Elsa resucita el fantasma de las inundaciones

antonio garrido / Bea Costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Una espectacular tromba de agua anegó a media tarde varias calles de Vilagarcía, Cambados y O Grove.

19 dic 2019 . Actualizado a las 13:59 h.

Elsa resucitó el fantasma de las inundaciones del 2006. La tromba de agua que cayó a media tarde, y que parecía que no iba a acabar nunca, hizo recordar a muchos aquellas imágenes de hace trece años. Sobre todo porque es verdad que las calles de varias de las localidades de la comarca comenzaron a convertirse en pequeños ríos.

Los problemas más graves se produjeron en Cambados. Allí las lluvias provocaron inundaciones por todo el centro de la localidad y el agua llegó a cubrir los bancos que están en la plaza del Concello.

Los servicios de Protección Civil y la Policía Local se vieron obligados a cortar al tráfico varias de las calles que se vieron especialmente afectadas, con las zonas de la Avenida de Galicia y de O Pombal en la lista de principales damnificados. Al cierre de esta edición los trabajos para que la villa del albariño recobrara la normalidad seguían a todo tren.

También se inundaron varias calles de O Grove. Saltaron algunas arquetas y esto provocó varios pequeños incidentes en varios vehículos de particulares, que se vieron dañados al golpear las sumergidas tapas de las alcantarillas con sus neumáticos.

Un bajo situado en San Miguel fue el más dañado en Vilanova por la tromba de agua al coincidir con la marea alta. Además, la carretera PO-549, a la altura del Pazo de Vista Real también tuvo bolsas de agua importantes, al igual que Ponte Arnelas, en la zona de la gasolinera. Las bolsas de agua también aparecieron por doquier en Ribadumia, con Barrantes, Lois y Leiro como puntos más complicados para la circulación por la acumulación de líquido. Un bajo en Barrantes se vio particularmente afectado.

Vilagarcía no se libró tampoco de la lluvia. La calle Rey Daviña volvió a ser una de las zonas más afectadas, con el agua llegando a la altura de los tobillos y campando también a sus anchas por la plaza de Galicia, ante el temor de los comerciantes, que estaban realmente preocupados por el panorama que se estaba presentando. Afortunadamente para ellos, la lluvia dio una tregua justo antes de que todo comenzara a complicarse más aún. Cerca de cuarenta incidencias gestionaron en la localidad vilagarciana los servicios de Protección Civil e Emerxencias

Al margen de por las lluvias, Elsa se dejó notar también por las fuertes rachas de viento, que rozaron los cien kilómetros en los observatorios que Meteogalicia tiene en A Lanzada y Corón. Un fuerte viento que provocó numerosas caídas de árboles que provocaron cortes de tráfico en varias de las carreteras de la comarca. En Dena (Meaño) se desplomó una torreta de alta tensión, provocando un corte en el suministro eléctrico de un par de horas.

Martina Miser

Esta noche

Por la noche y la madrugada también se ha producido un reguero de incidencias. Se registraron varias caídas de árboles, en Vilagarcía (Rubiáns), Catoira y Cambados, lo que provocó cortes de tráfico en vías tan importantes como la PO-548 a su paso por el concello vikingo. En la villa del albariño se desplomó una palmera en la plaza de Alfredo Brañas. El fuerte viento también provocó que se desprendiera una uralita de un edificio situado en la céntrica calle Castelao, de Vilagarcía, causando daños en tres coches que estaban estacionados. A mayores, los servicios de emergencias tuvieron que acudir a varios bajos a realizar achiques por inundaciones y en lugares como Sisán (Ribadumia) siguen a esta hora sin luz.

La mañana también ha sido intensa en lugares como Valga, donde los efectivos del GES han tenido que salir a cortar un poste de la luz que se desplomó sobre una pista. Un vehículo no pudo hacer nada por evitarlo y acabó pasando sobre él y sufriendo considerables daños por ese mismo motivo. Eran las siete y media de la mañana. A las diez menos cuarto, los efectivos de este servicio tuvieron que trasladarse al lugar de San Miguel, donde se produjo un desprendimiento de tierra y una piedra de varias toneladas, que hubo de ser retirada con una potente grúa. La carretera tuvo que permanecer cortada durante un buen rato. Durante la mañana también se inundó el bar O Pirata.