Los porteros Sergio Álvarez, que podría volver a mediados de enero, e Iván Villar, acuden todos los días a A Madroa para recibir tratamiento y trabajar con los fisios y los recuperadores del Celta
Después de una temporada tortuosa, el Villarreal recuperó la tranquilidad a base de goles, fortaleza como local y jugadores en gran momento, tareas todas pendientes en un Celta que sigue anclado