La duquesa alegó que fue Catalina quien estaba «molesta por el tema de los vestidos de las damas de honor» de su enlace, y añadió: «Me hizo llorar e hirió mis sentimientos».
El asesinato de mi "personaje"
Sin embargo, agregó que Catalina «luego se disculpó» y le envió flores, y aseguró que ella la considera «una buena persona», por lo que confió en que comprenda que hay que «corregir» la impresión de que Meghan la trató mal.
Por su parte, Enrique ha justificado la decisión de abandonar la Casa Real por miedo a que «la historia se repita», en referencia a su madre, la princesa Diana, y por la «falta de apoyo y comprensión», mientras que ha confesado sentirse atrapado «dentro del sistema», como también lo están su padre y su hermano, ha añadido. También ha hecho referencia a la salida de la institución, en enero del 2020, y cómo fue «difícil y dolorosa», así como lamentó el deterioro de su relación tanto con su hermano, el príncipe Guillermo, como con su padre, Carlos de Inglaterra, de quien dijo que le ha «decepcionado».
Cuando se incorporó a la entrevista, el príncipe Enrique negó otro rumor, el de que no le comunicaron a la reina Isabel su decisión de apartarse de la monarquía. «Yo nunca ocultaría algo así a mi abuela, tengo demasiado respeto por ella», indicó, y añadió que tienen una buena relación con la reina y hablan con ella por Zoom. En cambio, Enrique reveló que su padre, el príncipe Carlos, dejó de «responderle al teléfono» después de que tomara la decisión de empezar una nueva vida.
«Me siento realmente decepcionado, porque él ha pasado por algo similar. Ha habido mucho dolor», señaló Enrique, quien confió en poder «reparar la relación» con su padre. Sobre su hermano Guillermo, el segundo en la línea de sucesión al trono, dijo que la relación entre ambos consiste ahora en darse «espacio», y que aunque le «quiere mucho», están en «caminos diferentes».
El príncipe Enrique confiesa que «estaba atrapado»
«Yo estaba atrapado por ese sistema y no lo sabía (...). Mi padre y mi hermano están atrapados, no pueden irse, y eso me inspira una compasión enorme», recalcó el príncipe. Aseguró que, aunque su familia dio al principio la «bienvenida» a Meghan, las cosas empezaron a cambiar después de la gira de ambos por Oceanía, en la que quedó clara la popularidad de su esposa, como ocurrió con la visita a Australia en 1983 de Diana de Gales, la madre de Enrique.
«Mi mayor preocupación fue que la historia se volviera a repetir», indicó Enrique, quien agradeció contar con Meghan y no tener que pasar «solo» por el proceso de distanciamiento de la monarquía, como le ocurrió a su madre. Y han acusado a la casa real británica de fabricar mentiras sobre ellos. Además revelaron que se casaron en secreto tres días antes de la boda en el castillo de Windsor, que tuvo lugar el 19 de mayo del 2018. «Nadie lo sabe, pero llamamos al arzobispo y solo dijimos, ‘esto, este espectáculo, es para el mundo, pero queremos nuestra unión entre nosotros», añadió.
No obstante, Enrique aseguró durante la entrevista que la familia real le «cortó» realmente los fondos «en el primer trimestre de 2020», justo antes de que se mudaran a Estados Unidos, pero dijo que ambos tienen la herencia que le dejó su madre. La cadena de televisión CBS pagó unos 5,8 millones de euros por la entrevista exclusiva de Oprah Winfrey a los duques de Sussex, según una información publicada por The Wall Street Journal.
La reacción de Isabel II
Tras las revelaciones hechas por el príncipe Enrique y su mujer Meghan Markle en esta entrevista habrá que esperar la reacción del palacio de Buckingham, que en los últimos días ha vivido mucha tensión por lo que iban a contar los duques de Sussex y que consideraban que el momento de la emisión de esta entrevista (que se sabe ya desde hace semanas) es particularmente inoportuno debido al ingreso del duque de Edimburgo, el principe Felipe, que ha tenido que ser operado del corazón.
Varios medios británicos recogían ayer domingo que el entorno de Isabel II tilda de «circo» la conversación y se muestra listo para adoptar represalias si se vierten ataques personales. La intención de la reina, según los medios británicos más cercanos a palacio, es tratar de ignorar la batalla dialéctica en la que se hallan los duques de Sussex y multiplicar sus actividades públicas en las próximas semanas para destacar su papel de servicio a la sociedad.
Fuentes monárquicas citadas por el Sunday Times señalaron que el entorno de la reina «saldrá en tromba» si las declaraciones de Enrique y Meghan contienen cuestionamientos sobre la corona o ataques personales. «El estado de ánimo en la familia es: ¿Podría todo el mundo callarse de una maldita vez y podríamos seguir con el trabajo diario?», señaló un alto cargo de Buckingham no identificado al dominical. Según el diario The Sun la venganza de Buckingham podría llegar hasta arrebatar sus títulos nobiliarios a los duques de Sussex.
Tras el annus horribilis que vivió Isabel II en el 2019, cuando tuvo que apartar al príncipe Andrés, su hijo, de la vida pública tras su relación con la red de tráfico sexual de menore sde Jeffrey Epstein, hay que recordar que una de las jóvenes aseguró que había sido obligada a mantener relaciones sexuales con él siendo aún menor de edad, no se imaginaba lo que se gestaba alrededor del príncipe Enrique y Meghan Markle. La reina ha superado numerosas adversidades a lo largo de su reinado, pero el escándalo del príncipe Andrés le afectó especialmente. «La reina está bajo una gran tensión. Es obvio que esto tendrá un costo real, por lo que todos están increíblemente preocupados», aseguraba hace más de un año una fuente cercana al diario The Sun.
Muchos son los que comparan la entrevista de los duques de Sussex con las protagonizadas por la madre del principe Enrique, Diana de Gales, tras su separación del principe Carlos. La muerte de Lady Di hizo tambalear a la monarquía británica, cuando tras intentar ignorarla y no despedirla con los honores que el pueblo requería, Isabel II, treinta años más joven, se vio obligada a recapacitar y a rendirle honores para salvar a la institución.
Boris Johnson no ha visto la entrevista
Por otro lado, un portavoz del primer ministro británico, Boris Johnson, ha asegurado que el premier no ha visto la entrevista de los duques de Sussex y ha evitado pronunciarse sobre las acusaciones de racismo. «Es un asunto del Palacio de Buckingham pero el primer ministro no ha visto esa entrevista», ha dicho el portavoz, según ha informado la agencia de noticias DPA.
Harry y Meghan, una vida alejada de los focos en EE.UU.
Durante el último año, Enrique y Meghan Markle han vivido alejados de los medios, una vez que establecieron su residencia en California. Aunque su primera escala fue Canadá, y su aterrizaje en Estados Unidos no estuvo exento de polémica por las dudas sobre quién costearía su seguridad, finalmente han logrado lo que pretendían: vivir alejados de los focos y haciendo las cosas a su manera.
Desde entonces y coincidiendo con los confinamientos provocados por la pandemia, sus apariciones públicas han sido contadas y siempre controladas por ellos mismos. Han participado en varios programas de televisión, como esta entrevista con Oprah Winfrey, gran amiga de la pareja, o la que mantuvo el príncipe Enrique hace unos días con James Corden, donde aseguró abandonó su trabajo en la familia real por culpa de la prensa británica, a la que calificó de «tóxica». En una charla informal y distendida, admitió que la presión mediática estaba «destruyendo» su salud mental.
Además Meghan Markle, que está embarazada de nuevo, confesó hace unos meses que había sufrido un aborto en un artículo de opinión publicado en The New York Times. «Era una mañana de julio que empezó de forma tan normal como cualquier otro día. Hacer el desayuno. Dar de comer a los perros. Tomar vitaminas. Encontrar un calcetín perdido. Recoger ese lápiz rebelde que se deslizó debajo de la mesa. Recoger mi pelo en una coleta antes de sacar a mi hijo de la cuna». Así empezaba Meghan un relato que firmaba como duquesa de Sussex, «madre, feminista y defensora».
«Después de cambiar su pañal, sentí un calambre punzante. Me caí al suelo con él en mis brazos, tarareando una nana para mantenernos tranquilos a los dos, una alegre melodía que contrastaba con mi sensación de que algo no iba bien». «Horas más tarde, estaba tumbada en una cama de hospital, agarrando la mano de mi marido. Sentí la humedad de su palma y besé sus nudillos, mojados ambos con nuestras lágrimas. Mirando a las frías paredes blancas, mis ojos se nublaron. Traté de imaginar cómo nos curaríamos».
Martín Bastos
El príncipe Enrique ha hablado en televisión. Unos días antes de que se emita una entrevista íntima de 90 minutos de los duques de Sussex conducida por Oprah Winfrey, el hijo menor de Diana de Gales confesó en el programa norteamericano The Late Late Show, conducido por James Corden, que abandonó su trabajo en la familia real por culpa de la prensa británica, a la que calificó de «tóxica». En una charla informal y distendida, admitió que la presión mediática estaba «destruyendo» su salud mental.
Hace una semana, el Palacio de Buckingham anunció que el nieto de la reina Isabel II, junto a su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle, rompían definitivamente con la familia real, por lo que no volverán a trabajar como miembros de la realeza, y por tanto perderían sus patrocinios, como el de la Unión de Rugby, y sus cargos honoríficos en las fuerzas armadas.
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