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La pesca trata de cambiar de hábitos para minimizar el efecto del impuesto al plástico

E. A., S. S. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

JOSE PARDO

Los profesionales confiesan estar hartos de que se les responsabilice de las basuras marinas cuando son una víctima más que, además, retiran los desperdicios del medio

25 nov 2022 . Actualizado a las 04:47 h.

Italia ya ha decidido retrasar su entrada en vigor. En España, la FIAB (Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas) ha pedido la misma moratoria, pero sin resultado hasta el momento. Así que, o hay un aplazamiento de última hora, o, a partir del 1 de enero, la pesca, como las demás actividades, tendrá que hacer frente al impuesto al plástico, un material que, por sus características, sienta como un guante a la cadena pesquera, desde la parte extractiva hasta la comercialización. Cierto que no es uno de los sectores más lesionados por esos 0,45 euros con que se gravará el kilo de plástico no reciclable, pero trata de escapar a esos efectos reciclando el máximo posible y, sobre todo, alentando soluciones con nuevos materiales alternativos y biodegradables.

Nadia Moalla, responsable de Proyectos e Innovación de la patronal Cepesca, relató ayer en las Xornadas de Pesca de Celeiro las iniciativas en que se ha embarcado el sector pesquero para promover la economía circular y reducir la producción de desechos. Ahí está el proyecto Reduse, un sistema de gestión y recogida de redes y aparejos y otros residuos generados por el sector pesquero en los puertos. O las iniciativas de recogida de plásticos y desperdicios que los profesionales encuentran en el medio marino.

Moalla se quejó de que ese trabajo que realizan los pescadores no parece trascender al ciudadano de a pie. Al contrario, muchas veces aparece señalado como responsable de ese impacto ambiental cuando, en realidad, es una víctima más de esa contaminación marina. A la pesca «le cargan más muertos de los que tiene» y la mayor parte de los plásticos que se recuperan del mar los traen a tierra los barcos de pesca, con todo el trabajo que eso supone y la pérdida de espacio a bordo.