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Las PCR también se usan en la vid

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

CEDIDA

Un trabajo sobre las enfermedades de la madera en el viñedo y otro sobre vinos aromatizados, premiados por la Plataforma Tecnológica del Vino

11 ene 2021 . Actualizado a las 12:27 h.

Galicia puede presumir de situarse a la vanguardia de la investigación vitícola. Así al menos lo demuestran los dos premios que acaba de conceder la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV) y que dejan claro la importancia de la labor que se está llevando a cabo en la comunidad. Esta entidad, en la que está representada todo el sector vitivinícola nacional, ha reconocido con el título de joven investigadora a la doctora María del Pilar Martínez Diz, por una tesis doctoral sobre las enfermedades de la madera de la vid realizada en la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Evega). En esta se aplican por primera vez técnicas moleculares punteras, como las PCR que tan famosas ha hecho el coronavirus, para estudiar los hongos que causan estas plagas. El otro reconocimiento ha sido para un proyecto sobre la obtención de nuevos vinos aromatizados, que ha permitido a la bodega Valmiñor sacar a los mercados su nuevo Entroido, un vermú de albariño.

Las enfermedades fúngicas de la madera se han convertido en una gran preocupación para el sector vitícola, de ahí la importancia del trabajo realizado por la doctora Martínez, pues abarca el problema desde ámbitos muy diversos. Su primera tarea fue la de aplicar técnicas moleculares innovadoras para tratar de mejorar la gestión que se hace de estos hongos. También se trató de buscar alternativas a los productos químicos que se utilizan actualmente para combatirlas. Por primera vez se usó la PCR digital, que demostró ser capaz de cuantificar de forma absoluta niveles muy bajos de los hongos que causan la enfermedad del pie negro. «As PCR permiten detectar esas primeiras etapas da enfermidade», explica la doctora Martínez. Con esta técnica se demostró que no solo las vides con síntomas de la enfermedad albergan este hongo, sino que también las raíces de vides asintomáticas lo tienen. Una de las aplicaciones de este descubrimiento es que podría ayudar a controlar que no se vendieran plantas que fueran portadoras del hongo en cuestión.

Otra de las técnicas innovadoras que se aplicó en este estudio fue la secuenciación genómica de amplicones, «para detectar todo o espectro de microorganismos que hai nunha mostra. Con esta técnica vemos toda a microbiota que hai no chan e analizamos os fungos que habitan neles», añadió Martínez. Con ello se buscaba «poñer de manifesto a importancia de microbiota e tentar identificar axentes que poida actuar de control biolóxico e que conviven cos fungos patóxenos. Pero esa é so unhas das aplicacións que pode ter», añadió. Esta misma técnica se estudió para determinar el efecto de la época de la poda en el microbioma fúngico que coloniza las heridas de poda. Y aquí se concluyó que la realización de podas tempranas y en períodos secos puede ayudar a prevenir este tipo de enfermedades.

Por otro lado, la investigación apostó también por buscar alternativas más sostenibles con las que tratar las enfermedades de la madera. Para ello, se estudiaron qué clones de vides podrían ser más resistentes a estos hongos. La principal conclusión es que no existen cultivares con una resistencia cualitativa a enfermedades como la yesca o de Petri, pero sí que se encontraron algunos con una tolerancia parcial a estas enfermedades.

Por último, el trabajo de esta doctora permitió evaluar varios de los métodos que se utilizan actualmente para combatir estas enfermedades. Así, se estudiaron varios sistemas de control biológico contra el pie negro y la enfermedad de Petri, además de que se sometieron también a análisis los productos fitosanitarios que se emplean actualmente para combatir estos hongos que afectan a la vid.