La uva del Tinto Barrantes es la misma que la Flot Rouge francesa

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

MARTINA MISER

Evega realiza estudios para ver si se puede inscribir en el registro comercial

22 may 2025 . Actualizado a las 21:08 h.

Francia es el país de origen de la Folla Redonda, la variedad de uva con la que se elabora el vino Tinto Barrantes que tan popular es en el municipio de Ribadumia a pesar de que su comercialización lleva años prohibida. Esta localidad le dedica incluso su fiesta más importante, que se celebra todos los años el primer sábado de junio. De ahí que el Concello lleve años solicitando a la Administración que dé todos los pasos necesarios para inscribir a esta variedad en el registro de variedades comerciales y poder legalizar, de alguna forma, la comercialización de estas elaboraciones.

En el año 2023, la Consellería do Medio Rural se comprometió a impulsar los trabajos y estudios necesarios para legalizar la Folla Redonda y, con ella, el Tinto de Barrantes. Y la tarea ha recaído en la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Evega), donde ya llevan un tiempo trabajando con esta variedad. Lo primero que hay que tener en cuenta es que esta uva es lo que se conoce como un híbrido de producción directa, es decir, un cruce entre dos variedades que se llevó a cabo con el objetivo de combatir la filoxera, la plaga originaria de América del Norte que afectó al viñedo europeo a finales del siglo XIX generando una gran crisis. Para ello se cruzaban variedades autóctonas europeas con otras de uva americanas, resistentes a la plaga. Una vez que esta se controló, se promocionó su arranque, pero en Barrantes siguieron cultivando la Folla Redonda y convirtieron su vino tinto en un símbolo de la zona.

«Folla Redonda es la misma variedad que la Flot Rouge francesa, es originaria de Francia», explica Emilia Díaz, una de las investigadoras que participa en estos trabajos en la Evega. Algo que tiene mucho sentido porque «los híbridos productores directos se desarrollaron y difundieron sistemáticamente en Francia», añade. Se trata así de una variedad que es cultivada también en el país vecino donde, «al igual que en Galicia tiene un arraigo cultural y un uso local», cuenta Díaz.

Ahora, los investigadores gallegos, tras los estudios de identificación y la obtención de planta que reúne los requisitos exigidos por la normativa comunitaria han remitido, a través del Servicio de Producción de la Consellería de Medio Rural, la solicitud a trámite de registro de esta variedad, que es llevado a cabo por la Oficina Española de Variedades de Vid, dependiente del Ministerio de Agricultura. El proceso no acaba aquí, se requiere un mínimo de tres años para obtener respuesta porque «el material entregado es sometido a estudios rigurosos que la normativa actual exige, en condiciones de campo, durante tres ciclos vegetativos en un centro oficial colaboradora de la Oficina Española de Variedades de Vid», explica la investigadora.

A partir de entonces, obtenido su registro, sería cuando se podría iniciar el proceso para incluirla en el potencial vitícola de Galicia, lo que obligará de nuevo a superar una serie de ensayos en los que se analizará su producción y la calidad de sus vinos. Para avanzar, presuponiendo que serán superados todos los trámites de su registro, «Evega esta realizando paralelamente los estudios encaminados a su inclusión en el potencial vitícola gallego, contando con viticultores colaboradores y centralizado los estudios en el centro dependiente la Evega, la Estación Experimental de Viticultura e Enoloxía de Galicia, en Ribadumia», afirma Díaz. Así las cosas, todo parece indicar que, aunque el proceso sigue su curso, todavía habrá que esperar unos años para saber si realmente es posible autorizar esta variedad de uva. No hay que olvidarse que, hasta hace poco en nuestro país, no estaba permitida la comercialización de vinos elaborados con uvas de variedades híbridas, pero un cambio en el decreto que regula el potencial de la producción vitícola reconoce también como variedades de uva de vinificación autorizadas a los híbridos. Y es por ahí por donde la Folla Redonda, y el Tinto Barrantes, aspiran a lograr una legalidad que se le ha denegado siempre.

Ribadumia pone en marcha ya la primera plantación experimental con esta variedad

 A unas semanas de que se celebre la Festa do Viño Tinto, Ribadumia recibió ayer la visita de la conselleira do Medio Rural, María José Gómez, y del director de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria, Martín Alemparte. Ambos fueron recibidos por el alcalde, David Castro, en el concello para hablar de las parcelarias pendientes en la localidad. Posteriormente se desplazaron hasta la estación de viticultura y enología de Leiro, uno de los centros en los que se está llevando a cabo el trabajo para legalizar la Folla Redonda y que, desde este año, cuenta con la primera plantación experimental de esta variedad de uva.

«Regularizar a Folla Redonda é fundamental para nós. Actualmente se están facendo estudos e creemos que no 2027 poderemos ter novidades», aseguró el alcalde. «Coa Folla Redonda se está a traballar dende hai anos, é un proceso complicado pero é de xustiza que esa variedade se recoñeza», añadió la conselleira. Actualmente, la Xunta ya ha completado el trámite de solicitud formal para inscribir esta variedad como comercial. La estación de Ribadumia ya completó su caracterización genética y realizó la evaluación sanitaria del material vegetal, lo que permitió completar ese procedimiento de solicitud formal. A mayores, en este centro se ha instalado una plantación experimental de Folla Redonda para ayudar a los investigadores a realizar su trabajo. «Os estudos desta variedades comezaron no 2024 e, unha vez que estea inscrita no ministerio e se publiquen todos os trámites, poderá ser usada para facer viño comercial», añadió Juan Carlos Carballal, uno de los investigadores del centro.