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Anton Fonseca: «El capital extranjero lo tendrá difícil para entrar en la bodega Terras Gauda»

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual O ROSAL / LA VOZ

AGRICULTURA

M.MORALEJO

La empresa, que prepara el relevo generacional, está en conversaciones para sumar hectáreas y crecer hacia O Condado

09 oct 2022 . Actualizado a las 11:13 h.

Bodegas Terras Gauda prepara el relevo generacional para que el padre de los vinos, José María Fonseca, ceda el testigo a su hijo Antón, actual vicepresidente. Se situará al frente de la compañía que desterró prejuicios e internacionalizó los vinos del sur de Galicia y de un grupo asentado hoy en día sobre cuatro patas con sus propias denominaciones de origen: O Rosal (la subzona de Rías Baixas), La Rioja, Ribera de Duero y el Bierzo. Por ahora, confiesa que nunca han valorado la posibilidad de venta y deja claro que los inversores extranjeros que aspiren a subirse a este «barco» familiar, tendrán difícil el acceso.

—Acaba de terminar la temporada de vendimia, ¿cómo ha sido la producción de este año?

—Especial porque no es habitual que estemos vendimiando las cuatro bodegas a la vez. Suele empezar El Bierzo y terminar La Rioja. Pero hemos alcanzado récord de números. En Terras Gauda procesaremos 2,5 millones de kilos; en Heraclio Alfaro, 600.000; en Pittacum, 300.000; y en Quinta Sardonia algo más de 200.000.

—¿La sequía hizo mella?

—En Galicia teníamos cierta preocupación por si los racimos vendrían con poco mosto. Pero luego cayeron unos cuatros litros de agua que fueron muy positivos. No creo en Dios, pero tuvimos suerte.

—Terras Gauda incorporó en el último año a Tailandia, Turquía y Luxemburgo en su lista de mercados de exportación, y ya van casi setenta países. La bodega está creciendo en este sentido, ¿valoran también crecer en cuanto a extensión en el sur de Galicia?

—Sí. Ya mantenemos conversaciones para ampliar nuestras hectáreas, pero hace falta cierta dimensión para que la inversión sea rentable. Desde que encuentras una parcela hasta que realizas el análisis de suelo para saber que la uva que crezca sea de calidad, pasa bastante tiempo. No es fácil crecer en Galicia porque existe un problema de minifundio, pero la denominación de origen está creciendo y nosotros lo estamos haciendo un poco más deprisa. La escasez de terrenos es una de las valiosas barreras de entrada que tenemos en nuestro sector.

—¿Esta ampliación podría ser hacia O Condado?

—Somos una bodega de O Rosal y afincada en O Rosal, pero nuestro Abadía de San Campio tiene uvas de las cinco variedades de Galicia. Sí, podríamos crecer en O Condado. Es una buena zona para el albariño. Uva buena hay en varias partes de Galicia.

—El sector en Galicia espera la llegada de Vega Sicilia.

—Sí, y de nuevo, al haber dificultades en extensión de los terrenos, los grupos que vienen de fuera y no tienen viñedo propio se instalan en regiones en que puedan encontrarlo. Ellos desembarcarán en O Condado, de hecho.

—Terras Gauda está ganando en facturación, producción y proyección. ¿Hay alguna oportunidad para capital extranjero?

—La verdad es que nunca lo habíamos pensado. Espero que el accionariado esté siempre en manos de la familia. Ha habido empresas de fuera de Galicia que nos han llamado a la puerta, pero nunca hemos estado en actitud vendedora. En las Rías Baixas estamos llenos de grupos riojanos que han venido hasta aquí. Y podemos presumir de que somos el grupo gallego que hemos hecho este camino a la inversa.

—O sea, que descartan a inversores extranjeros.

—Tengo claro que somos una bodega gallega con vocación universal. Si quieren entrar alguien en Terras Gauda y quieren aportar, no habría ningún problema, pero lo tendrán difícil.

—¿Cuál ha sido la formación del futuro presidente de Terras Gauda? ¿También le ha tocado vendimiar?

—¡Por supuesto! Estudié Administración de Empresas (ADE) en Santiago de Compostela. No fui un gran alumno. Mi padre me ató en corto y me dijo: «Tú, a la bodega». Estuve en Londres una temporada para fortalecer mi inglés y después ya entré en el grupo. Fue un período en el que tuve que conocer todas las partes de la bodega desde sus tripas. Como mínimo, estuve un mes en cada área. De hecho, me hice una vendimia en las que entonces eran nuestras tres bodegas.

—¿Sustituir a José María Fonseca es un reto?

—Más bien es una responsabilidad. Tengo la suerte de tener un padre que es un personaje, en el buen sentido de la palabra. Estamos preparando el relevo generacional. Otra parte de mi cometido en la que estoy trabajando son las relaciones institucionales con el sector del vino.

Ultiman una gama «bio» de A Rosaleira

Captador de oportunidades comerciales que salen al paso, la división del grupo Terras Gauda dedicada a la producción de conservas ultima el lanzamiento de una nueva gama de productos ecológicos. La emblemática enlatadora de grelos pondrá en el mercado conservas ecológicas de este último producto, fabas de Lourenzá y tomate. «Para poder decir que somos bio, tenemos que cultivar el producto bajo este concepto desde el principio», destaca Antón Fonseca sobre la nueva gama basada en la sostenibilidad. «A Rosaleira siempre fue una conservera vegetal que desde 1940 en sus latas ponía el alimento, agua y sal», indica el vicepresidente de Terras Gauda sobre la sencilla receta de una gama de productos que «no son competitivos en precio, pero la gente sí está dispuesta a pagarlos por su calidad». Tienen previsto lanzar el producto a los lineales en cuestión de semanas. También enlatan berzas, patatas o setas al natural.