Seis locales gallegos donde las raciones son de estrella Michelin

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Marcos Míguez

Más allá de la tortilla y el raxo hay mucha creatividad. Los bares y restaurantes gallegos ofrecen una cuidada selección de productos con recetas para chuparse los dedos.

06 jun 2022 . Actualizado a las 12:04 h.

JAVIER MONTERO (RIBADEO)

XAIME RAMALLAL

El hotel restaurante Javier Montero de Ribadeo reabrirá su terraza con jardín a partir del 10. Con una carta que ofrecerá, explica, «racións diferentes porque incorporamos pratos doutras culturas gastronómicas. É unha fusión de cociña asiática, peruana e outras pero adaptada á galega». Por ejemplo, ceviche de lubina rellena con cigala, brioche relleno de churrasco con salsa teriyaki, pimiento rojo asado relleno de rabo de vaca o la ensaladilla «Miña nai 2022».

A MACETA (SANTIAGO)

PACO RODRÍGUEZ

Enclavada en la rúa de San Pedro, la vía de entrada al Obradoiro para el Camino Francés, la cocina de Jorge Gago se alimenta en su restaurante A Maceta del producto local de la cercana plaza de abastos con los que da rienda suelta a la creatividad de sus fogones, con un especial protagonismo a sus postres rompedores. Abierto desde julio del 2016, su carta ha ido evolucionando, siempre primando la temporalidad del producto de cercanía con recetas de inspiración asiática junto a la reinterpretación de los mejillones «rabiosos» o sus tomates «feos».

OS CACHIVACHES (LUGO)

ALBERTO LÓPEZ

Ir a comer o a picar a Os Cachivaches en la ciudad de Lugo siempre es una sorpresa. Esta arrocería cambia constantemente su carta e introduce distinguidos platos a diario. Una de las últimas creaciones de las que se puede disfrutar es del arroz a banda, que sirven tanto en tapa como en ración. Este plato mezcla morcilla con queso azul gallego Arias Moniz. Armando Méndez, el copropietario, defiende que la mezcla de texturas hace de este arroz un plato muy especial. En este local de la calle Campos Novos cada ración busca brindar nuevos sabores y mezclas a los comensales.

PRACER (A CORUÑA)

Marcos Míguez

Es la croqueta más deseada de la ciudad. La primera salió de la cocina de Javier Freijeiro y Moncho Bargo en agosto del 2019, y es todo un símbolo de Pracer, su restaurante en la calle Salgado Somoza, 13 (Zalaeta). Disfrutar de ella es un placer a la altura de las estrellas Michelin. Javier cuenta sus ingredientes: «Lleva carne de centolla; un sofrito de base similar al chilli crab de Singapur con pasta de chile fermentado y bechamel muy ligera (solo 80 gramos por litro de leche)». Cada croqueta pesa 70 gramos. De las cocinas de Pracer salen entre 250 y 340 unidades cada semana.

EL TAPA NEGRA (OURENSE)

Santi M. Amil

Está en la plaza de la Magdalena, en el casco histórico de Ourense, y ha demostrado que las raciones no tienen por qué ser siempre tradicionales. José Luis Fernández y Rocío Mariño lideran este proyecto, donde cambian las propuestas según la temporada. Los favoritos son el risotto de tomate seco, parmesano y albahaca; los triángulos de queso de Arzúa con mermelada de tomate; y los chipirones fritos con mostaza y miel. Ahora, para verano, se suman a la carta dos tartares, uno de atún y otro de salmón; y una ensalada con vinagreta de manzana asada y curri. 

LA MALQUERIDA (VILAGARCÍA)

MONICA IRAGO

Un dato revela fielmente la esencia de la cocina de este local: no hay freidora ni sartenes. El producto es la piedra angular. «De máxima calidad y buscando cada vez más la cercanía», explica Richar Santamaría. Fruto de esos postulados son platos como la sardina ahumada sobre base de pimiento asado y pico de gallo (en la foto), la paletilla de cordero cocinada durante 36 horas a 65°C, la croca de vaca rubia gallega, acompañada de la guarnición del día, que puede ser desde unas patatas revolconas o unas verduritas guisadas a unas berenjenas a la plancha.