En La Rioja también hay blancos

J. M. Orriols

SABE BIEN

Rafael Vivanco, uno de los propietarios de esta bodega de Briones, realizó una larga investigación para conseguir un vino blanco con cuatro varietales de uvas autóctonas de la Rioja

04 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No solamente hay vinos blancos de calidad en Galicia, Francia, Alemania o Australia. También en la Rioja, la denominación más importante del vino tinto español, se producen vinos blancos de calidad. Y una buena muestra de ello es el cuatro varietales que lanza ahora al mercado Bodegas Vivanco. «Fueron cuatro años de investigación y estudio -explica Rafael Vivanco, director técnico de las bodegas de Briones ( Logroño) y uno de los dos propietarios, con su hermano Santiago-, para conseguir un vino blanco que está a la altura de los mejores, con el coupage de cuatro variedades autóctonas de la Rioja, como son la viura, tempranillo blanco, maturana y garnacha. No fue fácil, pero estamos muy satisfechos del resultado obtenido. Este blanco de guarda destaca por su color verdoso, casi eléctrico, brillante, sin demostrar en ningún momento sus casi tres años de crianza. Nariz compleja, con notas minerales y a hidrocarburos, lo que denota su crianza sobre lías finas. Con el paso del tiempo aparece la fruta más escarchada, pero fresca y aún viva. En boca muestra todo su disfrute, con una salinidad que habla casi de otros territorios. Después de la vendimia manual y seleccionada hacemos un enfriamiento de la uva hasta los 3 grados centígrados. Cada variedad se elabora por separado: de 500 litros, nuevas y de segundo año».

Según nos explica el enólogo, las uvas proceden de 300 hectáreas de viñedo propio que, durante los últimos años, ha venido a alumbrar alguno de los vinos más atrevidos de la denominación.

 Barricas de roble francés

El 80% del vino obtenido permanece en contacto con sus lías en depósito de acero inoxidable durante 12 meses, para preservar los aromas varietales frente a la oxidación y para dotarlo de mayor armonía. El resto permanece también en contacto con sus lías finas durante este tiempo en barricas de roble francés de 500 litros. Tras su crianza, se realiza el coupage y el embotellado para afinarse otros 24 meses, antes de su lanzamiento al mercado. «Es un vino para disfrutar por copas en cualquier ocasión. Un placer por descubrir en cada una de las 3.251 botellas que conforman esta primera añada del 2014».