La recuperación de Murillo abre el abanico táctico a los tres centrales

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

Óscar García utilizó esta opción en tres partidos a domicilio y el Celta no sumó

14 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Jeison Murillo ya tiene el alta y estará disponible para el partido del domingo en el Bernabéu. Su recuperación amplía el abanico táctico del Celta y Óscar García Junyent podría poner en escena la defensa de tres centrales que ya utilizó a domicilio ante el Barcelona, Levante y Valencia. Los vigueses, con esta idea, estuvieron de lo más aseados pero no puntuaron, aunque en el caso de Mestalla el gol local llegó poco después de que el técnico catalán prescindiese de uno de los centrales.

Murillo no quiere perder ni un minuto de su tiempo en el Celta. El colombiano fue titular nada más llegar y desde entonces acumula cuatro partidos completos. En un mes en Vigo ya ha jugado casi la mitad de partidos que en medio año en la Sampdoria de la Serie A y ya más que toda la temporada pasada (un partido con el Valencia y dos con el Barça).

El central tuvo una recuperación exprés de su tobillo y ahora el mayor de los García Junyent debe decidir si forzar su regreso al Bernabéu o esperar por la final del sábado 22 ante el Leganés. Si al final decide utilizarlo (para él es un fijo) la defensa de cinco unidades toma cuerpo con Kevin y Olaza en los laterales y con Aidoo, Araujo y el colombiano como centrales.

Hasta la fecha el Celta con su segundo técnico de la temporada ha puesto en funcionamiento esta idea en tres ocasiones, todas ellas a domicilio. En el estreno del Camp Nou sorprendió a todos colocando a Aidoo, Araujo y Olaza como centrales y el equipo ofreció una buena imagen pero sucumbió al acierto de Messi en el balón parado. Ese día, además de los tres centrales, el equipo hizo la presión más alta de los últimos tiempos.

La idea del trío de zagueros quedó aparcada hasta el último partido del 2019 en el Ciutat de Valencia ante el Levante en un duelo que Óscar no pudo dirigir por problemas personales y fue su hermano Roger quien hizo las veces. Ante los granotas la apuesta estuvo integrada por Aidoo, Araujo y Costas, pero después de una hora aseada el Levante terminó remontando en un partido en donde los tres centrales tuvieron un mal día. Con el 2-1 en contra los vigueses cambiaron de sistema pero sin ningún resultado positivo.

En Valencia, en la última salida hasta ahora, fue al revés. El Celta comenzó jugando con Murillo, Aidoo y Araujo y durante una hora los locales fueron incapaces de abrir el marcador, pero poco después de cambiar Óscar García a un central (el mexicano) por un atacante (Pione Sisto) en busca del partido todo cambió y los ché terminaron marcando y llevándose la cita.

Teniendo en cuenta estos precedentes, más allá del resultado, la opción de jugar con tres centrales ante el Real Madrid parece de lo más factible por disponer de efectivos (estarían los cuatro disponibles) y porque los blancos están en un excelente momento de forma aunque a nivel de goles su producción aparece más repartida que nunca. Benzema es el máximo goleador con seis dianas pero luego aparecen con cuatro Kroos, Dani Carvajal, Modric y Fede Valverde. Un lateral y tres centrocampistas.

Sin la portería a cero en el Bernabéu desde 1977

Muy pocos son los equipos capaces de salir con la portería a cero del Santiago Bernabéu y el Celta, por su método de juego, no parece el candidato perfecto para conseguirlo, de hecho no lo hace de la temporada 76/77 con Fenoy bajo los palos y en un partido que acabó con empate sin goles. Santillana y Jensen eran las principales amenazas ofensivas de los blancos. Esta temporada el Betis y el Athletic fueron capaces de aguantar el resultado inicial hasta el pitido final del partido.

Han pasado más de 42 años desde la última vez que el Celta dejó su portería en blanco. Fue en marzo de aquel 1977 cuando el equipo entrenado por Carmelo Cedrún logró atar un empate sin goles ante el Real Madrid de Miljanic. Además de Fenoy en la portería los vigueses habían jugado aquel partido con Villar, Igartua, Manolo y Santomé en la línea defensiva.

Los vigueses estaban en posición de descenso y el Real Madrid se movía en posiciones nobles aunque lejos del liderato. Sin embargo, el puntos fue un escaso botín según la crónica de La Voz de aquel partido titulada: «El árbitro y un poste salvaron al Madrid».

Cuatro décadas después el corresponde a Rubén Blanco intentar repetir aquella gesta de Fenoy. El mosense ha jugado dos partidos en liga en el Bernabéu. En el primero el equi perdió por 7-1 (temporada 15/16) y el año pasado el 2-0 fue el resultado final.

Ahora el canterano vuelve en su mejor momento, afianzado en el puesto, siendo parte importante del equipo y convertido en uno de los guardametas que más paran de la categoría: 65 en lo que va de temporada con una media del 68 %. Le espera una noche de mucho trabajo, quizás a la altura del Metropolitano, en donde consiguió el objetivo.