Maroto le reprocha a Alcoa que cierre tras recibir «muchas ayudas públicas» y la Xunta acusa al Gobierno de no evitar el cierre «con su inacción»

F. Fernández LA VOZ

ECONOMÍA

Reyes Maroto, Núñez Feijoo y el presidente de Alcoa durante su visita a San Cibrao en octubre del 2019
Reyes Maroto, Núñez Feijoo y el presidente de Alcoa durante su visita a San Cibrao en octubre del 2019 Carlos Castro | Europa Press

El Gobierno le pide a la multinacional que reconsidere el despido colectivo

28 may 2020 . Actualizado a las 22:38 h.

Cuando a finales del 2018, Alcoa anunció el cierre de las fábricas de A Coruña y Avilés, y el despido de sus más de 600 trabajadores, el Gobierno se apresuró a apagar el incendio. Primero prometiendo un marco estable de ayudas para las industrias con un elevado consumo de energía (como es el caso) y luego tutelando un proceso de venta de las plantas para salvarlas de la clausura y preservar el empleo. Lo primero aún no está. Lo segundo, sí, aunque los inversores que se quedaron con las instalaciones las han revendido otra vez en una operación cuestionada por los trabajadores e incluso por la propia Alcoa. Huele a fracaso. Pero el Ministerio de Industria se ha puesto de perfil. Ahora, tras el anuncio de la multinacional de que la fábrica de aluminio de San Cibrao puede acabar mal, la ministra Reyes Maroto no ha aportado soluciones, pese a admitir que «conocemos la situación y los problemas estructurales que tiene [en referencia a la planta en cuestión]. Pero sí lanzó reproches a la compañía. En una entrevista en televisión, la titular de Industria, casi como entendiendo los motivos de Alcoa, explicó que «el contexto actual, con una importante caída de la demanda de aluminio primario, hace que la empresa tome decisiones, ya lo hizo hace un año». Para a continuación recordar que «como saben es una empresa que ha tenido y sigue teniendo muchas ayudas públicas. Le pedimos corresponsabilidad. Tiene que ser corresponsable con el momento que estamos atravesando, en el que necesitamos crear empleo».

Horas después del anuncio de Alcoa -lo hizo el presidente en España, Álvaro Dorado, en persona ante el comité de empresa-, el Ministerio de Industria emitió un comunicado oficial. En él le pide a la compañía norteamericana que reconsidere el despido colectivo y reafirma el apoyo a los trabajadores de la planta y el compromiso para la continuidad del empleo en la comarca de A Mariña.

El ministerio asegura que su compromiso con el mantenimiento del tejido industrial español es incuestionable -especialmente el de Galicia, subraya- a través del refuerzo de las ayudas de CO2, el Plan REINDUS, el impulso de un estatuto para la industria electrointensiva. 

Grupos de la oposición como Ciudadanos han pedido la comparecencia de Maroto en el Congreso de los Diputados para explicar la crisis de Alcoa, y también la de Nissan, que ha anunciado el cierre de su fábrica en Barcelona.

Gonzalo Caballero pidió este jueves la «máxima implicación» de la Xunta y del Gobierno para frenar el proceso de despido colectivo iniciado por Alcoa. El secretario general del PSdeG ha enviado un comunicado en el, igual que la ministra, se posiciona contra la decisión de una empresa que ha recibido «ayudas multitudinarias» en los últimos años y que, por lo tanto, «tiene que mantener el empleo».

«No podemos asumir el anuncio de Alcoa sobre despidos y empleo», insiste el dirigente socialista, que ha pedido a todas las administraciones que se impliquen para frenarlo, especialmente, dijo una Xunta cuyo presidente,  Núñez Feijoo, no es un «mero observador».

Feijoo critica que el Gobierno tuvo «más de un año para evitar el cierre»

El presidente de la Xunta ha censurado que «el Gobierno tivo más de un año para evitar el cierre de Alcoa y no lo hizo a pesar de sus promesas».

Así lo ha manifestado en un mensaje en Twitter después de conocerse la noticia de los 534 despidos en Alcoa San Cibrao.

Con todo, el titular del Gobierno gallego asegura que «sigue habiendo un margen de semanas para evitar este golpe a más de 500 familias, a A Mariña, a Lugo y a Galicia». «No están las cosas como para perder empleos que podrían salvarse», afirma.

Según explica la compañía en un comunicado, los problemas «estructurales» de altos costes de energía y el bajo precio del aluminio, junto con el exceso de capacidad global, «han causado significativas pérdidas recurrentes, que se prevé que continúen».

Por su parte, el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, ha lamentado que «a inacción do Goberno ten consecuencias», por lo que ha mostrado su apoyo a los trabajadores en «momentos de especial dificultade» y «dureza», aunque «non hai explicación posible que trasladarlles».

En esta línea, Conde carga contra la «falta de compromiso e de resposta» del Ejecutivo central para conseguir un precio «competitivo» de energía con el que producir aluminio «primario». Sin embargo, cree que el Gobierno de Pedro Sánchez «ten a última oportunidade de realmente rectificar», pues la solución «depende dunha decisión política» como es ofrecer un precio eléctrico «competitivo».

Recuerda que países como Francia y Alemania están «apostando pola industria e adoptando decisións desde o punto de vista do precio eléctrico», mientras aquí se está «abocando ó peche» con un impacto en más de 500 familias que «dependen dunha decisión do Goberno».

El BNG pide nacionalizar Alcoa y huír del pim-pam-pum entre partidos para buscar una solución

La portavoz nacional del BNG y candidata a la Xunta, Ana Pontón, ha pedido una intervención urgente en Alcoa y la nacionalización de la factoría para evitar «o seu peche e manter a produción e o emprego». Pontón recordó que esta factoría de San Cibrao ya fue una compañía de capital público, y que otros países europeos han ido ya a procesos similares. El cierre, ha augurado «implica soterrar unha comarca enteira e hai que poñer en marcha toda a presión institucional e social para garantir o futuro do emprego, porque nun momento de crise como o actual é máis relevante que nunca preservar os postos de traballo». También pide un plan similar para la factoría de A Coruña que vendió la propia Alcoa hace más de un año, y que ha pasado de un grupo a otro desde entonces.

Siguiendo su estrategia propositiva de las últimas semanas, la líder del BNG ha reclamado huír «dun pim-pam-pum inútil, porque é evidente que uns e outros [en referencia a PP y PSOE] teñen responsabilidade. Pero nun momento no que o futuro dunha comarca está en xogo, cando están en xogo miles de empregos en Galiza non vale de nada sinalar aos culpables, o que hai que facer é buscar solucións».