Los estragos de Elsa: inundaciones en varias comarcas y más de 1.500 incidencias en Galicia

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El viento levantó cubiertas y tiró árboles y a última hora hubo inundaciones en varias zonas de Galicia. Hay aún unos 3.500 gallegos sin luz

19 dic 2019 . Actualizado a las 21:06 h.

La borrasca Elsa ha dejado más de 1.500 incidencias en Galicia desde que empezó a cruzar la comunidad, con rachas máximas de 152 kilómetros por hora en Oia (Pontevedra) y lluvias muy intensas que agravaron la crecida de los ríos gallegos. A última hora de la tarde de ayer, las precipitaciones acumuladas más intensas fueron de algo más de 100 litros por metro cuadrado en Santa Comba y Val do Dubra (A Coruña). Y esta mañana se canceló el primer vuelo desde Peinador a Madrid, porque el avión estaba en Santiago.

El temporal ha causado ya más de 1.500 incidencias que han tenido que ser atendidas por los servicios de emergencias, entre ellas más de un centenar de inundaciones en viviendas por la crecida de los ríos. Según el 112-Galicia, los servicios de emergencias registraron entre las 00.00 horas de este miércoles y las 18,00 horas del jueves 118 inundaciones en viviendas a causa de la crecida de los ríos por el temporal de lluvia y viento.

Durante el día de hoy Aemet espera que en A Coruña, Ourense y Pontevedra estén en riesgo importante y podrán registrar precipitaciones hasta 80 litros por metro cuadrado en doce horas. En el mar, en A Coruña y Pontevedra está activada la alerta naranja por fuerte oleaje que dejará ondas de cinco a seis metros.

A última hora de la tarde, 3.500 vecinos continuaban sin suministro eléctrico a causa del temporal, principalmente en la provincia de Ourense. Al comienzo de la tarde, la cifra superaba los 9.400 clientes.

La caída de árboles durante el paso de Elsa afectó a varias vías ferroviarias entre los municipios pontevedreses de As Neves y Tui, en la estación de Guillarei(sobre la catenaria), además de en Monforte y Oural (Sarria). El tráfico entre Redondela y Ourense está cortado y permanecerá en esta situación hasta que los equipos de mantenimiento de ADIF den solución a las indicencias, según explicaron fuentes de la entidad a Europa Press.

El viento ha tumbado postes, resto de cables de luz y de teléfono, así como otros objetos, sobre las carreteras (123) de todo el territorio gallego. Sobre el pavimento también han caído las láminas que revisten la fachada de un edificio en Cangas. La Policía Local ha confirmado a Europa Press que se trata de una edificación situada en la Plaza de As Pontes y que afortunadamente no se han producido daños personales. Un derrumbe también se produjo en Pontedeume, un muro de una finca cayó contra un edificio y fue necesario la movilización de los servicios de emergencia. Fueron retirados los cascotes y parte del muro caído, explicó el 112 Galicia.

Aunque Ourense apenas fue castigada ayer por la lluvia, el Miño, el Sil, el Arnoia y el Avia mantienen niveles muy altos de caudal.

La Costa da Morte fue una de las zonas más afectadas. El temporal levantó más planchas de la cubierta de la lonja y cofradía de pescadores de Camariñas, cuyo estado ya había sido motivo de protesta desde hace meses. Asimismo, hubo inundaciones en varias zonas, como en algunas calles de Vimianzo, donde entró agua en las casas. En el casco urbano de Carballo hubo colapso de tráfico en la rotonda de A Ponte da Pedra a causa de la acumulación de agua. También varios ríos de la comarca se desbordaron, sobre todo el Anllóns y el Grande do Porto.

Las intensas rachas de viento causaron incidencias en A Coruña desde el mediodía. El alumbrado colocado en la avenida de la Marina, en plena zona peatonal, no aguantó las ráfagas. A primera hora de la noche, varios puntos de la comarca coruñesa comenzaron a sufrir inundaciones.

Estas fueron especialmente intensas en Sada, en la zona de As Brañas, donde el Concello recomendó a los vecinos que sacasen los coches de los garajes. En estas imágenes se pueden observar las calles inundadas en la zona de de la Chaburra. 

Esta mañana la localidad ha amanecido con las calles cubiertas de lodo y los vecinos han comenzado a colocar sacos ante las puertas de los garajes y de los locales comerciales ante la próxima pleamar.

La tromba de agua que cayó sobre las tres de la tarde en Ferrol también provocó inundaciones en varios puntos de la ciudad. Así los bomberos tuvieron que levantar las tapas de alcantarillas para facilitar la entrada del agua en la red en la avenida de Esteiro; la avenida del Mar, a la altura del Montón; Irmandiños, en la zona del Cantón; y la carretera de la Trinchera. También intervinieron en el edificio de la piscina de Caranza, en el que entraba el agua por la rotura de una claraboya.

Además una bolsa de agua obligó  a salir a los coches de la AP-9 a la altura de Fene ayer por la tarde. En ese punto se registró un accidente, en Valdoviño se cerró una carretera y también la vía rápida de Mugardos. 

En Barbanza hubo numerosas incidencias, aunque se debieron a árboles que cayeron sobre las carreteras. En Boiro, un pino derribó un tendido eléctrico dejando a más de 400 viviendas sin luz.

En Arousa, Elsa resucitó el fantasma de las inundaciones del 2006. La tromba de agua que cayó a media tarde, y que parecía que no iba a acabar nunca, hizo recordar a muchos aquellas imágenes de hace trece años. Sobre todo porque es verdad que las calles de varias de las localidades de la comarca comenzaron a convertirse en pequeños ríos.

La noche y la madrugada dejaron nuevas inundaciones en Pontevedra. Se anegaron varias calles, voló parte de la cubierta de Pasarón y Fernando Olmedo volvió a ser ese lugar donde los vecinos no pudieron pegar ojo. 

Nuevamente, la zona cero de las inundaciones en la ciudad fue la calle Padre Fernando Olmedo, donde los propietarios de negocios y garajes volvieron a saltar de la cama, como ya les había ocurrido el domingo, para intentar, sin mucho éxito, frenar la llegada de agua a sus bajos y sótanos. La calle volvió a tener más aspecto de parque acuático que de vía pública al uso. Y negocios como el restaurante Atlántico volvieron a ver flotar sus sillas y mesas. 

Elsa anegó la parte más baja de Portonovo. Y es que en el caso del centro urbano de esta localidad pontevedresa, la coincidencia de fuertes lluvias con la pleamar provocado que los sistemas de alcantarillado y desagüe se viesen desbordados. El agua ha anegado la calzada y montado la acera en dos de las calles principales de la localidad, Rafael Picó y Areal. Las dos permanecen cerradas al tráfico ya que el tránsito de vehículos por esta zona baja del núcleo de Portonovo es imposible.

En el sur de Lugo, los ríos siguen muy altos y los embalses están llenos a consecuencia de las lluvias de la semana pasada. En el río Miño, la presa de Belesar lleva días soltando agua porque está cerca de su límite de capacidad, y ayer empezó a hacerlo también la de Os Peares.

En A Estrada, la Policía Local cortó el tránsito en la plaza del Mercado después de que el viento desplazara una de las chapas del tejado de la residencia de mayores.

En Vigo el temporal obligó ayer a cancelar cuatro vuelos, dos por la mañana y otros dos por la tarde, en la ruta de Madrid a Peinador y su regreso.

Otras de las consecuencias del temporal se ve en los mercados. Y es que el mal tiempo ha barrido las existencias de marisco a cinco días de Nochebuena. Por ejemplo, percebe y camarón ya están casi desaparecidos de los puestos de la Praza de Abastos de Santiago. 

Un muerto en Asturias y otro en Portugal

Elsa también dejó secuelas fuera de las fronteras gallegas. En la localidad asturiana de Puenxo, municipio de Aller, un hombre paseaba por un camino forestal cuando fue sorprendio por un desprendimiento de tierra. Las lluvias causaron el corte de la carretera AS-17 y un vuelo a Madrid tuvo que ser desviado.

En Portugal, la borrasca dejó otro muerto en la localidad de Montijo. Un transportista fue golpeado por un tronco mientras estaba en la cabina de su camión.

Después de la furia de Elsa la pregunta es cuándo llegará el buen tiempo a Galicia. Las borrascas seguirán llegando hasta el domingo, pero a medio plazo se observan cambios importantes. Lo cuenta en este vídeo Xavier Fonseca.

La configuración actual del tren de borrascas tendrá su epílogo el fin de semana. Será, eso sí, una despedida por todo lo grande, con el mar desatado. 

Mañana el temporal afloja por unas horas, aunque seguirán las precipitaciones y la nieve por encima de los 1.200 metros de altura.