Patrocinado porPatrocinado por

Las granjas avícolas, más cerca de poder matar y vender a sus animales

Maruxa Alfonso Laya
maruxa alfonso REDACCIÓN

GANADERÍA

ALBERTO LÓPEZ

Avimós presentó un código de buenas prácticas que autorizará esta medida

29 nov 2021 . Actualizado a las 09:53 h.

En Galicia existen, actualmente, un total de 214 explotaciones avícolas artesanales que cuidan de 76.150 aves. El problema es que, hasta ahora, ninguna de ellas podía matar y comercializar directamente a los animales que criaba, sino que este proceso debía llevarse a cabo en un matadero. Esto provocaba que, por ejemplo, no pudieran abastecer a restaurantes o a particulares que querían adquirir pequeñas cantidades de los productos que comercializaban. La situación está a punto de cambiar. Tras las modificaciones en la normativa aprobadas por el Ministerio de Agricultura en diciembre del pasado año, quedaba por desarrollar un código de buenas prácticas, que explicara a los titulares de las explotaciones cómo llevar a cabo esta tarea. El documento ya ha sido redactado por Avimós, la asociación que se dedica a la cría de gallinas de Mos, y presentado a la Consellería de Sanidade para que dé su visto bueno.

Poder matar a sus animales directamente en sus explotaciones era una de las grandes reivindicaciones de las granjas avícolas artesanales que existen en Galicia. «Esto é unha noticia importante, é algo que levamos agardando décadas», asegura Diego Rois, director técnico de Avimós. Explica que, «agora mesmo, se un restaurante che pide dous galos para mañá, o máis probable é que a granxa non poda venderllos, porque non ten forma de matar a eses animais». Lo mismo sucede con los pedidos de particulares, pues estas explotaciones solo podían matar a sus aves si era para autoconsumo, nunca para comercializar. Otro problema que se encontraban «era que os grandes matadoiros no lles deixaban estar alí, porque no lles interesaba». Así que buena parte de estos ganaderos tenía que juntar a varios animales y buscar un matadero que se los quisiese sacrificar, haciendo frente a los gastos de desplazamiento y sacrificio que ello suponía.

Aunque en buena parte de las explotaciones artesanales de Europa se pueden sacrificar y vender directamente los animales, y de hecho existe una legislación europea que así lo autoriza, en España esta práctica no quedó autorizada hasta diciembre del pasado año. Fue entonces cuando el ministerio decidió adoptar la normativa europea y autorizar a que las granjas pudieran sacrificar directamente a sus animales para realizar venta directa. «En Europa estaba permitido dende hai moito tempo, pero en España non», añade Rois. Quedaba entonces por redactar una guía de buenas prácticas, que explicase a los productores los requisitos que deben cumplir para contar con un pequeño matadero en sus explotaciones. Un trabajo que ya han realizado los responsables de Avimós, que están ahora a la espera de que Sanidade dé el visto bueno a su documento. «Creemos que a primeira guía que vai haber en España vai ser a nosa», añade Rois, quien considera que la práctica de sacrificar a los pollos y gallinas en las propias explotaciones estará autorizada en un breve espacio de tiempo.

Esta iniciativa está pensada para explotaciones artesanales, formadas por un máximo de 400 aves de cebo y cien gallinas de puesta. Una vez que la guía esté terminada, las granjas solo tendrán que cumplir con los requisitos que allí se exigen y podrán sacrificar y comercializar directamente a los animales que crían. Al igual que sucede con los centros de envasado de huevos, necesarios para que las granjas pueda vender estos productos en restaurantes y tiendas, se tratará de que las instalaciones que tengan que habilitar los ganaderos sean de bajo coste, para que buena parte de las explotaciones puedan asumirlos sin mayores problemas. Entonces, todas aquellas explotaciones que quieran comercializar directamente sus productos solo tendrán que estar dadas de alta en el Rexistro de Explotacións Avícolas Artesanais de la Xunta y cumplir la guía de buenas prácticas. A partir de entonces, podrán comercializar sus animales con todas las garantías. «Levamos moitos anos pelexando con este tema e confiamos en que, cando se poña en marcha, permita despegar á produción destas granxas», asegura Rois. Y es que entonces dispondrán de una forma sencilla de dar salida a los animales que en ellas crían.