«Tenemos a Messi, a la reina Máxima y ahora al papa: ¿qué mas se puede pedir?», se escucha estos días en las calles de Buenos Aires. Una frase que brota del siempre bien alimentado ego de los argentinos. Más allá de la última actualidad
Una inflación de casi el 30 % al año no ha conseguido acabar con el buen humor de un país que sigue llenando los restaurantes, viaja y consume porque el ahorro no es rentable
Agustín Botinelli Corresponsal en Buenos AiresManuel Lage
El papa argentino sorprende así con esta nueva decisión, ya que hasta ahora el Jueves Santo sólo se celebraba la Misa Crismal en la basílica de San Pedro