«Horas más tarde, estaba tumbada en una cama de hospital, agarrando la mano de mi marido. Sentí la humedad de su palma y besé sus nudillos, mojados ambos con nuestras lágrimas. Mirando a las frías paredes blancas, mis ojos se nublaron. Traté de imaginar cómo nos curaríamos».
Después de esta revelación que hace en la víspera de la celebración del día de Acción de Gracias en Estados Unidos, la duquesa de Sussex escribe sobre la importancia de preocuparse por los demás, de preguntarles cómo se encuentran y de todos los «puntos de ruptura» que ha traído este año para todos. «La pérdida y el dolor nos han atormentado a todos en el 2020 en momentos al mismo tiempo tensos y debilitantes», señala. Meghan reflexiona sobre la crisis del coronavirus, las muertes de personas de raza negra como Breonna Taylor y George Floyd y sobre la polarización y el cuestionamiento de la verdad. «No solo nos enfrentamos por nuestras opiniones sobre los hechos; estamos polarizados acerca de si la realidad es realmente un hecho; estamos en conflicto acerca de si la ciencia es real. Estamos en conflicto acerca de si se han ganado o perdido unas elecciones. Estamos en conflicto acerca del valor del compromiso».