Los productos amparados por las 36 marcas de calidad que existen en Galicia constituyen una excelente alternativa para la cena del día 31
30 dic 2022 . Actualizado a las 21:46 h.La cena de Fin de Año es el momento perfecto para sacar las mejores galas, también a la hora de diseñar el menú. Por eso no es extraño que los productos Gourmet protagonicen muchos de estos acontecimientos, pensados para recibir como se merece al nuevo ejercicio. Galicia puede presumir de contar con una buena lista de viandas de calidad, como lo avalan las 36 denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas que amparan a todo tipo de productos, desde vinos y quesos a mieles y castañas, por poner un ejemplo. Así que no parece tarea complicada diseñar un menú que incluya solo estos alimentos de calidad. Será la mejor forma de despedir el año y ayudará a poner en valor el trabajo que realizan los agricultores y ganaderos gallegos. Permitirá incluso a luchar contra el cambio climático porque podremos presumir de sostenibilidad por haber usado solo alimentos de kilómetro cero.
Toda buena cena debe comenzar con un aperitivo que sirva para abrir boca antes de que los comensales se sienten a la mesa. Un poco de queso, un poco de jamón y otros embutidos son el acompañamiento perfecto para una buena botella de vino. Y de tener algunos de los mejores productos de este tipo puede presumir la comunidad. Porque sus quesos de Tetilla, Arzúa-Ulloa, San Simón da Costa y O Cebreiro han recibido numerosos premios en los certámenes internacionales, junto con otros muchos que, aunque no están amparados por estas figuras, pueden presumir también de calidad. Y si hablamos de embutidos y jamones ahí está el Porco Celta, que cada vez conquista más paladares.
¿Con qué maridamos todos estos manjares? Pues las últimas modas dicen que nada mejor que un espumoso para acompañar al aperitivo. Y también aquí la oferta gallega es amplia. Los hay de albariño, de treixadura y de godello elaborados al amparo de denominaciones de origen como Rías Baixas, O Ribeiro y Valdeorras, además de algunos rosados a base de espadeiro, aunque estos últimos suelen estar fuera de la marca de calidad.
Vayamos ahora con los primeros, en los que los grandes protagonistas serán los productos del campo. Un revuelto de grelos de Galicia, que ahora están en plena temporada, es una gran opción, sobre todo si lo elaboramos huevos procedentes de la agricultura ecológica. Tampoco estaría mal una ensalada a base de Faba de Lourenzá. Platos todos ellos que perfectamente pueden acompañarse de algunos de los mejores vinos blancos. Porque no hay que salir de la comunidad para encontrar, por ejemplo, el mejor vino de España, título otorgado por el Ministerio de Agricultura al Ribeiro Ramón do Casar. O para degustar algunos de los blancos más famosos del mundo, los albariños de Rías Baixas.
Las mejores carnes
Más complicada está la elección del plato principal. Porque si de algo puede presumir Galicia es de buena carne. El vacuno cuenta con hasta tres sellos de calidad, los que amparan a la Ternera Gallega, a la Suprema y a Vaca e Boi de Galicia, y en todos ellos hay solomillos, chuletones o entrecots de sabor inigualable. Pero una buena alternativa en estas fechas son otras carnes que también se crían en Galicia, aunque estos no cuenten con sellos de calidad. Nos referimos al capón de Vilalba, pero también a los conejos y a las cabras y ovejas que crían muchos ganaderos gallegos y que nada tienen que envidiar a los que vienen de fuera de la comunidad. Los acompañamientos para estos platos pueden ser infinitos, pero aquí vamos a apostar por las castañas de Galicia y por las patatas, sean estas de Coristanco o de A Limia. No estaría mal aprovechar este momento de la cena para degustar algunos de los vinos tintos de la Ribeira Sacra, por ejemplo, aunque también hay quien considera que hay muchos blancos capaces de resistir maridajes con platos de carne. Hablamos de elaboraciones especiales sobre lías o de crianzas en madera.
Pero si hay un gran protagonista en todas las comidas y cenas que se precien este es, sin duda, el pan. Galicia acaba de poner en marcha la primera IXP que ampara al Pan Galego, una apuesta por las harinas autóctonas y por los métodos de elaboración tradicionales que tan famoso hicieron este producto fuera de nuestras fronteras. No podemos olvidarnos tampoco del Pan de Cea, que se ha ganado a su fama.
Ya solo queda el postre y también aquí hay mucho donde elegir. Está la tradicional Tarta de Santiago, que presume ya desde hace años de IXP. Pero tampoco estarían mal unos marrón glasé a base de castañas gallegas o un buen trozo de queso endulzado con algunas de las mejores mieles gallegas. Tras el momento de las uvas, es preciso sacar de nuevo los espumosos para brindar por la llegada del nuevo año. Pero lo que está claro es que no será una cena gallega si no se termina con un buen chupito, sea este de aguardiente, de hierbas o de licor café. De nuevo, variedad hay en Galicia para todos los gustos.