El otoño sabe a setas, potajes y manzanas, con nuevos hábitos de consumo

R. García A CORUÑA

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MARCOS MÍGUEZ

La nueva estación atrae a la melancolía. Es otro condimento de platos evocadores como el caldo, los guisos o las manzanas asadas. A ellos se suman nuevos hábitos de consumo con innovaciones como que un restaurante venda sus platos en los supermercados para tomarlos en casa

14 oct 2022 . Actualizado a las 10:43 h.

«Es la vuelta a la rutina. ¡Yo la disfruto!». Así acoge Javier Blanco Villaverde el otoño. El dueño, junto con su hermana Anabel, del mesón A Cepa, en O Burgo (Culleredo), explica que con la nueva estación «cambia la forma de consumir, porque ya están funcionando los colegios, la gente vuelve a la rutina laboral... Es totalmente diferente a lo que ocurre en los meses de julio o agosto». Esa diferencia se nota en los platos propios de la estación, donde vuelven los potajes, las setas o las caldeiradas

Hay establecimientos que prestan especial atención a esta temporada y un ejemplo es Casa de Sixto, en Paderne, donde con el lema Otoño Gastronómico ofrecen menús en los que, entre otras cosas, hay croquetas de setas, caldo gallego, arroz de otoño, estofado de ternera gallega y filloas de postre. Entre los clásicos del otoño también están las manzanas que a veces parecen perdidas en el suelo de cualquier sendero. Aunque la tarea de pelarlas y cortarlas pueda ser laboriosa, asarlas en el horno con un poco de azúcar y un chorro de aguardiente dan como resultado un inconfundible olor otoñal, muchas veces no exento del punto melancólico.

Crema de calabaza, fabas, berberechos al vapor o boi de mar son platos también propios del otoño, al igual que la caldeirada con pescados de esta época, acompañados de patatas, pimientos, cebolla, guisantes, un poco de vino blanco, aceite, sal y caldo de pescado. Otra de las inevitables propuestas son las setas, cuyas múltiples posibilidades van desde las empanadas a los revueltos. La elaboración de las primeras requiere de paciencia y tiempo. Esto último es de lo que carece la mayoría de los consumidores y por ello se van imponiendo nuevos hábitos de consumo en los que se han implicado Javier y Anabel.

Estos hermanos, segunda generación de A Cepa, un local con 38 años de historia, indican que su objetivo es «evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos. Intentamos ser algo más que un restaurante». Por ello, con el lema A Cepa na casa «hemos puesto en marcha una línea de platos preparados de comida tradicional gallega que se vende en varios Gadis grandes como los de Bastiagueiro, O Burgo, Iñás y en A Coruña en la Plaza de Vigo, Monte Alto o Cuatro Caminos». Son platos como callos, carrilleras, albóndigas o ensaladilla, envasados al vacío, con una durabilidad de diez días y «estamos vendiendo mucho. Es comida casera, sin conservantes, que sabes de dónde viene y es la misma que puedes consumir en el restaurante».

Agradecimiento

Javier Blanco recuerda que empezaron a comercializar estos platos online pero no les era posible atender toda la demanda. Como a los responsables de Gadis les interesaba venderlos llegaron a un acuerdo. «Queremos agradecer a Gadis que apostara por un productor local. Es un golpe de confianza muy fuerte y en algo como los platos preparados que a veces no es fácil de vender porque no sabes de dónde vienen, si son de cocina tradicional o de una producción industrial». Además con esta fórmula «notamos el retorno en el restaurante», donde «tenemos un horno de brasa de los pocos de este tipo que hay por la zona». Es donde preparan carnes y pescados que, junto con los arroces, sobre todo el negro, están entre los platos más demandados en esta época. En una visita puede comprobarse.

Javier y Anabel, que heredaron A Cepa de sus padres, intentan «no dejarnos vencer por toda esta negatividad, aunque el coste de la luz es inhumano y la pandemia lo cambió todo». Por ello abrieron en la Cuesta de la Tapia, en O Temple (Cambre), otro local, el Abeleira. Explican que está pensado para nuevas generaciones: «Es bastante más juvenil, más urbano, más cosmopolita y allí tenemos servicio a domicilio. La idea es ofrecer la comida tradicional de A Cepa a todos los que les interese, de cualquier generación».

Caza y cenas baile en Perbes

Gentes de todas la generaciones también pasan por el Rocamar de Perbes. La vuelta a la normalidad les ha permitido recuperar las comidas con actuaciones en directo, algunas sorprendentes: «Van a estar aquí 200 personas, bueno: exactamente 199 son las que han reservado». Esto apuntaba Sergio Porta, responsable del local, antes del evento previsto para el día del Pilar, al mediodía, protagonizado por la actuación de tres cantantes de las orquestas Panorama, París de Noia y Olimpus. Es una formación que con el nombre de All Stars ya actuó en este sitio en otras ocasiones y con notable éxito.

Durante los sábados del mes de octubre, el Rocamar tiene programadas cenas-baile con las actuaciones de Claudia (día 15), Dúo Carpe Diem (22) y Dúo Sonidos (29). Explica Porta que al saber que tienen actuación «hay gente que viene a cenar para celebrar un cumpleaños, porque así sabe que van a tener música en directo, se hace todo mucho más divertido». Y es que las comidas familiares y de empresa son habituales en un establecimiento que cuenta también con un cámping: «A veces la gente ve el cámping y duda si entrar o no porque no sabe que al fondo está el restaurante». También tienen bar y una amplia terraza cubierta con una parra y otra al aire libre con vistas al mar y a las puestas de sol. Cuenta Sergio Porta que ahora está al frente del Rocamar la tercera generación ya que el local «abrió en 1969 y hace poco le hicimos la segunda reforma».

Corzo y jabalí

Durante esta temporada de otoño el restaurante contará con los platos de caza habituales de la época como jabalí o corzo. Además, todos los días ofrecen un menú que se puede consultar en su Facebook y en el que no faltan los platos de otoño aunque por el momento «para el caldo aún hay que esperar un poco por las nabizas».