La Xunta inicia el trámite para crear su propio mercado voluntario de créditos de carbono
FORESTAL

Después de que la Lei de Montes los haya calificado como un nuevo recurso forestal, ahora pretende abrir el abanico de beneficiarios de esos réditos a todos los propietarios del monte
02 ene 2024 . Actualizado a las 19:07 h.El Ejecutivo gallego trata de apurar la creación de un mercado voluntario de créditos de carbono propio de Galicia para abrir el abanico de beneficiarios de esos réditos a todos los propietarios de montes bien gestionados, más allá de lo que marca el real decreto 163/2014 del Gobierno central por el que se crea el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de esta huella. Según la norma estatal solo pueden inscribirse en ese listado aquellos montes que hayan sido pasto de las llamas o superficies de monte raso.
Para ello, ayer el Consello de la Xunta dio un paso más en para la puesta en marcha de esta nueva metodología al acordar el inicio de la tramitación del decreto que regulará su modelo de créditos de carbono, «unha iniciativa na que están implicadas a Vicepresidencia segunda e Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda e a Consellería do Medio Rural», según apuntan desde la Xunta.
La idea es que tanto las empresas como los particulares puedan contribuir a la lucha contra el cambio climático financiando proyectos sostenibles que están impulsados por ganaderos o silvicultores. A su vez, las empresas o particulares que estén interesados en compensar su generación de dióxido de carbono para lograr la neutralidad, podrán adquirir esos créditos.
La normativa europea obliga a los sectores económicos a llevar una contabilidad del dióxido de carbono que generan, pero no a compensarla. Aunque eso es voluntaria, hay fuentes que no descartan que pronto pueda ser obligatoria para sectores como la agricultura, la ganadería o la aviación civil.
De ahí que este nuevo recurso forestal, tal y como lo cataloga la Lei de Montes, sea cada vez más jugoso para los dueños del monte, pero también para los sectores productivos.
Dos tipos de créditos
Pero no todos los créditos son iguales, ni valdrán lo mismo. El nuevo modelo voluntario de Galicia, como explicó el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, diferencia dos tipos. Por un lado, están los estándar, que contabilizan toneladas de dióxido de carbono equivalente absorbidas o reducidas. Por otro, los conocidos como ECO, que son aquellos que están incluídos en proyectos que contribuyen a la conservación del medio ambiente, el mar, la naturaleza, la biodiversidad, la prevención y defensa contra incendios, el fomento de la madera como materia prima de productos con larga vida o el desarrollo de las zonas rurales. Los que añadan estos servicios ecosistémicos o sociales tendrán una mayor cotización.
Actualmente, en España la cotización del crédito de carbono ronda los 25 euros por tonelada. Para calcular la renta que podrían sacar los propietarios del monte hay que echar mano de algunos estudios estimados que hablan de que una masa arbórea que no dispone de un aprovechamiento forestal puede retener unas 80 toneladas de carbono, mientras que esa misma masa bien gestionada puede retener unas 150 toneladas. La diferencia es lo que se conoce como adicionalidad y sería la parte que el propietario del monte podría comercializar. La organización de este mercado voluntario se realizará en Galicia en base a distintas normas. La Lei de Promoción dos Beneficios Sociais e Económicos dos Proxectos que utilizan os Recursos Naturais de Galicia, en tramitación, regulará el mercado de créditos de carbono marcando la operativa de este modelo mediante un decreto. A su vez, la Lei de Montes dice que son un aprovechamiento forestal.