El hombre, de unos sesenta años de edad, fue hallado a última hora de la tarde en el interior de un vehículo, estacionado en las inmediaciones de la piscina de Cabana
Bajar a O Picho da Escarida es adentrarse en decenios de olvido por una vaguada escondida a la vista humana. El estruendo del agua suena, pero tapado por una cortina de maleza. Allí se esconde la cascada soberana.