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El guisante de Terra Chá ya se vende

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

SOMOS AGRO

Susana Trastoy, con guisantes que se guardan en la sede de Almoga para una degustación que se celebrará en Xermade
Susana Trastoy, con guisantes que se guardan en la sede de Almoga para una degustación que se celebrará en Xermade PALACIOS

La variedad Chícharo da cova empieza a llegar a tiendas y a restaurantes

16 abr 2024 . Actualizado a las 18:13 h.

Plantación en abril y recolección a finales de julio. Ese fue el proceso de cultivo del guisante de la Terra Chá, conocido como Chícharo da cova, que está empezando a venderse: tiendas y negocios de restauración son los destinos de la mercancía. En fincas de Vilalba, de Xermade y de As Pontes de García Rodríguez se ha llevado a cabo la cosecha. Por ahora se realiza a pequeña escala, pero el rendimiento ha sido satisfactorio para los promotores. Hay además algunos agricultores que cultivan esta variedad para consumo propio.

El precio que se ha pagado a los productores ha estado en torno a los 3,50 euros por kilo de vaina. Las cantidades cultivadas para posterior venta, que se ha materializado con una asociación de Cabreiros (Xermade), han sido muy reducidas, ya que las cosechas han oscilado aproximadamente entre los 15 y los 25 kilos por cada terreno.

Las parcelas son pequeñas por ahora: en algunos casos se trata de terrenos cuya superficie no llega a los 30 metros cuadrados. La cosecha se ha logrado al aire libre pero también bajo cubierta, pues uno de los agricultores hizo el cultivo en un invernadero. Aunque la venta es reducida por ahora, supone un gran avance frente al año pasado, pues en el 2019 solo se vendió este guisante a un restaurante.

 Susana Trastoy, una de las personas participantes en este proyecto, destaca que la cosecha se logró de modo natural, usando solamente los nutrientes de la tierra, y se recogió a mano. Poco antes de la recolección aparecieron algunos bichos, aunque sin dañar el resultado final. Por otro lado, el balance no es todavía el definitivo, ya que una de las características de la planta es que se usará también en seco.

El fruto es algo más pequeño que otros que se encuentran en el mercado con facilidad, de piel algo más dura y de un tono de verde algo más apagado. No obstante, no solo la respuesta de los compradores ha sido buena, sino que incluso se están estudiando posibilidades como el envasado o el congelado. La opción de la venta del guisante en seco parece, de todos modos, más probable y más viable: «Es un guisante ‘agarbanzado' o un garbanzo ‘aguisantado'», explica.

Aunque el guisante era tradicional de la Terra Chá y se cultiva, para venta o para autoconsumo, en fincas de Terra Chá o de zonas muy próximas, se llevaron semillas a otros lugares de Galicia, Ponteceso y Lourenzá, para ver cómo reaccionaba en otros terrenos. El crecimiento, dice Trastoy, fue muy bueno tanto en Bergantiños como en A Mariña, en donde la planta se sembró y se recogió antes que en la Terra Chá.

 Trastoy es gerente de Almoga (Alta Montaña Galega), cooperativa con sede en Vilalba de la que forman parte ganaderos del norte de la Terra Chá. Algún miembro de la entidad se ha sumado al cultivo de guisantes, y Trastoy cree que la horticultura puede ser una actividad presente en explotaciones ganaderas. Por un lado, recuerda que no sería ninguna novedad sino más bien un regreso a una actividad presente hace décadas: «¿Dónde está la fruta tradicional, que se perdió? La huerta puede tener futuro, hay potencial», dice.

Pero además de admitir esas posibilidades también lanza un aviso: el futuro pasa por la profesionalización y por la diversificación.

Semillas de regalo para quienes deseen iniciarse en el cultivo

La difusión del cultivo avanza poco a poco. Prueba de ello es que se dan sobres -cada uno tiene unas cien semillas- a las personas interesadas en este tipo de guisante. Los que deseen sumarse a la experiencia deben pedir los sobres en la sede de Almoga, situada en Vilalba. Por ahora, explica Trastoy, no se venden. Otra actividad que está prevista y pendiente es la celebración de una degustación, que se celebrará en Xermade.

Al mismo tiempo, el reconocimiento del producto avanza en otro frente. Se ha iniciado el proceso para que esa variedad de guisante sea registrada en la Oficina Española de Variedades Vegetales. Ese trámite ha sido impulsado por el Centro de Investigacións Agrarias (CIAM) de Mabegondo, que trabajó en la recuperación.