL

El Consejo propone que los estados dejen de aplicarles un tipo reducido

09 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La UE parece dispuesta a no desviarse ni un centímetro en su ruta para cumplir con los objetivos climáticos descritos en estrategias como De la granja a la mesa. Una prueba evidente es que quiere apuntalar los cambios usando como varita mágica una reforma de las normas que afectan al IVA y que llevan estancadas desde hace tres décadas. La cuestión es que del mismo modo que los Estados miembros podrán aplicar un IVA reducido a prácticas o bienes que contribuyan al equilibrio climático o la mejora del medio ambiente, también prohibirá mantener esas bonificaciones a productos cuyo uso pretende reducir en beneficio del planeta. Un ejemplo claro son los fitosanitarios, un insumo agrícola cuya utilización, como bien recoge la estrategia De la granja a la Mesa, deberá reducirse a la mitad en el horizonte del 2030. Y lo mismo pasará con los fertilizantes, que tendrán que utilizarse un 20 % menos. Según los datos recogidos en la Encuesta de Comercialización de Productos Fitosanitarios 2019, presentada el pasado mes de marzo por el Ministerio de Agricultura, durante ese año la cantidad total de sustancias activas comercializadas en España fue de 7.397 toneladas, un 2,9% más que el año anterior. El documento matiza además que los productos que más se vendieron fueron los fungicidas y bactericidas, un 45,2 % del total.

No resulta extraño, por tanto, que la propuesta acordada este martes por el Consejo de la UE para la actualización de los tipos de IVA incluya sacar a los fertilizantes y pesticidas químicos de la lista de productos que gozan de un gravamen reducido. Actualmente en España les aplican un tipo del 10 %, al igual que Italia o Francia, donde también tiene un gran peso el sector agrícola.

Aunque la reforma no se aplicaría de forma inmediata, la noticia llega en un momento en el que los agricultores y ganaderos están con el agua al cuello por la subida generalizada de costes de producción. Entre ellos está también el brutal incremento de precio experimentado por los fertilizantes. En octubre, por ejemplo, eran varios los agricultores gallegos que se quejaban de incrementos de un 35 % en el precio de los abonos, mientras que desde agrupaciones agrarias como COAG estimaban la subida entre un 50 y un 70 %. De ahí que la aplicación de un tipo de IVA del 21 % dispararía todavía más su factura en el futuro.

Algas usadas como abono natural en una finca de Rías Baixas
Algas usadas como abono natural en una finca de Rías Baixas MARTINA MISER

Pero el aviso de un cambio que, según fuentes diplomáticas, tendría que aplicarse como muy tarde a partir del 2032, también es una advertencia para comenzar a cambiar sus formas de prevención de plagas o sus modelos de producción hacia prácticas más sostenibles. No solo porque se lo va a exigir Bruselas, también porque sería un modo de reducir sus gastos. Al mismo tiempo, también podrían optar a ayudas recogidas en los futuros ecoesquemas detallados en la nueva política agraria común (PAC), unas prácticas que bonifican a aquellos agricultores y ganaderos que realicen modelos de manejo beneficiosos con el medio ambiente. Entre ellos está, por ejemplo, dejar franjas no productivas en medio de los cultivos para favorecer la biodiversidad y, de ese modo, que sean las propias especies las que controlen la sobrepoblacion de insectos que puedan resultar dañinos para las cosechas. Lo que favorecería la lucha biológica, rebajando el uso de pesticidas químicos.