Gardacostas precinta un barco de Laxe y devuelve al mar 540 kilos de centolla
SOMOS MAR
El San Manuel ha sido retenido en Ribeira por superar los topes de capturas el primer día de campaña
11 nov 2025 . Actualizado a las 06:45 h.Golpe al furtivismo en el primer día de la campaña de la centolla, que comenzó este 10 de noviembre entre la desembocadura del Miño y Estaca de Bares. Un patrullera de Gardacostas de Galicia ha sorprendido al pesquero San Manuel con más marisco del que podía capturar: 340 kilos en ocho salabardos (sacos de red) sumergidos y otros 200 kilos que aún no había capturado pero estaban atrapados en 4,45 kilómetros de miños (redes) que tenía calados y han sido levantados. Como medida cautelar, Gardacostas ha precintado el barco, con base oficial en Laxe y que permanece retenido desde este lunes en el puerto de Ribeira. Los 540 kilos, los incautados por superar los topes y los que no habían sido recogidos, han sido devueltos al mar.
En un arranque de la pesqueria que, con excepciones, ha sido calificado de flojo en capturas, el San Manuel había acumulado en los salabardos más cantidad que la autorizada. El límite por día son 35 kilos por embarcación, más otros 35 por cada tripulante enrolado a bordo y, según fuentes vinculadas con la investigación, la dotación de este barco eran cinco personas, con lo cual como máximo podría comercializar 210 kilos en un mismo día. En lonja, estimando una cotización de en torno a 13 euros el kilo, el valor de los 340 kilos decomisados rondaría los 4.400 euros.
Para velar por el cumplimiento de las normas y en una operación rutinaria de lucha contra el furtivismo, Gardacostas, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y la Policía Nacional adscrita a la Xunta de Galicia desplegaron este 10 de noviembre controles por la ría de Arousa. Desde patrulleras vigilaron el calado de los aparejos y comprobaron en la lonja de Ribeira el pesaje de las cantidades descargadas por los pesqueros.
En un reconocimiento de las zonas donde faenan, Gardacostas sorprendió al San Manuel con los salabardos llenos de centollas. Al pesarlas en la rula de Ribeira, constató que se había saltado los topes. Como el marisco estaba vivo, lo liberó en el mar, de donde retiró los 4.450 metros de miños identificados con las boyas de este barco. Fuentes oficiales conocedoras de este operativo añaden que el armador y también patrón de la embarcación se enfrenta ahora a sanciones económicas y administrativas por las presuntas infracciones que le atribuyen.