Y en esta tormenta perfecta juegan, además, otros elementos que destacan desde Fedecom, la patronal española de empresas de la confección, directamente afectadas por el cierre de puntos de venta multimarca, prácticamente extinguidos de la geografía comercial española. «Este año no ha sido bueno para el comercio minorista, y sobre todo para el textil. La climatología adversa (en otoño hacía calor y las lluvias se prolongaron en primavera) ha hecho que el sector textil acumule caídas hasta octubre del 3,9 %», dice esta organización.
Puede ser peor
Dada la gran necesidad de vender los estocajes acumulados, buena parte del comercio se unirá a las campañas de Black Friday con descuentos que irán del 20 al 30 %. Esto impulsará las ventas, como ya ocurrió en noviembre del año pasado, pero «repercutirá en una bajada de márgenes y en un mes de diciembre más flojo», señalan desde la Confederación Española del Comercio (CEC), que representa sobre todo a los pequeños negocios.